Artículo escrito por Óscar Aldeanueva.
Hasta hace unos años, las empresas, en el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo en España, estaban centradas en la eliminación o reducción de las situaciones de riesgo, con el fin de limitar las consecuencias, accidentes o enfermedades, que afectaban a sus profesionales. Hoy, este modelo de gestión parcial de la salud ha quedado obsoleto, y se ha iniciado una transición hacia el concepto de salud integral, o bienestar físico, mental, y social que, en el lenguaje empresarial, se traduce en la búsqueda del bienestar corporativo. La aparición del concepto de salud total permite desarrollar iniciativas que colocan a los trabajadores en el centro de la gestión, y amplía el ámbito de actuación de la prevención de riesgos laborales a nuevos campos de actuación, fuera del alcance de la prevención más tradicional. La ampliación del concepto de salud empresarial, más allá de la salud laboral, incluye aquellos aspectos de salud que afectan al empleado, incluido el bienestar social, entendido como todos los factores que una persona necesita para gozar de una buena calidad de vida.
Este cambio de enfoque está modificando la manera en la que afrontamos el trabajo en los Departamentos de Seguridad y Salud Laboral, ya que pasamos de gestionar situaciones de riesgo a ofrecer servicios internos relacionados con la salud de los empleados. El bienestar ha provocado una transformación de la cultura empresarial, posicionando al empleado y su salud, como elemento clave de la gestión empresarial, y como principal activo a dentro de las empresas. Por tanto, la aparición del concepto salud organizacional en la gestión empresarial se traduce en la ejecución de programas sobre hábitos de vida saludables, la realización de campañas de promoción de la salud, que buscan sensibilizar a los empleados sobre la importancia de la salud en el entorno profesional, y en el desarrollo de un catálogo de servicios internos entorno a la salud, que van desde los más tradicionales como los médicos de empresa, a los servicios diferentes como pueda ser el shiatsu, o la osteopatía.
El bienestar en la empresa es una materia de gestión empresarial con autonomía propia pero claramente interrelacionada con la responsabilidad corporativa. Los objetivos de la salud de las empresas tienen como fin el bienestar físico, psíquico y social de las profesionales. La gestión del bienestar corporativo genera valor para la sociedad desde el cuidado de los empleados como primer activo de las compañías. Incluso si los objetivos de bienestar llegan al entorno personal y familiar, estaremos generando una cultura del bienestar en la cadena de valor de empleado.
Finalmente, la actual apuesta por el bienestar corporativo tiene otra lectura desde el punto de vista empresarial, puesto que el retorno de la inversión de estos programas de salud y bienestar es alto. Así lo refiere el Estudio IESE- Productividad y empresa saludable, en el que se establece la relación entre la productividad y la gestión del bienestar, que se hace visible en la reducción del absentismo, y “presentismo”, o en la reducción de la rotación.
En resumen, el bienestar corporativo tiene beneficios tangibles para los empleados y la organización, y es, por tanto, un elemento diferencial en la mejora de la competitividad empresarial.
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