¿Coger una muestra de agua o filtrar el río entero? Si los buscadores de oro hubieran tenido la oportunidad de elegir en plena fiebre de los años cuarenta del siglo XIX no se lo hubieran pensado. Una auténtica evolución que entonces no fue posible y que, ahora, 150 años después, está viviendo el sector de la auditoría, gracias a los avances en las tecnologías de análisis de datos de forma masiva (Data&Analytics).
Según el informe de KPMG Going beyond the data: turning data from insights into value, un 97% de las organizaciones alrededor del mundo ya utilizan Data&Analytics (D&A) en, al menos, un área de su negocio. Las mayores ventajas identificadas son la capacidad de tomar decisiones de forma más rápida (86% de las respuestas), más precisa (80%) y la reducción de los riesgos de negocio (67%). En el momento actual este análisis de datos de forma masiva se está incorporando como parte de los procedimientos de auditoría y, sin duda, será una ventaja competitiva para las empresas que lo utilicen.
“En estos momentos existe un volumen muy elevado de información almacenada por las empresas que se puede aprovechar en la auditoría. Con un enfoque de auditoría tradicional realizamos muestreos que, aunque aportan evidencia suficiente para las conclusiones, no permiten extraer información adicional de valor para la entidad. En la actualidad, con las herramientas tecnológicas disponibles es posible filtrar el 100% de las transacciones de una entidad y, por tanto, obtener mayor conocimiento del negocio y sus riesgos, lo que permite aportar percepciones detalladas que, sin duda, añaden valor para nuestros clientes”, comenta Manuel V. Martínez, socio responsable de Metodología de Auditoría de KPMG en España y del desarrollo y aplicación de D&A en los servicios de auditoría.
Por un lado, la ventaja es clara: se obtiene una mayor confianza y calidad en el trabajo de auditoría, pues las herramientas tecnológicas permiten el filtrado del 100% de las transacciones, posibilitando que el auditor se centre en la aplicación de su juicio profesional para el análisis de aquellas posibles anomalías identificadas. No obstante, el objetivo principal de D&A no es la automatización o la sustitución de los actuales procedimientos manuales, sino el desarrollo de capacidades que transformen la forma en que se realiza la auditoría y que permitan a los auditores obtener nuevas percepciones que aporten valor.
Al igual que las herramientas de auditoría están evolucionando, los perfiles profesionales también se encuentran inmersos en este proceso. “Cada vez es más necesario que el auditor tenga habilidades y conocimientos tecnológicos, de forma que pueda controlar el conjunto del proceso y aporte su visión y análisis a la auditoría”, comenta Manuel V. Martínez.
Para lograr este objetivo, se están acometiendo programas de formación y desarrollo de nuevas habilidades entre los equipos de auditoría, que se están fortaleciendo y transformando con el objetivo de integrar conocimientos de contabilidad, auditoría, tecnologías de la información y herramientas de Data&Analytics. “Nosotros ya disponemos de equipos integrados y de la tecnología. En los próximos años veremos cómo se consolida esta tendencia y cómo evoluciona el perfil del auditor”, concluye el socio de KPMG.
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