Tras la reforma energética del Gobierno, un periodo marcado por el bajo consumo, la llegada de innovaciones tecnológicas como los contadores inteligentes o la nueva regulación de precios horarios, el sector energético español encara 2016 con los siguientes retos pendientes:
–Impulsar las renovables para alcanzar el objetivo del 20% de la Unión Europea: En los últimos años, y como consecuencia de la reforma energética, el desarrollo de las energías renovables quedó prácticamente paralizado en España. Sin embargo, como el consumo total de energía continuó cayendo, el peso de las renovables ha aumentado hasta alcanzar en torno al 17% de la energía final bruta. El reto, ahora que la demanda comienza a recuperarse, es llegar al 20% que exige la Unión Europea en 2020. La planificación energética aprobada recientemente por el Gobierno prevé que se instalen más de 8.000 megavatios adicionales de energía renovable hasta 2020. Ha tenido lugar recientemente la primera subasta de 500 MW de eólica y de 200 MW de biomasa, pero podrían verse más a lo largo del año 2016.
–Utilizar los canales digitales para hacer frente a la fuerte competencia: 2016 va a seguir la tendencia de años anteriores de una fuerte competencia por la captación de clientes en el mercado libre. La generalización de los contadores inteligentes y la nueva regulación sobre precios horarios están permitiendo lanzar productos más sofisticados. “Internet se está convirtiendo en un canal de captación muy relevante y de bajo coste, por lo que las estrategias digitales van a ser cada vez más importantes”, comenta Alberto Martín Rivals, socio responsable del sector Energía de KPMG en España. También están apareciendo nuevos competidores que intentan ganar cuota a las compañías eléctricas y de gas tradicionales.
–Desarrollar redes de distribución de gas: España tiene un bajo nivel de penetración de la red de gas comparada con otros países europeos. La nueva regulación incentiva la extensión de la red a nuevas poblaciones, por lo que se seguirán viendo importantes inversiones en este ámbito en 2016.
–Aprovechar la llegada de fondos interesados en gas y electricidad: “La mejora de las condiciones macroeconómicas en España, la situación de alto endeudamiento de algunos proyectos, la menor incertidumbre regulatoria y el bajo coste de financiación están atrayendo a fondos que quieren invertir en electricidad y gas, en particular en activos renovables”, asegura Alberto Martín Rivals. También las eléctricas tradicionales pueden estar interesadas en comprar determinados activos, como las pequeñas distribuidoras locales.
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