En el tiempo que dediques a leer este post, en Internet se habrán realizado más de 4 millones de búsquedas, 1.200 webs habrán sido creadas y se habrán enviado más de 550.000 tuits y más de 400 millones de correos electrónicos. Todo esto en tan sólo dos minutos. Como apunta el Nº 16 de Consumer Currents de KPMG, el 90% de los datos generados en el mundo se han producido en los últimos dos años y la información almacenada está creciendo cuatro veces más rápida que la economía mundial. La sociedad cambia a un ritmo exponencial y las compañías que no se adapten estarán condenadas al fracaso.
Actualmente, estamos ante un mercado en el que el cliente final tiene una capacidad de decisión e influencia sobre su entorno como jamás la había tenido antes. Tenemos la oportunidad de pararnos a escuchar, para detectar de este modo que es lo que la sociedad quiere y demanda. El cliente es la clave, el rastro que deja cuando interacciona o se interesa por cualquier elemento que le rodea es un diamante en bruto, que gracias a un manejo excepcional de la disciplina del Big Data, puede convertir nuestro negocio en una joya.
Ya no nos interesa saber solamente si es un hombre o mujer con un salario de 30.000 euros anuales que veranea en Cádiz. Queremos más. Queremos predecir qué es lo que el cliente desea antes de que él lo sepa, evaluando todas las posibilidades por medio de estadísticas que nos digan cómo le podremos ofrecer un producto y servicios ajustado a sus demandas, gustos y expectativas en un tiempo muy reducido e incluso de forma inmediata.
El Big Data se basa en el análisis y tratamiento de grandes cantidades de datos para determinar qué hace que ocurra un suceso. El primer gran ejemplo lo encontramos en 2008, cuando las búsquedas relacionadas con la gripe el Estados Unidos permitieron determinar su patrón de difusión.
Por otro lado, la Sostenibilidad implica que las empresas tengan que prestar mucha más atención al entorno en el que trabajan, obligándolas a desarrollar su estrategia en aspectos éticos, sociales y ambientales que hasta ahora no se tenían en cuenta y que ocultaban importantes costes (un estudio de 2009 reveló que el 50% de los sobrecostes de los proyectos petroleros-mineros se debían a conflictos sociales).
Además, la percepción que los grupos de interés tienen sobre su desempeño es un factor cada vez más importante en un contexto empresarial muy complejo y volátil. Según la OCDE, la esperanza de vida media de las grandes compañías es ya sólo una tercera parte de la de hace 50 años (y sigue reduciéndose) y el valor del capital de los activos físicos y financieros sólo explican el 20% de su valor (piensa esto, en 2015 el medio de comunicación más popular del mundo – una conocida red social – no genera contenido propio).
Combinar Big Data y Sostenibilidad supone ya un elemento diferenciador clave para las compañías. El análisis y tratamiento de los datos con criterios sostenibles permitirá a las compañías desarrollar y ofrecer productos y servicios con un alto valor añadido que aseguren las necesidades de nuestro presente sin comprometer las necesidades de futuras generaciones.
En una entrevista reciente Eddie Short, Socio de Data & Analytics de KPMG para UK y EMA, indicaba (sobre Big Data) que “no trata sobre determinar números detrás de la estrategia, sino sobre la estrategia que está detrás de los números”. Para las organizaciones debe ser clave entender los factores que aportan valor a la empresa para que las conclusiones obtenidas a partir del análisis de datos se traduzcan en acciones concretas que contribuyan a mejorar el desempeño de las compañías, ya que aquello que no se mide no se puede mejorar.
El futuro es prometedor, el área de mejora inmenso y el reto ya está planteado. Y tú, ¿quieres competir por todo o vas a conformarte con nada?
Autor: Daniel Lois, Executive de Risk Consulting – Sostenibilidad de KPMG en España
Interesante aporte. Sin duda es un tema a seguir de cerca.
Saludos
MUY INTERESANTE EL ARTICULO. INVITA A UNA SERIA REFLEXIÓN SOBRE LA ACTUACIÓN DE LAS DIFERENTES EMPRESAS Y SU REPERCUSIÓN EN EL ENTORNO ÉTICO, SOCIAL Y AMBIENTAL., CLAVE PARA LOGRAR UN FUTURO MEJOR.
SIN DUDA:…”competir por todo”…
Extraordinaria exposición sobre la importancia de medir los datos que pueden añadir valor a la empresa, teniendo en cuenta los aspectos éticos, sociales y ambientales.
Totalmente de acuerdo con la exposición. Es necesario utilizar las herramientas y lenguaje del siglo XXI para ser competitivo