En un contexto en el que las compañías se encuentran ante un aumento exponencial del volumen de datos, el área de control de gestión se enfrenta cada vez más a importantes retos de contribuir a convertir esos datos en información relevante, pertinente y oportuna que constituya para los equipos la base para la toma de decisiones. En este sentido el reporting de gestión está tomando una mayor relevancia para las organizaciones ya que debe permitir que la empresa vincule su actividad operativa con la consecución de su estrategia. Proporciona a las organizaciones la información esencial para tomar decisiones más fiables y eficaces, centrando la atención de la dirección en actividades que realmente importan, y ofrece una visión coherente de los resultados en todas las áreas de la empresa.
Sin embargo, a pesar de la oportunidad que supone el acceso a más información y las funcionalidades que nos proporcionan hoy las tecnologías emergentes, el reciente estudio llevado a cabo por KPMG “Reporting de gestión: visión de futuro” sugiere que los procesos de reporting actuales presentan fallos, y muchas empresas siguen funcionando con “información” que resulta ineficaz para apoyar una toma de decisiones rápida y bien fundamentada. Como consecuencia, se pierden oportunidades para crear valor y se responde con lentitud ante las amenazas.
Existen tres áreas críticas en las que las compañías deben focalizarse para mejorar la capacidad del reporting de gestión y proveer información que pueda aportar valor a la organización: la identificación de los datos clave y la definición de modelos de gobierno adecuados; la implantación de un modelo de delivery eficiente y, por último pero no menos relevante, la implantación de soluciones tecnológicas de gestión que faciliten el análisis de la información.
Con respecto a la identificación de los datos clave y la definición de modelos de gobierno adecuados, en primer lugar, debe ponerse el foco en recopilar los datos que realmente importan a la organización; es decir aquellos que son adecuados para alimentar un modelo de indicadores clave de gestión y seguimiento del negocio. La calidad de los datos es crítica: son los cimientos sobre los que debe construirse la solución de reporting, procurando garantizar que exista confianza absoluta en los datos facilitados al negocio. Finalmente, es esencial que estos datos se gestionen con una estructura de gobierno sólida que garantice la integridad de la información y la sostenibilidad del modelo a lo largo del tiempo.
En referencia a la implantación de un modelo de delivery eficiente, los equipos de gestión necesitan recibir información consistente, oportuna, relevante, completa y facilitada de modo eficiente. El éxito vendrá determinado por cómo se estructure la función de Finanzas y cómo de eficiente y efectiva sea su capacidad para generar el reporting de gestión.
Por último, es clave implantar soluciones tecnológicas de gestión que faciliten el análisis de la información. El objetivo final del reporting es incrementar la rapidez y la calidad de la información para facilitar el análisis y la toma de decisiones de negocio proporcionando una ventaja competitiva sostenible. Las habilidades y competencias de los profesionales del Finanzas, junto con la implantación de las tecnologías de soporte adecuadas, conforman la base esencial para lograr este cambio decisivo en la gestión del modelo de reporting.
Benigno Prieto, Director de Función Financiera, Management Consulting, KPMG en España
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