Tras un 2016 en el que las fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés) fueron las operaciones protagonistas, este año las salidas a Bolsa comienzan a despegar. Prueba de ello es que el volumen de estas operaciones a nivel global casi se ha triplicado: de 14.000 millones de dólares a 35.000 millones en el primer trimestre de 2017.
“El año pasado el mercado comenzó con una elevada volatilidad por las preocupaciones por la situación económica en China, que posteriormente continuó con el prebrexit y con el propio resultado del referéndum, que fue una sorpresa para los mercados”, explica Noelle Cajigas, socia responsable de Mercado de Capitales de KPMG en España.
Sin embargo, en la actualidad los niveles de volatilidad se encuentran históricamente bajos, y las compañías se han animado a dar el paso de salir a Bolsa. En lo que va de año, en España se han producido las OPV de Prosegur Cash, Neinor y Gestamp, tres propuestas atractivas que han tenido una buena aceptación en mercado.
La última salida a Bolsa la protagonizó el pasado 7 de abril Gestamp, que colocó el 27% de su capital en una operación valorada en unos 870 millones de euros y que la convierten en la mayor de Europa de 2017. El presidente de la compañía, Francisco Riberas, calificó de “anecdótica” la caída del 4,46% que experimentaron las acciones en su primera jornada en el parqué, subrayando que el fabricante de componentes de automóvil “es un buen socio a largo plazo”.
“Es verdad que el mercado es exigente y no le vale todo, pero con los deberes hechos y la ventana de mercado bien elegida una OPV es una fuente de valor muy atractiva. A los vendedores potenciales de empresas hacía falta recordarles que las salidas a Bolsa siguen siendo competitivas”, subraya Cajigas.
Además, se debe tener en cuenta la buena situación del mercado español: el Ibex 35 se ha apreciado más de un 10% en lo que va de año, frente al 4% del CAC40 o un 5% en el Euro Stoxx 50. Además, las previsiones de crecimiento del PIB y empleo se revisan al alza, se ha dejado atrás la incertidumbre política y los resultados de las compañías mejoran.
Pese al binomio de una menor volatilidad y un mejor comportamiento de las OPV respecto al año pasado, lo cierto es que no se espera que se produzca un estallido de salidas a Bolsa en los próximos meses. “Hace falta una preparación de meses, aunque la mejor acogida que han recibido las últimas operaciones, puede llevar a otras empresas a animarse a dar el paso y realizar el esfuerzo que requiere preparar una OPV”, sostiene Cajigas.
Pero el actual entorno de liquidez implica que “sigue habiendo mucho apetito por el M&A”, afirma la socia responsable de Mercado de Capitales. Por ello, apuesta por que durante los próximos meses se observará un mayor número de dual track: preparar a la vez una OPV y una operación de M&A para elegir la mejor vía con toda la información disponible.
“A las compañías les va a volver a compensar el esfuerzo de valorar las dos vías y dejar la puerta abierta a una salida a Bolsa”, asegura Cajigas, al tiempo que advierte de que estas tendencias dependerán de la evolución de los mercados.
“Si hay una corrección, puede que esta tendencia se frene”, indica, en referencia al buen primer trimestre del año tras la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y la revitalización de las expectativas de crecimiento. Pero estos pronósticos se pueden ver enfriados si el Congreso estadounidense impide llevar a cabo sus reformas fiscales expansivas o si se produce un giro inesperado en los procesos electorales de Francia y Alemania.
“Entramos en una época en la que las compañías al menos se plantearán realizar una salida a Bolsa, y seguiremos así mientras no se produzca una corrección significativa en las valoraciones de mercado”, concluye Cajigas.
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