El director de la Factoría Digital de Siemens y presidente de Siemens Industry Software vive en primera persona cómo la Cuarta Revolución Industrial está transformando los pilares de la fabricación. En su conversación con KPMG Tendencias sobre la Industria 4.0, defiende la necesidad de que los primeros directivos promulguen las oportunidades que brinda la tecnología -siempre que su inclusión se realice de forma estratégica- y la importancia del talento, haciendo hincapié en la necesidad de adoptar una actitud digital ante esta revolución.
P – ¿Cómo percibe Siemens la situación de España frente a Europa y el mundo ante esta revolución industrial?
R – España es un gran país, y la prueba es la capacidad que hemos tenido de reinventarnos en situaciones adversas. Con la crisis financiera numerosos sectores han sufrido, pero han sabido adaptarse para no caer. Es el caso de las infraestructuras, donde ya empezamos a ver grúas en el horizonte, el sector aeronáutico, que hoy en día se encuentra muy internacionalizado, o el de automoción, donde hemos pasado de ser el cuarto fabricante de automóviles a nivel europeo al segundo. Tampoco podemos olvidar el sector food & beverage, donde somos uno de los cuatro países más exportadores a nivel europeos y donde confío en que estaremos entre los tres primeros en poco tiempo.
Respecto a la Industria 4.0 en particular, no debe caber la menor duda en que los sectores industriales españoles están tomando las medidas y las inversiones necesarias para no dejar pasar este tren. En la actualidad hay mucha tecnología y automatización implementadas, y continuará incrementándose en los próximos años.
“Habrá que poner el foco de atención en las pymes”
La cuestión pasa por las pymes: en España el tejido industrial está formado principalmente por pymes, y es donde habría que poner el foco de atención. Pese a que los grupos más visibles y potentes ya están en la senda, no debemos olvidar que existe una parte cuantitativamente muy importante que no tiene la dimensión para poder abordar los cambios tecnológicos y las inversiones que requiere el mundo de la digitalización.
P – ¿Cómo ve las fábricas en diez años?
R – Veo una industria muy potente, porque conozco a muchos de los líderes actuales y soy consciente de la fortuna que tienen las compañías de contar con ellos. Tienen visión de futuro y de apuesta clara. Esto es importante porque, en mi opinión, los directivos de las empresas son los responsables de promover y liderar esta transformación, más allá de tomar las decisiones de inversión necesarias.
Además, contamos con el apoyo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que tiene la apuesta clara de apostar por la transformación digital y también ayudar a las pymes en este camino. También me consta que se está observando el modelo alemán con mucho detalle, y esto es una buena noticia. En Alemania, el plan se basa en potenciar al Mittlestand -pequeñas y medianas empresas- con foco en determinadas tecnologías el objetivo es convertirlas en campeonas mundiales de su producción, y es el modelo que en mi opinión deberíamos seguir.
P – ¿Qué tecnologías están produciendo un verdadero punto de inflexión en la industria?
R – Siempre digo que con las nuevas tecnologías hay que ser muy prudente, ya que existe lo que denomino ‘apóstoles del Powerpoint’. Hay que abordar las nuevas tecnologías con prudencia, no abusar de su uso -sobre todo a título nominal- y hacerlas descender hacia la realidad industrial. Pero desde mi punto de vista hay dos tecnologías que están adquiriendo mucha relevancia. En primer lugar la impresión 3D, con la que hemos podido constatar en nuestra propia compañía los avances que supone en fabricación. También la realidad aumentada: es increíble que hoy en día te puedas incorporar desde Madrid a una línea de producción de Shanghai, ayudando a resolver un problema a través de unas gafas de realidad aumentada. Eso es el mundo de la transformación digital.
“Hay que hacer descender las tecnologías a la realidad industrial”
También cabe destacar el gemelo digital, que permite unir completamente el mundo físico y el virtual. A través de dos hermanos, uno virtual y otro físico, los fabricantes pueden experimentar el desarrollo de un producto desde su concepción, producción mantenimiento y su propia reinvención. Una vez cerrado el ciclo, se puede volvar la información al gemelo físico, respondiendo exactamente igual que el prototipo virtual.
P – El sector coincide en señalar a esta revolución industrial como la más veloz, por la capacidad de irrupción de nuevas tecnologías. ¿Cómo elige Siemens en qué tecnologías es necesario poner foco?
