En pocas décadas, Bilbao ha pasado de ser considerada una ciudad industrial a una moderna y dinámica. Su alcalde, Juan María Aburto, mira hacia el futuro con confianza, con una visión de ciudad inteligente en el que las nuevas tecnologías tienen un papel importante pero en el que los protagonistas son los ciudadanos. La calidad de vida de todos sus habitantes, la eficiencia energética y el cuidado por el medio ambiente son los principales líneas que orientan el futuro de Bilbao.
Para alcanzar estos objetivos, Aburto desgrana en esta serie de entrevistas a alcaldes en Valores Digital algunas de las medidas que tiene en marcha el Ayuntamiento: el desarrollo urbano, el proyecto Bilbao, Balioen Hiria, el impulso al transporte público y al reciclaje y la apuesta por la energía sostenible.
– Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para 2030 se encuentra lograr que las ciudades sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. ¿Cómo le gustaría que fuese Bilbao en 2030? ¿Qué medidas va a abordar para conseguir que esa ciudad se haga realidad?
Bilbao es una ciudad pequeña en tamaño pero grande en ambición. Hace tres décadas, Bilbao se encontraba al borde del abismo económico, social y medioambiental, con un modelo de ciudad industrial en plena decadencia que había convertido la Ría en un vertedero sin vida y nos dejó como legado grandes solares repletos de ruinas industriales. Las inundaciones de 1983, las mayores que hemos conocido en los últimos 500 años, supusieron la puntilla para una situación agónica, que nos obligó a replantearnos en un tiempo récord nuestro modelo de ciudad. Y lo hemos hecho en clave medioambiental, recuperando la vida en la Ría, en clave urbanística, con un modelo de regeneración urbana que se ha convertido en referencia internacional, y también en clave económica y social, apostando por la innovación, la creatividad, las industrias limpias y, por supuesto, impulsando la formación, la creación de empleo y una política social que nos permita avanzar sin dejar a nadie atrás. Yo creo que tenemos que seguir avanzando por este mismo camino, que el tiempo ha demostrado que es el camino correcto.
– El Plan de Gobierno 2015-19 estableció como objetivo hacer de Bilbao una ciudad “de las personas, a la vanguardia del desarrollo urbano, colaborativa para la generación de riqueza y empleo y con identidad propia. ¿Cuáles de estas metas se han conseguido y en cuáles tiene previsto trabajar en los próximos dos años?
Como le decía, el modelo de desarrollo urbano de Bilbao ha colocado siempre a las personas como centro y motor de la actividad pública, y en el Ayuntamiento de Bilbao llevamos años apostando por fórmulas que favorezcan la cooperación público-privada a todos los niveles, con especial atención a la participación ciudadana. De cualquier modo, no se trata de objetivos estáticos, sino que van evolucionando con el tiempo, en virtud de los cambios que se producen en la propia sociedad. Por eso, en este momento, el Ayuntamiento de Bilbao se encuentra inmerso en el proyecto Bilbao, Balioen Hiria (Bilbao, Ciudad de Valores), con el que queremos identificar, compartir y poner en valor, con la participación de la ciudadanía y de todos los agentes sociales, políticos, económicos y culturales de la Villa, esos valores que nos dignifican como personas y como sociedad, para sustentar sobre ellos los grandes y pequeños proyectos, programas y actuaciones de futuro de nuestra ciudad.
– Hace unos meses, Bilbao recibió el premio ‘Smart City’, otorgado por el Grupo Financial Times. Para usted, ¿qué beneficios tiene para los ciudadanos vivir en una ciudad inteligente?
Hay que recordar que el Ayuntamiento de Bilbao fue la primera institución pública del Estado en obtener la Certificación de Calidad de Ciudades Inteligentes y Open Data según la Norma UNE 178301, y este premio del Grupo Financial Times respalda nuestra estrategia para lograr una ciudad perfectamente conectada mediante las nuevas tecnologías de la información y comunicación, y nuestra apuesta por la innovación, el conocimiento, la excelencia y la internacionalización, sin dejar de lado aspectos claves para nuestro desarrollo urbano como el impulso del emprendimiento y de la creación de empleo o la estrategia municipal de movilidad y sostenibilidad. Todo esto supone mayores cotas de bienestar para el conjunto de la ciudadanía, más transparencia y rigor en la gestión de los bienes públicos y el reforzamiento de nuestro orgullo de pertenencia a una de las mejores ciudades del mundo.
