La sociedad convive con los seguros, en la mayoría de ocasiones forzados por la obligatoriedad. Y suele relacionarse con su compañía aseguradora solo cuando tiene lugar un siniestro, lo que imprime una complejidad adicional para que la percepción del sector sea positiva. Pero el denominado Insurtech, que ha irrumpido en otros sectores con cierto aire de competitividad, llega a los seguros para facilitar a las aseguradoras poner el foco en el cliente.
El socio responsable de la práctica Fintech de KPMG España, Carlos Trevijano, compartió con el resto de participantes del evento Insurtech, organizado por KPMG, los datos del último estudio global publicado por la firma sobre el “Pulse Fintech” que pone de manifiesto que Insurtech con 247 operaciones con un valor de 2.100 millones de dólares fue el área de las Fintechs hacia la que mayor inversión ha fluido en 2017. Estos 2.100 millones suponen el 53,8% de la inversión total de 3.900 millones desde 2010, lo que muestra su impresionante aceleración.
“La participación del Insurtech ha crecido mucho durante el último año a nivel global, por la maduración de startups que desarrollan nichos o ramos concretos y el desarrollo de otras que han aprovechado avances en las posibilidades de automatización y personalización de la oferta para todos los ramos. También han sido muy relevantes los nuevos desarrollos tecnológicos como por ejemplo los avances telemáticos” añadió Carlos Trevijano.
“Los seguros tienen que ser más cercanos y amigables, hoy en día existe cierta barrera que hay que romper, sobre todo con la generación millennial”, sostuvo Asunción Carrasco, COO de Coverontrip. “Si la población solo se acuerda del seguro cuando le ocurre un siniestro, hay que intentar desarrollar complementos para tener otros momentos con el cliente”, explicó Juan Antonio Martínez, responsable de Captación de Nuevos Partners en AXA.
En opinión de Francisco Álvarez, cofundador y Chief Dreamketing Officer de Sharenjoy, el proceso de mediación entre aseguradoras y clientes no se va a sustituir ya que el rol de las aseguradoras en términos de garantías y solvencia es difícilmente reemplazable, pero el Insurtech “permite ofrecer un valor agregado, como chatbots, mutualizaciones más personalizadas, agregación de la oferta, Insurance as a Service, infraestructuras automatizadas, coberturas para los nuevos riesgos, una mayor escalabilidad, nuevos modelos de scoring de riesgos, productos nuevos que aseguren experiencias y objetos, y sobre todo, una experiencia de cliente más usable y satisfactoria”. “El Insurtech va a permitir ofrecer una frescura y agilidad que el sector necesita”, subrayó Asunción Carrasco, que animó a las compañías del sector a “hacer prueba y error”.
De este modo, el sector asegurador tradicional mira al Insurtech con un aire de optimismo. “Es un reto en positivo: el Insurtech nos va a ayudar a transformarnos, todo es una oportunidad”, afirmó José Luis Ruiz, director general de Desarrollo Corporativo e Internacional del Grupo Santalucía. En este punto, resaltó la “voluntad” del sector de transformarse para aprovechar las oportunidades del contexto actual.
“A través del big data y algoritmos se pueden ofrecer incluso precios individualizados por perfil”, aseguró Jorge García, director general de e-correduría, que también apuntó a la necesaria transformación digital de la mediación. “Hasta ahora, las aseguradoras han utilizado la tecnología para digitalizar los procesos preexistentes, pero no se ha abordado un proceso de reingeniería completo de comercialización de productos y servicios, donde se debiera, en mi opinión, enfatizar mucho el concepto “servicios”, y para ello se pueden apoyar en las Insurtech”, aseguró.
En este camino hacia mejorar la relación con los clientes, los asistentes apuntaron hacia la necesidad de desarrollar una mayor sensación de comunidad. Un punto que ya ha iniciado Santalucía a través de Temmpo, un market place dirigido a la tercera edad y que cubre todos los espectros, desde ocio, salud, bienestar etc., y que las start-ups ya tienen en su ADN.
“Nuestro objetivo son los millennials, y la aproximación es completamente distinta”, explicó Asunción Carrasco, cuya Insurtech promueve la generación de comunidad a través de las redes sociales “para poner en valor y en común a jóvenes que viajan” pero sobre todo “generar un vínculo emocional”. “El proceso de adquisición y el customer journey de los millennials es totalmente distinto, requiere un planteamiento a medio plazo”, sostuvo.
Además de mejorar la relación, un aspecto clave de las nuevas tecnologías pasa por una transformación sustancial en la tarificación. “En la actualidad la única forma de ofrecer un precio individual es a través de un test de entre 50 y 60 preguntas. El big data permite que la tarificación se pueda hacer de forma dinámica y más justa. Sin embargo, junto a estas nuevas oportunidades que brindan tecnologías como el big data, el Internet de las Cosas, el blockchain o la web semántica, aparecen nuevos riesgos vinculados a la privacidad o a la identidad digital. Precisamente, Sharenjoy acaba de lanzar DIfense, proyecto seleccionado en la final de la Aceleradora de Santalucía Impulsa que valoriza en euros y protege la identidad digital y en caso de pérdida de control sobre ella, la recupera, la asegura y cubre legalmente las acciones contra los hackers que la hayan sustraído”, explicó Francisco Álvarez.
De este modo, aseguradoras e Insurtech se tienden la mano para transformar el sector. “Entre las compañías aseguradoras y las incumbentes se puede situar al cliente en el centro y pensar entre los dos actores en cómo mejorar su experiencia. Ahí está el punto de unión que, sin duda, seguirá existiendo”, concluyó Juan Antonio Martínez.
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