Los miembros de la Comisión de Auditoría tienen en el auditor interno un aliado fundamental para llevar a cabo su labor de supervisión de la compañía. Junto a Richard F. Chambers, presidente y consejero delegado desde hace casi una década del Global Institute of Internal Auditors (IIA en sus siglas en inglés), toda una autoridad mundial en cuestiones de auditoría interna y gobierno corporativo, exploramos cinco preguntas clave que las Comisiones de Auditoría deberían hacer a sus auditores internos para ayudar a mejorar la eficiencia de la función.
–Observación. Los miembros de las comisiones de auditoría y sus planes a menudo muestran cierto sesgo hacia la auditoría externa. La función de auditoría interna debe articular mejor el valor que aporta a la organización —sobre todo ante el creciente número de riesgos no financieros que amenazan a las organizaciones — y a continuación generar ese valor.
–Observación. Desbordados por los voluminosos informes de auditoría que reciben, los miembros de las comisiones de auditoría pueden pasar por alto o hacer caso omiso de información crítica. Los auditores internos deben considerar la calidad, frecuencia y formato de las comunicaciones, aprovechando los beneficios del “cara a cara” en las relaciones y la comunicación.
–Observación. Por su formación, los auditores internos adoptan una perspectiva global en su trabajo dentro de la empresa. Sin embargo, los miembros de las comisiones de auditoría a veces prefieren una perspectiva sencilla y directa. Frases como “Esto es importante porque…” o “Las consecuencias de esto podrían ser…” podrían ayudar a transmitir un mensaje claro.
–Observación. Es muy beneficioso para la profesión que los miembros de las comisiones de auditoría muestren interés por ampliar las funciones de la auditoría interna más allá de los controles financieros, y los responsables de esta área no pueden desaprovechar esta oportunidad. Deben evaluar los puntos fuertes y las debilidades de sus profesionales y tomar las medidas oportunas (formación, nuevas contrataciones, sub-contratación, externalización) para incrementar las competencias de los profesionales y así poder cumplir las expectativas de la comisión.
–Observación. Los consejos de administración y demás órganos de gobierno reciben gran cantidad de información directamente desde la dirección y pueden desconfiar si los auditores internos no hacen más que repetir el mismo mensaje. Los auditores internos no deben olvidar que son los responsables de proporcionar una valoración informada e independiente, no sólo acerca de los riesgos organizativos sino también de la calidad e integridad de la información proporcionada por la dirección.
Interesante tema esto implica que los que nos dedicamos a la auditroia interna, tenemos que adelantarnos a los riesgos del futuro tan cambiante para dar un verdadero valor a la institución que representamos.
Gracias, por la informacion excelente para la gestion academica