Competitividad, internacionalización y digitalización. Tres ejes clave en torno a los que giran los planes estratégicos de las compañías del que se erige como primer sector industrial en España: el de alimentación y bebidas. Con una facturación que alcanza los 95.000 millones de euros, la industria agroalimentaria demuestra su significativo peso en el conjunto de los sectores económicos aportando el 2,7% del Valor Agregado Bruto (VAB) total de la economía y generando cerca de 470.000 puestos de trabajo directos.
Ganar competitividad es un objetivo primordial para los directivos de un sector acostumbrado a sufrir grandes presiones para reducir sus costes. Tanto a nivel nacional como internacional, la competitividad en costes y precios constituye el principal factor para imponerse a la competencia. Así lo manifiesta casi una mitad de los encuestados para el informe Alimentación y bebidas: tendencias 2016.
Ante un entorno de altos costes y bajos precios, la competitividad de las empresas queda supeditada a la capacidad para mantener márgenes. Este es el mayor reto que afrontan en la actualidad dos de cada cinco empresas de la industria. Como consecuencia de ello, el sector sufre una gran presión para reducir sus costes de fabricación. Es por ello que un 31% de los encuestados para el citado informe, señala este aspecto como el principal en el plan de acción de su compañía.
Los costes vuelven a ser el centro de todas las miradas al hablar de los proyectos de inversión, con más de un tercio de las empresas que invertirá en procesos para ser más eficiente en costes. Sin embargo, en lo que respecta a la inversión en I+D+i, el desarrollo de nuevos productos se convierte en el objetivo prioritario.
Por el lado de la internacionalización, esta se sitúa como principal palanca para el crecimiento y segunda prioridad de inversión, según la opinión de los encuestados. De hecho, en esta edición del informe, los directivos de la industria consideran que la salida a mercados exteriores tendrá mayor impacto que la rentabilidad en el crecimiento del negocio. Lo que se opone a los resultados de la pasada edición, donde la rentabilidad se identificaba como el principal driver del crecimiento.
Tomada la decisión de internacionalizarse, queda preguntarse por el método más adecuado para hacerlo. A este respecto, la mayoría de los encuestados no ofrece dudas: tres de cada cinco compañías de alimentación y bebidas creen que la cooperación con otras empresas es el medio más adecuado. Y en cuanto al destino de dicha expansión, la Unión Europea, China y Estados Unidos son, por este orden, los mercados más populares por considerarse que son los que ofrecen mayores oportunidades para el sector.
En cuanto a la digitalización de la industria, en estos últimos años hemos observado cómo el comercio electrónico o ecommerce ha marcado la evolución del comportamiento de los consumidores. Tanto es así, que tres de cada diez compañías confían en que este continúe siendo uno de los principales drivers que rija las pautas de consumo en los próximos años.
Ante el auge del ecommerce, la logística se torna un área clave para la mitad de los encuestados de cara a satisfacer en tiempo y forma las necesidades de los consumidores. En cambio, para lograr una comunicación efectiva las redes sociales se identifican como el medio más relevante. En definitiva, con estos resultados queda patente que la transformación digital de las compañías agroalimentarias es hoy, más que nunca, una realidad a la par que una necesidad.
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