Cuatro expertos internacionales de KPMG desvelan las tendencias fiscales clave para los próximos años en sus respectivas áreas de especialidad. La iniciativa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de Erosión de Bases y Deslocalización de Beneficios (conocida por sus siglas en ingles como BEPS), los requerimientos de mayor transparencia y el Big Data marcarán la agenda mundial y se convertirán en el mayor reto al que las empresas tendrán que enfrentarse.
La presión por aumentar la transparencia
Por Greg Wiebe, socio responsable mundial de fiscalidad de KPMG
La realidad es que la mayoría de los sistemas fiscales del mundo se diseñaron hace un cuarto de siglo o más y ya no sirven para su propósito. El plan de acción BEPS de la OCDE es un paso en la dirección correcta para modernizar el sistema fiscal internacional. En reconocimiento de esta necesidad de cambio, gobiernos de todo el mundo han expresado su compromiso con esta iniciativa y algunos ya han hecho cambios en su legislación de forma anticipada ante las actuales y futuras recomendaciones de la OCDE.
Todo hace pensar que la presión para aumentar la transparencia seguirá haciéndose más fuerte, tanto entre los contribuyentes y las autoridades fiscales como hacia las compañías, que tendrán que hacer público cuántos impuestos pagan y en qué países. Con su reputación en el punto de mira, los directivos de las multinacionales tendrán que centrarse en asegurar que sus organizaciones actúan de forma responsable a ojos de sus grupos de interés y en analizar su capacidad para cumplir futuras obligaciones en el reporte de información.
El big data como generador de valor
Por Tim Gillis, socio responsable mundial de servicios de fiscalidad indirecta de KPMG
Sin ninguna duda, la tendencia más relevante que impactará a los impuestos indirectos es la creciente influencia del Big Data. Los datos son el principal activo de las empresas del siglo XXI y su análisis será requerido en el conjunto de la organización para la creación de valor y la gestión de riesgos. Los directivos utilizarán los datos en todas las áreas de la compañía para mejorar el rendimiento y demostrar que los datos se pueden trasformar en valor.
Además, las autoridades fiscales están tomando cada vez más conciencia de la importancia de disponer de datos y están exigiéndolos cada vez en mayor cantidad y a mayor velocidad. A pesar de que los datos se usan desde hace tiempo, la capacidad de analizarlos y dotarlos de sentido se ampliará y mejorará para cerrar las “lagunas” fiscales.
Optimismo moderado en la recuperación del M&A
Por Arco Verhulst, socio responsable mundial de fiscalidad en fusiones y adquisiciones de KPMG
Somos cautelosamente optimistas sobre los mercados de M&A. La actividad está aumentando en todo el mundo, aunque no tan rápidamente como se esperaba. Gracias a algunas grandes operaciones durante la primera mitad de 2014, el valor se ha incrementado a mayor ritmo que el volumen.
Se espera un incremento del volumen de operaciones por la presión que ejercen los fondos privados de equity por emplear el capital que tienen acumulado, el entorno de bajos tipos de interés (al menos en el corto plazo) y factores demográficos como el creciente número de personas de la generación del baby boom que está alcanzando la edad de jubilarse y las desinversiones de compañías privadas (especialmente en Europa y Norteamérica).
No obstante, los factores regulatorios podrán impactar en el volumen de las operaciones. Los gobiernos interesados en mantener sus ingresos fiscales están empezando a implementar nuevas normativas para apuntalar sus bases fiscales y frenar las estructuras fiscales transfronterizas agresivas. A esto hay que añadir que las medidas de la OCDE para atajar la erosión de la base imponible y la deslocalización de beneficios así como la mayor atención pública a la trasparencia y moralidad fiscal se están convirtiendo en preocupaciones para los legisladores y las compañías, especialmente sobre cómo estructurar sus inversiones y si las transacciones que realizan podrían dañar sus marcas.
Las empresas y los requerimientos de nueva información
Por Sean Foley, socio responsable mundial de precios de transferencia de KPMG
Con certeza, la iniciativa BEPS de la OCDE y su plan de acción de quince puntos es la tendencia más relevante. Mientras que BEPS abarca mucho más que los precios de transferencia, los precios de transferencia están en la base de gran parte de esta iniciativa.
Las recientes recomendaciones del 16 de septiembre sobre siete de los planes de acción de BEPS transforman los precios de transferencia. Las multinacionales necesitarán ponerse a trabajar para presentar gran cantidad de nuevos datos e información y hacerlo de manera eficiente y precisa.
No podemos ser complacientes. Las compañías tienen que actuar y prepararse para presentar estos nuevos datos y comunicar lo que estos dicen de la propia empresa y sus prácticas en cuanto a precios de transferencia.
Deja un comentario