Josep Oliu tiene el mérito de haber hecho crecer al Banco Sabadell hasta convertirlo en una entidad global. Doctor en Económicas, su carrera comenzó orientada hacia la docencia y el servicio público. En 1986 se incorporó al banco, en 1991 fue nombrado director general y, ocho años después, asumió la presidencia ejecutiva. En estos 25 años ha liderado con éxito procesos como la salida a bolsa, la crisis financiera y, más recientemente, la internacionalización y la transformación digital de la entidad.
Banco Sabadell aumentó un 20,7% su beneficio en los seis primeros meses del año, hasta los 425,3 millones de euros. Además del efecto de la adquisición de TSB, ¿a qué atribuiría usted estos buenos resultados?
En el entorno de tipos de interés negativos en el que nos hallamos instalados ha sido todo un reto, sin duda, pero el fuerte ritmo de la actividad comercial y el incremento de los volúmenes de negocio nos han permitido obtener, un año más, un buen nivel de ingresos, tanto por márgenes como por comisiones. Este aumento de los ingresos y el mantenimiento, al mismo tiempo, de los costes bajo control, e incluso reducirlos a perímetro constante, junto con la menor necesidad de dotaciones por morosidad y activos dudosos, han sido determinantes para seguir en la senda de los beneficios.
La banca europea –y la española en particular– está atravesando un periodo de enorme desafío, marcado por una gran presión sobre la rentabilidad (derivada de los bajos tipos de interés), una débil demanda de crédito solvente y la necesaria transformación digital del sector. ¿Cómo afronta el Banco Sabadell este complicado entorno?
Es una situación generalizada, que afecta a todas las entidades financieras, no solo al Sabadell, y que cada entidad aborda según su situación. En nuestro caso, estamos manteniendo una buena evolución de los márgenes y la actividad crediticia empieza a reactivarse y a registrar los primeros incrementos de la cartera de crédito tras varios años de atonía. Por otra parte, internamente, estamos totalmente enfocados en nuestra adaptación digital y cumpliendo con rigor el calendario previsto en el Plan Director Triple 2014-2016, uno de cuyos principales objetivos era la transformación digital. Vemos en ello una gran oportunidad para mejorar la experiencia de nuestros clientes en su relación con el banco y finalizaremos el ejercicio con datos concretos y habiendo avanzado mucho en esta adaptación.
¿Cómo está evolucionando el crédito? ¿Perciben un aumento de la demanda de préstamo?
Sí, la cartera de crédito crece por primera vez en los últimos cinco años y este es un buen síntoma de recuperación de la actividad crediticia. La mejora de la situación económica de las empresas y los bajos tipos de interés contribuyen a estimular la demanda, aunque menos de lo que quisiéramos por la falta de confianza que aún existe ante la incertidumbre que hay en la geopolítica internacional, la economía europea y en la política española, que inciden sin duda en la toma de decisiones de inversión.
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