Antonio Hernández, socio responsable de Estrategia Energética e Internacional de KPMG en España, analiza los aspectos positivos y negativos de los datos de exportaciones de enero-diciembre 2014, recientemente publicados por la Secretaría de Estado de Comercio:
La cara:
– Las exportaciones siguen creciendo: registraron un aumento interanual del 2,5% en 2014, lo que se ha traducido en un nuevo máximo histórico anual con 240.034,9 millones de euros exportados.
– Mejor comportamiento que la media europea: las exportaciones españolas crecieron en 2014 a mayor ritmo que las exportaciones de la zona euro (1,8%), de la Unión Europea (1,3%) y de otras potencias como Italia (2,0%), Francia (-0,2%) y Reino Unido (-11,1%).
– Buenos resultados en la Unión Europea en un contexto difícil: en un año en el que la situación económica en el entorno comunitario fue más compleja de lo esperado, las exportaciones españolas lograron registrar un crecimiento del 3,9% tanto en la Unión Europea como en la Eurozona.
– Año récord en Estados Unidos: las exportaciones españolas destinadas al país norteamericano aumentaron un significativo 22,6% en 2014, lo que permite elevar la cuota de este país sobre el total de exportaciones al 4,4%. Otras potencias en las que se ha producido un relevante avance de las exportaciones españolas son Canadá (18,6% de crecimiento), Japón (18,4%) y México (8,9%).
– Sectores agroalimentario, automoción y manufacturas de consumo: son los que más contribuyeron al crecimiento de las exportaciones. El avance en el sector de alimentos, bebidas y tabaco, segundo sector más exportador con un 15,5% de cuota, fue del 4,4%. En el caso del sector automoción, que concentra un 14,8% del total, las exportaciones avanzaron un 6,2%. Por su parte, las exportaciones de manufacturas de consumo, que suponen un 9,2% del total, aumentaron un 7,8%.
– Aumento de exportadores regulares: en 2014 un total de 45.842 empresas eran exportadoras regulares (empresas que exportan durante al menos cuatro años consecutivos), lo que implica un incremento del 11,4% respecto al año anterior y eleva al 31% la tasa de éxito (número de empresas exportadoras regulares / número total de empresas exportadoras), frente a la tasa del 27,2% de 2013.
La cruz:
– Desaceleración respecto a años anteriores: el ritmo de crecimiento de las exportaciones en 2014 (2,5%) fue menor al registrado en 2013 (4,3%), 2012 (5,1%), 2011 (15,2%) y 2010 (16,8%), aunque superior a la media de la Unión Europea y la zona euro, como se señaló anteriormente.
– Mayor déficit comercial: la balanza comercial registró en 2014 un déficit de 24.471,9 millones de euros, lo que supone un incremento del 53,4% respecto al déficit de 2013. Este empeoramiento del saldo comercial responde a la desaceleración de las exportaciones y, sobre todo, a la evolución de las importaciones, que crecieron en 2014 un 5,7% tras dos años de descenso. El aumento de las importaciones no ha de ser interpretado de forma negativa, pues podría considerarse un síntoma de que las empresas están reforzando su capacidad productiva ante el impulso de la demanda interna. De hecho, el sector de bienes de equipo es uno de los que más ha incrementado las importaciones, con un 9,5% de crecimiento.
– Estancamiento en países extracomunitarios: las exportaciones dirigidas a destinos no comunitarios tan solo aumentaron un 0,2% en su conjunto. Destaca el descenso en Latinoamérica en general (-6,7%) y en Brasil en particular (-13,3%), así como la caída de las exportaciones a Rusia (-9,5%). En ambos casos la coyuntura económica en estas potencias emergentes, con un crecimiento muy moderado en 2014, ha condicionado las exportaciones españolas. Otras áreas en las que se ha producido una evolución negativa de las exportaciones han sido Oceanía (-33,2%), Oriente Medio (-3,5%) y África (-1,0%).
– Caída de las exportaciones de bienes de equipo: las exportaciones en el principal sector exportador español, con un 20,1% de cuota, disminuyeron un 0,5%, lo que puede explicarse por el estímulo de la demanda interna y su impacto sobre la inversión en bienes de equipo.
– Descenso de la base exportadora: por primera vez desde 2007, el número total de empresas exportadoras se contrajo respecto al año anterior. Así, en 2014 había 147.731 empresas exportadoras (incluyendo regulares e irregulares), un 2,2% menos que en 2013. Esto podría ser síntoma de que algunas empresas se están relajando en su actividad internacional ante la reactivación de la economía española. No obstante, la internacionalización es un proceso estructural que ha de ser ajeno a la coyuntura económica interna y que se ha de desarrollar de forma estratégica. De hecho, una de las lecciones empresariales que nos ha dejado la dura recesión de los últimos años es la importancia de la internacionalización para crecer de forma sostenible. En efecto, aquellas empresas españolas que afrontaron la crisis doméstica con una actividad internacional consolidada, con la consecuente diversificación de riesgos, pudieron minimizar sus efectos y aprovechar oportunidades en terceros mercados.
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