1894, Henry Ford inventa el coche con motor combustible. Como toda nueva creación, en un principio generó desconfianza. Seguro que a Ford le preguntaron más de una vez que explicara y mostrara el funcionamiento del mismo. Del mismo modo, Alberto Gómez Toribio, CEO de Clluc, startup basada en la tecnología blockchain, espera que el boom que gira en torno al fenómeno blockchain se suavice. “En realidad no necesitamos entender cómo funciona la cadena de bloques para poder utilizarla, con el tiempo tanta curiosidad se normalizará y nos creeremos que debajo del capó las cosas funcionan bien”, sostiene.
Una aproximación sencilla
“Es una tecnología que permite crear redes, similares a las redes Peer to Peer que permiten intercambiar ficheros como películas o una canción, pero en el caso de la cadena de bloques lo que se comparten son títulos digitales, denominados tokens”, afirma Gómez Toribio. Blockchain es la tecnología que subyace y facilita este intercambio, permitiendo a las personas y empresas conectarse a estas redes para transferir dichos títulos digitales que pueden representar, por ejemplo, en algunos casos, dinero, en otros, deudas o participaciones de sociedades.
Como en el caso de las P2P, en el blockchain hay diferentes redes, por ejemplo, una en la que se comparten bitcoins, otra en la que se transfieren ethers… Del mismo modo existen redes públicas (como la de bitcoins) o privadas como la Red Lyra, el primer consorcio de blokchain de España que reúne, entre otras, a destacadas instituciones financieras como el Banco Santander, BBVA o Sabadell.
¿El fin de los intermediarios?
“Aunque muchos afirman que con el blockchain se eliminan los intermediarios, en realidad sí que los hay”, subraya Gómez Toribio. Blockchain viene a ser un gran libro contable, la base de datos donde se anota quién es el titular de cada uno de los títulos digitales. Todas las personas que tienen acceso a ese libro contable disponen de una copia completa del mismo, de modo que “para consolidar una operación en esta red, la mayoría de personas tiene que haber aprobado la operación, por lo que al final el número de intermediarios es aún mayor”.
Ojo con las expectativas
Los títulos digitales que permite crear la tecnología blockchain pueden ser igualmente utilizados por las compañías en casi todas las industrias, sin embargo Gómez Toribio recomienda ser cauto: “es cierto que las posibilidades son infinitas pero no caería en la sobrevaloración de las expectativas. El boom que atraviesa blockchain ahora mismo es similar al que se vivió en los noventa con Internet, cuando únicamente se podía realizar una operación, enviar emails, muy útil, pero una”. Del mismo modo, la cadena de bloques, aunque se podría utilizar para muchas otras cosas- aún es necesario que el mercado avance-, permite únicamente realizar en estos momentos una acción: transferir títulos digitales (tokens).
¿Principales barreras?
Que el resto de mercados se encuentren preparados para aceptar el uso de las criptomonedas destacaría como principal limitación para Gómez Toribio. Además, se necesita de un entorno regulatorio propicio y del talento necesario para su desarrollo. “La buena noticia es que España es de los mejores países del mundo para crear una compañía relacionada con el blockchain”. Según señala Gómez Toribio nuestro país está muy por delante de otros en el ámbito institucional. “Lo habitual es que sean las start-ups las que acudan al regulador, en algunos casos se mantienen una serie de contactos informales, en otros nos ponen un observador. En cualquier caso, su posición está siendo la de facilitador”, afirma.
Perfil del usuario
Debido a los recientes ciberataques ocurridos a nivel mundial en los que se solicitó el pago por rescate mediante bitcoins, la tecnología blockchain, a menudo, se relaciona con el mundo del fraude, traficantes o drogas pero lo cierto es que según un informe de la Comisión Europea el siguiente tipo de usuario: perfil relacionado con la tecnología, que trabaja en grandes corporaciones y al que le gusta invertir su dinero en este tipo de proyectos. “Individuos que, conscientes del riesgo, destinan parte de sus ahorros en algo muy seguro y otra parte en proyectos mucho más arriesgados como pueden ser los relacionados con el blockchain”, añade.
¿Desaparecerá el blanqueo de capitales?
“Al contrario, se acentuará aún más”, destaca Gómez Toribio. Las criptomonedas disponen de las mismas propiedades que el dinero en efectivo pero con la diferencia de que con este último no puedes realizar grandes compras sin identificarte. Por ejemplo, no podrías comprarte un yate en efectivo, con bitcoins sí, es legal. “La ley del dinero electrónico no aplica en el caso de los bitcoins. Por lo que lo más probable es que no se elimine el fraude sino que se incremente, aumentando las oportunidades de negocio de las auditorías que se encontrarán ante procesos de transparencia más interesantes”.
Impacto en el mercado laboral
En este sentido dos palabras marcarán su impacto: transformación y deslocalización.
Transformación. “Es cierto que van a desaparecer algunos perfiles profesionales pero no solo por el blockchain sino por muchas otras tendencias en auge como la automatización o la Inteligencia Artificial”, sostiene Gómez Toribio. “En cualquier caso, más que desaparición lo que ocurrirá será una transformación y quién mejor para adaptarse a ese nuevo rol que los profesionales que cuentan con experiencia anterior en un determinado campo”, subraya.
Deslocalización. El blockchain permitirá contratar a personas en cualquier parte del mundo, incluso en las que no se cuente con medios tradicionales de pago, como por ejemplo en algunos países africanos en los que no disponen de cuentas bancarias y los pagos se realizan a través del teléfono móvil.
Como es costumbre, al igual que en otros nuevos campos digitales, en blockchain escasea el talento. Si eres desarrollador software, estás de enhorabuena, ya que junto al conocimiento de base del que disponen “el hecho de estar acostumbrados a salir de la zona de confort más a menudo les capacita para desarrollar estas aptitudes en muy poco tiempo”, sostiene.
Desarrollo futuro
En el corto plazo, las empresas están utilizando esta tecnología para transferir la titularidad de activos, permitiendo el uso de estos títulos de propiedad agilizar muchos de sus procesos.
En un segundo estadio, en dos o tres años, se podrían desarrollar más casos de uso como los sistemas de identidad. Mediante contratos inteligentes (programas de ordenador desplegados en una red, similar al cloud, que se encargan de la gestión de estos títulos), se podrían crear perfiles en los que se anoten datos personales, como por ejemplo la cantidad de ahorros que has tenido durante un tiempo, información que a la hora de solicitar un préstamo podría facilitar la operación al ser considerado por la entidad financiera como un activo de menor riesgo.
En el largo plazo, se podría vislumbrar un futuro en el que las empresas se financien utilizando criptomonedas, donde existan programas de Gobierno que permitan tener su dinero en un programa de ordenador. De hecho, ya en la actualidad se han dado casos relacionados con el fenómeno ICO (Initial Coin Offering, en inglés). Esta Oferta Inicial de Moneda vendría a ser el instrumento para financiar, en el mundo de las criptomonedas, el desarrollo de nuevos protocolos.
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