– Una de las características comúnmente señaladas de estas ‘ciudades del futuro’ es el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para conocer los comportamientos de sus ciudadanos y así mejorar el tratamiento de residuos, alumbrado, gestión de tráfico… ¿Está realizando Bilbao medidas en este sentido? ¿Qué tecnología le parece más útil para ayudar al mejor funcionamiento de la ciudad?
También aquí, las nuevas tecnologías nos facilitan mucho el trabajo, con la posibilidad de obtener datos en tiempo real que nos permiten actuar con una celeridad desconocida hasta hace no muchos años. Efectivamente, Bilbao dispone de todas esas tecnologías que usted cita, pero tan importante como la tecnología es contar con una población sensibilizada y concienciada con la necesidad de cuidar y preservar nuestro entorno para legárselo en las mejores condiciones posibles a las generaciones venideras. Sin duda alguna, por encima de la tecnología está siempre el factor humano.
– Otro atributo de las Smart Cities es el cambio hacia la gobernanza pública (Smart Governance), basada en la participación ciudadana, la transparencia y la instauración de un gobierno más abierto. Bilbao ha sido reconocido varios años en rankings internacionales por su nivel de transparencia y cuenta con un portal web específico. ¿Cree que los ciudadanos han mejorado su nivel de confianza en los últimos años gracias a estas iniciativas?
– Una de las particularidades del caso Bilbao es el grado de complicidad alcanzado entre la ciudadanía y sus representantes políticos. Cada uno de los bilbaínos y bilbaínas sabe que la limpieza de la Ría, la construcción del Metro, el Museo Guggenheim o el Palacio Euskalduna y todas las grandes y pequeñas actuaciones de regeneración que se han llevado a cabo tanto en el centro de la ciudad como en cada uno de sus barrios es fruto de la ilusión y del trabajo diario de cada una de las personas que vivimos, convivimos y disfrutamos en Bilbao. El Ayuntamiento de Bilbao y el resto de instituciones públicas nos hemos limitado a encauzar ese esfuerzo colectivo, y lo hemos hecho efectivamente con toda la honradez y todo el rigor posible, porque los políticos estamos aquí para servir y no para servirnos.
– ¿Cómo pueden las ciudades grandes garantizar la participación de todos los ciudadanos en la toma de decisiones? ¿Qué tipo de decisiones cree que deberían ser tomadas por los ciudadanos de Bilbao? ¿Cree que es importante recurrir a las tecnologías para conocer el grado de satisfacción de los bilbaínos con su ciudad?
Sin duda alguna, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han llegado para quedarse y sus efectos se notan ya en muchos aspectos de la vida cotidiana en general y de la gestión administrativa en particular, con una reducción radical en el consumo de papel, con la posibilidad de realizar la mayor parte de los trámites administrativos de forma remota y con total seguridad jurídica, y con el desarrollo de nuevas utilidades que nos permiten interactuar de forma fiable y eficiente. Yo creo que las nuevas tecnologías han llegado para facilitarnos y enriquecernos la vida y que constituyen un instrumento inmejorable para fomentar la participación directa de la ciudadanía en la formulación de propuestas y en la toma de decisiones. Así lo entendemos en el Ayuntamiento de Bilbao y ya estamos trabajando en esa línea.
– Dentro de la Smart Governance también se enmarca la administración electrónica de las ciudades, para llegar a una gestión sin papeles (paperless) y a una mayor transparencia. ¿Qué supone un mayor reto: implantar la administración electrónica o formar a la población para que utilice estos medios?
Una cosa va unida a la otra. Es absurdo invertir en la implementación de utilidades que nadie va a utilizar. Eso es algo que hemos tenido siempre muy claro en el Ayuntamiento de Bilbao, y por eso hemos colaborado siempre en el desarrollo de programas específicos para todos los colectivos sociales, con el objetivo de superar la brecha digital y facilitar el acceso universal a las nuevas tecnologías.
– Además de la superpoblación de las ciudades, la tendencia demográfica es la del envejecimiento de la población y la progresiva reducción de la natalidad. Esto supone un progresivo envejecimiento de la edad media de la población de las ciudades. Según la OECD, en 2050 más del 30% de la población española tendrá más de 65 años. ¿Cuáles son los principales retos que supone el envejecimiento de la población para una ciudad como Bilbao?
Sin duda alguna, el incremento de la esperanza de vida supone un reto de primer orden para el conjunto de los poderes públicos, tanto desde un punto de vista económico como sanitario y social. Porque tan importante como dar años a la vida es dar vida a los años; en eso consiste lo que habitualmente solemos denominar envejecimiento activo. Y en Bilbao llevamos años trabajando en ese campo, con programas municipales de salud, deporte y ocio creativo específicamente diseñados para las personas mayores de 65 años. Naturalmente, cada reto supone siempre una oportunidad y, en ese sentido, Bilbao aspira a liderar nuevos nichos de negocio, emprendimiento y empleo vinculados al ámbito socio sanitario y a la atención a las necesidades específicas de las personas mayores.
