La gestión de los Recursos Humanos se adapta a los nuevos tiempos mejorando sus procesos, al igual que el resto de áreas profesionales, con el objetivo de evolucionar y transformarse.
La retribución es una herramienta de gestión fundamental para modificar los comportamientos de las personas en las organizaciones y transmitir a los empleados qué es importante y cuáles son los objetivos de negocio de una organización. Adecuar la remuneración a las necesidades de las compañías y a sus planes estratégicos es fundamental para alinear a las personas con estos objetivos.
La agilidad con la que se están produciendo los cambios tecnológicos es exponencial, por ello en 2018 se empieza a vislumbrar cómo las compañías aprovechan la digitalización para gestionar e impulsar sus iniciativas en términos de gestión de Recursos Humanos, y de políticas retributivas.
Hasta el momento la transformación digital estaba liderada por los CEOs, directores generales, y los departamentos de marketing y ventas, por ser las áreas donde los impactos del cambio digital eran más evidentes. Hoy en día, el departamento de Recursos Humanos está tomando un papel muy activo en este proceso. Esto denota que el cambio de modelo de gestión está empezando a permear a toda la organización, e implica la transformación de la cultura de trabajo, los perfiles de las personas y la gestión en todo el “ciclo de vida” de la actividad del departamento.
En este contexto, es más necesario que nunca invertir en las personas, y las empresas tendrán que encontrar el valor de combinar perfiles nacidos en la era digital que aportan conocimiento, innovación y entusiasmo; y empleados con experiencia que conocen el negocio y aportan gran experiencia; y todo ello integrando las herramientas digitales en el día a día de la compañía. Conseguir una combinación de éxito entre los desarrollos tecnológicos, los empleados tradicionales y los nuevos perfiles haciendo más eficientes los procesos a través de la digitalización es el gran reto que afrontan las compañías en el corto plazo, siendo la tecnología el facilitador.
A día de hoy, ya un 5% del total del trabajo en España es desarrollado de manera automatizada, y en 2018 el 60% de las compañías prevé seguir avanzando en la integración de nuevas tecnologías y digitalización. También el 49% prevé invertir en sistemas de RRHH.
¿Cómo afecta esto a los sistemas de remuneraciones? La revisión de las políticas retributivas es una de las principales prioridades en 2018 y es necesario adecuarlas a la nueva realidad. Además, el desafío derivado de la complejidad del tratamiento de datos para el diseño de sistemas de remuneración adaptados a esta realidad, está en automatizar, identificar y definir indicadores o métricas fiables y realistas que se adecúen a los nuevos retos del negocio digital y se vinculen adecuadamente con la retribución.
La revisión del sistema de gestión del desempeño y de retribución variable es fundamental para conseguir la trasformación y los objetivos de negocio. Por ello, desde 2017 el 72% de las empresas los ha revisado según nuestros datos, y se prevé sigan evolucionando en 2018 para simplificar, facilitar y agilizar el proceso, adaptándolo a la realidad cambiante del negocio y evitar dedicar tiempo a actividades burocráticas, siendo los analytics esenciales. Además, en este año también se quiere continuar mejorando las conversaciones entre managers y empleados para que aporten un valor diferencial y de verdad sean útiles.
En cuanto a las tendencias en retribución fija/ variable, el 11% de las compañías de las que tenemos información tienen previsto cambiar la retribución fija por variable, doblando el número de compañías que lo hicieron en 2017.
Finalmente en un contexto de demanda de competencias muy específicas, atraer y retener talento es la principal prioridad para el 44% de las empresas.
Por ello, ante la escasez de determinados perfiles, surge la necesidad de plantearse la creación de políticas retributivas ad hoc muy competitivas para colectivos específicos que convivan con otras más generales.
Sin duda, 2018 puede ser un buen momento para abordar todos estos retos y transformar de verdad tanto a la organización, como al departamento de RRHH aprovechando la mejora de la situación económica y la evolución exponencial de la tecnología.
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