R – La capacidad de una compañía de reinventarse es indispensable, y Siemens a sus 175 años ha pasado por todo tipo de conflictos, gobiernos… Siempre hemos estado invirtiendo y desinvirtiendo, vivimos en un estado de alerta permanente. Siempre digo que si sientes el aliento de tu competencia en la nuca vas bien, pero si notas su mano en tu hombro es que ya has perdido. En nuestra compañía vivimos en un estado de alerta permanente, siempre estamos invirtiendo y desinvirtiendo.
Nuestro objetivo en la actualidad es ganar competitividad. Queremos ser más rápidos, flexibles y tecnológicos, con foco en determinados campos. Por ejemplo en salud, movilidad, energías renovables y gran industria. En los últimos diez años hemos invertido 10.000 millones de euros, además de invertir en conocimientos: anualmente destinamos más de 5.000 millones de euros a I+D+i. Pero también nos dimos cuenta que es imposible estar en todos los rincones del mundo, y para ello creamos hace tres años Next 4, que tiene como objetivo analizar start-ups a nivel global.
De cara a los próximos cinco años, nuestro foco en el área industrial son principalmente los datos. A nivel industrial las fábricas generan multitud de datos, y el reto es decidir qué información y datos de los que se generan en el shop floor son susceptibles de ser ubicados en una plataforma de cloud para ser tratados como Smart data, eliminando de la ecuación el ruido que no aporta valor. Sin duda, los datos son la clave del futuro, y con nuestra plataforma MindSphere queremos ofrecer a nuestros clientes la posibilidad de diseñar apps con las que sacar el mayor partido de esos datos, subiéndolos a la nube de una forma rápida y segura.
P – Uno de los aspectos que más incertidumbre genera es el papel de los trabajadores en este proceso, tanto su adaptación a esta gran transformación de la industria como la importancia del talento y la captación de nuevos perfiles especializados.¿Cómo se puede garantizar que todos los trabajadores tienen a su disposición el conocimiento y la formación suficientes como para no quedarse atrás?
R – En Siemens colaboramos con centros de educación en los tres niveles formativos, ya que todos tienen su espacio en la transformación de la industria. A nivel de operarios, trabajamos desde la formación dual a través de advisoring e inversiones en escuelas de Formación Profesional. Además dotamos con premios tecnológicos a los mejores inventos del año, y cada año me sorprendo de la capacidad que tienen nuestros jóvenes en España para apostar por la tecnología.
También trabajamos con las universidades: en algunas ya se están desarrollando másteres en Industria 4.0 y nosotros ayudamos a estos centros desarrollando aulas digitales, donde los alumnos puedan experimentar las competencias que reciben durante el máster. Y por último, también colaboramos con las escuelas de negocio.
Lo que tenemos que tener claro es que en esta transformación caben todos y todos tienen un lugar, desde los CEOs que deciden las inversiones, a los ingenieros superiores y medios que dirigen las factorías pasando por los ingenieros mecatrónicos, que son quienes tienen que saber manejar la tecnología.
“Las mayores resistencias se dan ante el cambio cultural”
Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que las mayores resistencias se dan ante el cambio cultural: la confortabilidad de estar en un puesto de trabajo en el que levas un tiempo y ante el que tus competencias sean las mismas. El aprendizaje en el siglo XXI debe ser continuo, no es admisible que porque una persona haya estudiado en un buen centro educativo crea que ya lo ha hecho todo. Descolgarse de la formación puede tener graves consecuencias para la empleabilidad y para la empresa.
Por otro lado, no creo que esta sea una batalla de edad. Ni un millennial ni un senior tienen mejor o peor perfil digital: yo creo en la actitud digital, donde entran todos. Lo importante es cómo te enfrentas al reto, y yo a lo largo de mi carrera me he encontrado a seniors que han tirado la toalla y otros que se dejan la piel en sumarse a la digitalización.
Tampoco debemos olvidar la diversidad de género. En la industria la llegada de la mujer se ha ralentizado, no encontramos en el sector muchas consejeras delegadas o responsables de planta de forma habitual. A nivel formativo yo como profesor de universidad de carrera STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) constato que no pasamos del 22 y 24% de mujeres. Pero estoy convencido de que la transformación digital va a traer muchas cosas positivas y entre ellas está la igualdad en la industrial, al hacerse más atractiva para las mujeres. Van a llegar muchas más mujeres a las carreras STEM y esto va a enriquecer nuestras industrias.
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