– En las últimas décadas Bilbao ha dado un impulso a su regeneración urbanística, pasando de una ciudad industrial a otra caracterizada por una imagen vanguardista. ¿Qué planes urbanísticos contempla Bilbao en el medio y largo plazo? ¿Cómo visualiza el paisaje de la ciudad en el futuro?
En este momento, Bilbao tiene dos grandes proyectos entre manos: la isla de Zorrotzaurre, que combinará usos residenciales con industrias limpias, centros de innovación y formación punteros y equipamientos públicos, y la actual playa de vías de la estación de Abando, que con la llegada soterrada del Tren de Alta Velocidad, se convertirá en un nuevo barrio entre el área urbana de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala y la zona del Ensanche. Además de estos dos grandes proyectos, tenemos también un amplio listado de actuaciones previstas en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana que se está elaborando en estos momentos con la participación de la ciudadanía y del resto de actores públicos y privados implicados.
– Otro aspecto característico de Bilbao es su apuesta por el transporte público, aunque su uso frente al vehículo privado tiene un amplio margen de mejora. ¿Qué medidas contempla el Ayuntamiento en materia de transporte? ¿Cómo planea incentivar que los ciudadanos se muevan en transporte público?
Bilbao dispone de un sistema de transporte público intermodal muy bien valorado por las personas usuarias, con los autobuses urbanos de Bilbobus como gran elemento vertebrador de este sistema a lo largo y ancho de toda la ciudad. Este mismo año hemos asistido a la puesta en marcha de la Línea 3 del metro, que da servicio a los barrios del norte de la ciudad, y durante los próximos años asistiremos a nuevos avances relacionados con la ampliación y mejora de las redes de metro y tranvía. Todo ello ayudado de una política tarifaria basada en el billete único e intermodal, que convierte el transporte público en Bilbao en una opción mucho más cómoda y atractiva que el vehículo particular. Además, seguimos impulsando nuestra red de bidegorris -carriles bici- y el servicio de préstamo de bicicletas, que muy pronto incluirá también bicicletas eléctricas.
– Según datos de Naciones Unidas, las ciudades ocupan apenas el 3% del planeta pero representan entre el 60 y 80% del consumo de energía y el 75% de las emisiones de carbono. ¿Cuál es el punto de partida de Bilbao en materia de eficiencia energética?
En los últimos años, hemos modernizado todos los semáforos y prácticamente toda la iluminación de la ciudad, incluida la iluminación ornamental del Palacio Consistorial y de otros elementos del patrimonio arquitectónico de la ciudad, mediante la instalación de iluminación led y otros sistemas de bajo consumo. También estamos inmersos en un costoso proceso de sustitución de los autobuses urbanos por unidades más ecoeficientes. Y a todo esto hay que añadir nuestra apuesta por equipamientos o elementos de cero emisiones o emisiones negativas. Por ejemplo, las baldosas que rodean el edificio administrativo del Ayuntamiento están diseñadas para absorber emisiones de gases de efecto invernadero. La eficiencia energética y el respeto y cuidado del medio ambiente es una de las principales apuestas de futuro de nuestra ciudad.
– Otro de los problemas que será necesario abordar para alcanzar una ciudad sostenible e inteligente es la generación de residuos. ¿Qué cree que es necesario priorizar: generar menos residuos, reciclar o establecer un mejor sistema de recogida y tratamiento?
En Bilbao apostamos por un sistema que incluye todos esos aspectos. Recientemente, hemos instalado en toda la ciudad el quinto contenedor, el contenedor marrón, destinado a la recogida de residuos orgánicos, cuya labor complementa a la que llevan haciendo dos décadas el resto de contenedores: amarillo para el plástico, azul para el papel y verde para el vidrio, además de los contenedores del resto de residuos y los específicos para aceite y pilas. Todos esos residuos son correctamente tratados para su reciclaje y con lo que sobra se lleva a cabo un proceso de incineración de ciclo combinado para la generación de energía eléctrica. Por tanto, contamos con todos los medios técnicos y tecnológicos necesarios para la gestión inteligente de los residuos urbanos. Nuestro esfuerzo deber ser mantener y elevar el actual nivel de concienciación ciudadana, porque la sostenibilidad es un reto de todas y de todos.
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