Los directivos de los grandes fabricantes mundiales de automóviles no vislumbran una revolución importante de los modelos de negocio actuales en el corto plazo. No, al menos, en los próximos cinco años, según opina el 57% de los que han participado en la decimosexta edición de la Encuesta Global de Automoción que elabora anualmente KPMG.
Siguiendo esta perspectiva de estabilidad, las grandes multinacionales fabricantes de coches seguirán dominando el mercado hasta el año 2025. Es la opinión rotunda expresada por el 80% de los directivos, a pesar del número creciente de empresas de base tecnológica que buscan hacerse un hueco en un sector tan competitivo aprovechando una nueva e incipiente cultura de movilidad.
Para más de la mitad de los 200 directivos entrevistados, las cuestiones que afectan a su negocio a corto plazo prevalecen sobre las innovaciones estratégicas. A este respecto, las tres prioridades hoy en su agenda están marcadas por el crecimiento del mercado en países emergentes (56%), la optimización del motor de combustión interna (49%) y el uso cada vez mayor de plataformas y la estandarización de los procesos de fabricación (48%). Por el contrario, para la mayor parte de los encuestados, las apuestas estratégicas para el desarrollo de tecnologías relativas a la conectividad de los vehículos, la auto-conducción y la electro-movilidad, no son en estos momentos prioritarias.
“Es sorprendente observar que mientras la práctica totalidad de las marcas está actualmente invirtiendo recursos y esfuerzos para tratar de lanzar al mercado productos innovadores en cuanto a tecnología de conectividad y alternativas de propulsión más eficientes y respetuosas con el medio ambiente, los directivos encuestados manifiestan percibir estas necesidades como no prioritarias” afirma, en este sentido, Francisco Roger, socio responsable del sector de Automoción de KPMG en España.
Por su parte, Dieter Becker, responsable global del sector de Automoción de KPMG destaca que “las empresas tradicionales sienten que nuevos competidores procedentes del sector de tecnología y comunicaciones muestran ahora interés por entrar a competir en este sector aportando respuestas innovadoras a las nuevas necesidades de movilidad, por lo que tendrán que asegurarse que cuentan con un modelo de negocio preparado para dar respuesta a estas necesidades de los consumidores, no solo cuando conducen, y tendrán que construir con ellos una relación personal que aumente su fidelidad”.
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