Comprender un mundo global y cambiante requiere un análisis integral de las distintas realidades económicas, sociales y políticas que conviven en permanente influencia. John Scott, presidente de KPMG en España y vicepresidente mundial de la firma, señala que la complejidad, el cambio y la incertidumbre son las claves de la nueva realidad económica definida, sobre todo, a partir de la globalización que ha cristalizado a lo largo de los últimos 30 años y de la revolución tecnológica. “La realidad económica ya no puede entenderse de forma dual. No hay mundo desarrollado y mundo en desarrollo; ni siquiera es fácilmente clasificable el concepto emergente o maduro”, señala. “En el nuevo mercado global hay que tener en cuenta el potencial de todas las economías y entender que los riesgos son transfronterizos”.
La gran crisis financiera que arrancó con la caída de Lehman Brothers en Wall Street alcanzó a la práctica totalidad del mundo. Algunas regiones como Europa se vieron más duramente golpeadas por el enlace del terremoto financiero con una crisis económica general arraigada en diferentes desequilibrios estructurales. Ocho años después, la recuperación en Europa se consolida frágilmente. Tras años de duras políticas de ajuste fiscal e indicadores macroeconómicos desalentadores, las claves del entorno empiezan a favorecer al viejo continente: el precio del petróleo en mínimos históricos, un tipo de cambio favorable a la competitividad exterior que, según las previsiones de BBVA, podrá cerrar el año en 1,02 dólares por euro, y políticas expansivas por parte del Banco Central Europeo que, según ha anunciado su presidente, Mario Draghi, se mantendrán al menos un año más.
Deja un comentario