El sector se muestra de acuerdo: el private equity continúa batiendo récords. Durante el primer semestre del año se ha producido un nivel de transacciones elevado, marcado por un alto nivel de deal flow y beneficiado por unos buenos datos macroeconómicos –España continúa creciendo por encima de la Unión Europea- y unas empresas robustas. Sin embargo, la economía se acerca a un cambio de ciclo, del que el sector está tomando nota.
Como explicó Eloy Serrano, socio de Corporate Finance de KPMG en España en el marco del XIX Congreso CAPCorp, “en el mercado se respira una sensación positiva, aunque cauta de cara a 2019”. Ante este cambio, el capital riesgo encara el nuevo curso adaptando su estrategia al contexto de mercado, marcado por unos precios elevados. “Es una cuestión de estrategia y creación de valor”, afirmó.
De este modo, las claves del private equity que marcarán las tendencias del sector pasan por los siguientes aspectos:
La situación de elevada liquidez que vive el mercado da lugar a un mercado muy favorable a los vendedores, que a su vez da lugar a una elevada competencia para conseguir los mejores deals. Las valoraciones, por tanto, son muy altas, por encima de las medias de múltiplos pagados en los últimos años. “Hemos llegado a múltiplos de Ebitda de dos dígitos, sobre todo en los activos grandes”, apuntó Eloy Serrano.
Esta presión inversora hace que la mayoría de las operaciones se cierren bajo subasta. El reto para los asesores pasa por adaptarse y hacer un delivery rápido, para lo que es clave el conocimiento de la operación. Ante el entorno de precios actual, también es importante, como indicó Carlos Santana, director mid market de España y Portugal de EQT, “ser cuidadoso”. “El principal riesgo hoy en día creo que viene del lado de la deuda, vemos estructuras con cierta forma flexible, sin governance, similares a las que se daban en los años 2006 y 2007”, advirtió, aunque en su opinión el sector se encuentra lejos de una situación similar a la crisis.
Por su parte, Miguel Segura, principal de Cinven, los precios se han elevado por el crecimiento del fundraising por encima del número de operaciones, y por la entrada de fondos de crédito, que han elevado el apalancamiento en las operaciones y ha dado lugar a una presión adicional en los precios.
“Este contexto genera un entorno favorable para la deuda”, opinó Marcos Lladó, managing partner de Moonfish Capital Partners. “La búsqueda de oportunidades de mayor calidad ha subido los precios, pero creo que cuando se encuentra un activo de calidad, merece la pena pagar un precio un poco superior y buscar la construcción del upside”, afirmó. Sin embargo, advirtió de la necesidad de tener cautela ante la posibilidad de que determinadas empresas de inferior calidad “puedan subirse al carro de tratar de vender a un elevado precio”.
Pese a que en los últimos años las cifras continúan batiendo récords, pese al optimismo generalizado, lo cierto es que el sector se prepara para un cambio de ciclo. “El mensaje de todos los private equity en los que invertimos en algún momento es que esperan un cambio de ciclo, no se sabe si en un año, en dos…”, indicó Carlos Santana.
“Es una cuestión de estrategia y de creación de valor, aunque la respuesta la tendremos cuando los fondos salgan en cuatro o cinco años”, afirmó Eloy Serrano. Y es que ante este próximo cambio de coyuntura, la clave pasa por desarrollar estrategias que tengan en cuenta el ciclo económico. De nuevo, prudencia. “Es preferible centrarse en compañías que estén menos pegadas al ciclo, o que en la inversión que realices analices qué entorno puede haber en el exit”, subrayó Miguel Segura.
La inminente llegada de un ciclo adverso puede hacer temer que se repitan las circunstancias de la anterior crisis económica. Pero el sector respira tranquilo y se muestra confiado en la estructura actual, y sobre todo en las lecciones aprendidas en los últimos años. “El tejido empresarial es muy sólido, los equipos directivos son fuertes: han pasado una crisis tras la que han hecho los deberes y como consecuencia son más resilientes”, afirmó Marcos Lladó, managing partner de Moonfish.
Al ser cuestionado por si este contexto de final de ciclo está modificando la gestión de los deals, Álvaro González afirmó que “lo que más aprendimos de la crisis es que la parte operativa sufre, los márgenes de Ebitda se contraen y es imposible escaparse de una estructuración inadecuada, un alto apalancamiento y un precio elevado”.
“Por ello, cuando hoy en día abordamos una due diligence analizamos de forma cuidadosa si el objetivo es aprovechar el momento de alta liquidez. Y esto quiere decir que nos asentamos mucho en las palancas de creación de valor que identificamos en la entrada de las compañías”, subrayó.
Otro de los cambios consecuencia de la crisis, y que ante un cambio de ciclo se está incrementando, es la transformación de los gestores de capital riesgo en un socio operativo, más allá de un mero socio financiero. “Hay que aportar valor a las compañías, disponer de expertos industriales, y esta tendencia también se observa en que muchos de los private equity internacionales cuentan con una parte muy relevante de profesionales procedentes de la industria”, explicó Carlos Santana.
En la misma línea se manifestó Marcos Lladó, para quien es muy relevante “alcanzar una simbiosis con los equipos directivos de las compañías”, con el objetivo de armar un plan para los 100 primeros días “siempre pensando en quién va a ser el comprador industrial”. “”El reto es encontrar compañías con un downside muy limitado y construir un upside con equipos y expertos en industria”, subrayó.
En este punto, los fondos de inversión se convierten en “compañeros de viaje” de las compañías. “Es importante que haya entendimiento, la clave es subirnos todos al mismo barco, que nadie se ‘tire’ a la mitad del camino y que todos lleguemos a buen puerto”, subrayó.
Ante la presión inversora y la multitud de operaciones bajo subasta, una tendencia pasa por apostar por compañías en la parte inferior del middle market. “Es una tendencia a nivel global y en España se está intensificando la entrada de fondos en este segmento”, afirmó Carlos Santana, que vinculó esta opción con el el elevado nivel de precios que se da en el segmento superior. “En este segmento inferior hay más dealflow, cuentas con una mayor capacidad de influir a los management teams para crear más valor en reformas operativas, lo que da lugar a un mayor retorno”, afirmó.ñi
Como explicó Marcos Lladó, “en el upper middle market hay mucha competencia, los precios son muy elevados ante la alta liquidez y la escasez de activos. Se están levantando fondos y montando equipos y gestoras para abordar la parte inferior: hay un mayor número de empresas y supuestamente se pueden encontrar precios más razonables, por ejemplo empresas familiares que todavía no hayan pasado por manos del private equity y se pueda abordar una profesionalización, internacionalización, etc”.
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