Los grandes bancos españoles obtuvieron un beneficio neto de 7.967 millones de euros, lo que supone un incremento del 21% respecto al mismo periodo del año pasado, principalmente por el descenso de las provisiones y el aumento del margen de intereses y el margen bruto. Del mismo modo, las entidades cotizadas en el Ibex 35 continúan la senda de reducción de los activos dudosos y la tasa de morosidad.
Como explica Francisco Uría, socio principal de KPMG Abogados y socio responsable el Sector Financiero de KPMG en España, este incremento se ha dado a pesar de “la presión que ejerce sobre la cuenta de resultados un margen financiero fuertemente condicionado por la continuidad de la política de bajos tipos de interés”.
“Dejando al margen el caso del Popular y sus efectos derivados, la mejora ha sido bastante generalizada, aunque no idéntica entre las entidades y, en el caso de las más grandes, el negocio en España contribuye de forma notable a los resultados positivos de los grupos”, afirma Uría.
Por su parte, el incremento de ingresos vía comisiones no logra contrarrestar la caída del Resultado de Operaciones Financieras (ROF) que disminuye en un 11%. La rentabilidad del sector (ROE) crece hasta el hasta el 8,2% frente al 7,6% registrado en el mismo periodo del año anterior, mientras que el nivel de solvencia (TIER1 fully loaded) se situó al cierre del periodo en el 11,8% (+1,6%).
Las provisiones para insolvencias disminuyen un 22%. Del mismo modo, los activos dudosos se reducen hasta los 89.013 millones de euros y la morosidad cae a una media de casi el 7%. Por otro lado, en términos globales, el número de oficinas y empleados asciende un 1,4 % y 2,8%, respectivamente.
“Lo razonable es que esta tendencia positiva se mantenga e incluso mejore en los próximos meses, sobre todo si, como parece probable, se producen cambios progresivos en la política monetaria a lo largo del año 2018”, sostiene Uría.
No obstante, “las entidades continuarán afrontando retos como la perseverancia en su estrategia de contención de riesgos, la mejora general de su eficiencia o el aprovechamiento de las ventajas derivadas de la transformación digital”.
En cuanto al desarrollo a futuro, el socio principal de KPMG Abogados y socio responsable de Sector Financiero advierte que los mercados dictarán la suerte final de muchas entidades ya sea en relación con procesos de reestructuración, salida a bolsa o la suscripción de los instrumentos MREL.
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