Entrevista a Antonio Zoido – Presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME)
Hace 10 años la Bolsa salió a bolsa. Desde entonces, y bajo la presidencia de Antonio Zoido, el operador bursátil español ha inyectado a las empresas más de 460.000 millones de euros en forma de capital. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, este directivo natural de Zafra subraya la contribución de Bolsas y Mercados Españoles (BME) al crecimiento de la economía en uno de los periodos más convulsos del parqué.
El presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido, se muestra preocupado. No es un hombre pesimista, al contrario, pero pasa por ser una de las personas mejor informadas enel mundo financiero y bursátil. El motivo de su desvelo es el fuerte edeudamiento que tiene la economía. En su opinión, el apalancamiento de las naciones, de las empresas y de las familias ha sido una de las principales causas que han provocado la gran crisis de 2007, probablemente la más grave de los últimos 100 años, y el hecho de que la deuda haya seguido creciendo es un factor de riesgo que permite argumentar que aún no hemos salido de la recesión.
A este problema se suman los riesgos geoestratégicos: el terrorismo, el brexit y, en el ámbito español, la inestabilidad política. Pero, a pesar de todo ello, considera una señal de esperanza que nuestra economía esté creciendo a buen ritmo y creando empleo. Oriundo de la localidad pacense de Zafra, fue responsable de la transición de BME, de su privatización y de la modernización del sistema bursátil español. No obstante, el reto aún no ha terminado. Tras la fusión de las distintas bolsas regionales, el desafío es Europa. La salida de Reino Unido de la Unión Europea es un revulsivo que afectará en profundidad al mercado bursátil del Viejo Continente.
¿Cómo puede influir el brexit a las bolsas europeas y, en general, a la actividad de BME?
Quedan muchas incógnitas por resolver. En teoría, hay dos años para que el Reino Unido negocie con la Unión una salida ordenada, pero hay voces que estiman que este proceso se podría alargar hasta seis años más. Los últimos informes publicados, como los del FMI, son negativos y pronostican una caída del PIB en todos los países europeos. Probablemente vienen años convulsos pero es pronto para estimar cómo va a influir en la economía española o en la Bolsa. Y entre esas grandes dudas, una de las más importantes es qué ocurrirá con toda la regulación financiera europea teniendo en cuenta la importancia de la City en el sistema financiero de la UE. Quizás en este ámbito estén las mayores dificultades a la hora de negociar la salida del Reino Unido.
A ello hay que sumar la interacción de este proceso con otras muchas incertidumbres que sobrevuelan en el ámbito nacional e internacional, tales como la evolución de la economía española y las reformas necesarias, tanto en las economías europeas como en otras de gran influencia como China y los países emergentes, sin olvidar los precios del petróleo, cuyos efectos resultan difíciles de evaluar.
En los últimos años hemos visto operaciones de concentración entre operadores de bolsas en todo el mundo. Recientemente los accionistas de la London Stock Exchange han dado el visto bueno a la fusión con Deutsche Börse. ¿Cuál será el escenario en el que actúen estos players mundiales en los próximos años? ¿Qué papel jugará BME en este proceso de concentración?
Precisamente el brexit afecta de una manera significativa a esta operación y también es pronto para concluir qué ocurrirá finalmente. Son procesos muy costosos y muy largos, que vienen precedidos de una larga experiencia de fusiones frustradas en el sector. Sobre esta operación han surgido numerosas voces críticas en Francia, Bélgica e incluso Alemania a raíz del brexit.
La evolución de estos movimientos entre los operadores de mercados pone de manifiesto la complejidad de estos procesos y la conveniencia de actuar con prudencia. Desde hace más de una década el sector de los operadores de mercados ha vivido un movimiento intenso de consolidación. Las operaciones a nivel nacional han tenido éxito y se han consolidado grupos por país, como en el caso de España.
En cambio, a escala transfronteriza ha habido muchos más fracasos que éxitos en las operaciones de fusión entre bolsas. Esto es debido a la complejidad y personalidad de los mercados de valores y su influencia e importancia en la vida política, económica y social en cada país en el que operan. Ha sido concretamente la Bolsa de Londres la que más ofertas de fusión ha rechazado, más de cinco entre el año 2000 y 2010 y siendo varias de ellas operaciones hostiles. Tampoco triunfó, años después, su intención de fusionarse con la Bolsa de Toronto por la oposición de los reguladores canadienses. Otra de las operaciones que fracasó por la oposición de la regulación de Competencia de la UE fue la fusión europea entre la Bolsa Alemana y Euronext (empresa que aglutina las Bolsas de Ámsterdam, Bruselas, París y Lisboa) que se intentó hace unos años.
Posteriormente Euronext se fusionó con la Bolsa de Nueva York (NYSE), entidad que hace poco fue comprada por otra bolsa estadounidense (ICE) y provocó que Euronext olviera a separarse del entramado americano y volviera a ser independiente. La fusión de la Bolsa australiana y la bolsa de Singapur también fue rechazada por las autoridades de ambos países. En todo caso, BME ve positivamente todo movimiento entre las bolsas que reporte beneficios para los inversores y para los participantes en el mercado, por eso sigue con la máxima atención toda actuación en este sentido. La Bolsa española está perfectamente capacitada para competir en cualquier circunstancia o entorno.
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Autor: Mariano Guindal.
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