¿Quién no ha hecho, o visto alguna vez hacer, una tortilla de patatas? Pues si estás pensando en preparar o cambiar tu CV ¡estás de enhorabuena! Hacer un buen CV siguiendo una receta de cocina es más sencillo de lo que crees.
Pensar en los que van a comerse tu tortilla. Si cuando cocinas piensas en quién se va a sentar a comer tu tortilla para elegir hacerla de una manera u otra, por qué no haces lo mismo con tu CV? Piensa en las características del puesto al que quieres optar, y en el valor que tú vas a aportar. Ese es el primer paso a la hora de elaborar un buen CV. No deberíamos por tanto tener un solo modelo, sino uno por cada tipo de puesto al que queremos optar.
Elegir los ingredientes. Uno de los principales errores que cometemos es querer contarlo todo, perdiendo así impacto en nuestro mensaje. No siempre la tortilla con más ingredientes es la más rica ¿verdad? Nos podemos pasar en sal o cebolla… Pues lo mismo pasa con un CV.
Una sola página: Tengamos en cuenta que los reclutadores ven muchos, muchísimos currículum al día, con lo que tenemos que llamar su atención con rapidez y ponérselo fácil. ¿Qué puedo estar comunicando con un CV muy largo? ¿Poca capacidad de síntesis o de resaltar lo importante? Distraer la atención con información irrelevante para ese trabajo, puede ser perjudicial.
Y aunque en algunos casos el orden de los factores no altera el producto, en la cocina sí, y en un CV también. ¿A qué quiero darle más importancia? Si opto a posiciones dirigidas a recién licenciados, mejor resaltar primero la formación y luego las posibles experiencias profesionales. Y si opto a posiciones dirigidas a personas con una experiencia concreta, al revés, ya que en este caso el valor principal lo aporta esa experiencia específica.
En el caso de las personas con poca experiencia, debemos pensar qué preguntas se pueden hacer los entrevistadores y contestarlas si la respuesta nos beneficia. ¿Cuántos años he tardado en hacer la carrera? ¿Qué nota media tengo? ¿Qué especialidad he hecho? ¿Me he ido de Erasmus? ¿Tengo formación especializada en el campo al que estoy optando?
En el caso de las personas con experiencia, es importante tener en cuenta que el reclutador que va a hacer el primer filtro de nuestro CV no tiene por qué ser experto en nuestro campo profesional. Es clave por tanto dedicar tiempo a pensar en expresiones y palabras clave o tecnicismos habituales de nuestro trabajo. Si tenemos una descripción de la oferta a la que estamos optando, sería bueno recoger en nuestro CV las expresiones o palabras que utilizan en ella para describir nuestra experiencia. Este detalle ayudará al lector a reconocer la congruencia entre nuestra experiencia y el puesto que están buscando.
No se deben poner datos de contacto de las personas que pueden dar referencias nuestras ya que es una información confidencial, aunque sí reflejar que podemos facilitarlas si se nos piden. ¡Especificar esos datos puede interpretarse como mala gestión de información confidencial!
¿Y la foto? Debe de dar una imagen profesional, con lo que es recomendable que elijáis una que os hagáis expresamente y en la que estéis vestidos con la ropa con la que iríais a trabajar.
Y un último consejo: si cuando cocináis probáis vuestro plato antes de servirlo a la mesa para poder rectificar lo que no haya quedado como esperabais, ¿por qué no hacéis lo mismo con vuestro CV? ¡Releedlo una vez lo hayáis preparado! No podéis imaginaros la mala imagen que da un CV con una falta de ortografía, ¡casi casi igual que una tortilla con poca sal! Si no le dais importancia a los detalles de un documento del que depende vuestro futuro laboral, ¿qué importancia le vais a dar al de otros? ¿Queréis que el reclutador piense eso al ver la falta de ortografía?
Ahora que ya tenéis el CV preparado, ¿Cómo vais a explicárselo al entrevistador cuando os llame? Id pensándolo, que veremos algunos consejos en un próximo post!
Suerte con vuestros comensales, ¡¡y que aproveche!!
Autora: Inés Sorela, miembro del equipo de Recursos Humanos de KPMG en España.
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