El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, cree que las fusiones bancarias transfronterizas dentro de Europa es una de las asignaturas pendientes del sector. Así lo ha asegurado en el ciclo de conferencias ‘Las Finanzas y sus desafíos’ organizada el 11 de febrero en Madrid por Deusto Business School y KPMG.
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“Las entidades europeas tienen que tener más peso en el contexto financiero internacional, para lo que necesitan más tamaño. Y los detractores de estas concentraciones en aras de la competencia están equivocados ya que, por ejemplo, en el caso de España, ahora hay menos competidores en el sector bancario que antes pero los que hay están más saneados y compiten más entre sí. Lo que está claro es que hay que poner fin a las regulaciones domésticas que frenan las concentraciones de entidades financieras en Europa”, explicó.
En materia de noticias la jornada acabó con el anuncio por parte de Luis de Guindos de que habrá nuevos test de estrés para la banca “pero esta vez dinámicos para tener una foto activa del sector, o lo que es lo mismo, su reacción ante potenciales situaciones macroeconómicas adversas”.
Y, como no podía ser de otra manera, el número dos de BCE habló también de la evolución de los tipos de interés, en el sentido de que “cualquier subida de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) se producirá como pronto después del verano y siempre en función de la situación económica, cuyo crecimiento se está desacelerando en la Unión Europea ya que los riesgos a la baja son más evidentes que el año pasado, por lo que todas las instituciones tenemos que actuar con mayor prudencia”.
Sobre las sombras que se ciernen sobre la economía europea, De Guindos apuntó que “en estos momentos el principal riesgo es que las políticas antiliberales y en contra de la integración europea, unidas a la incertidumbre del Brexit, tengan un elevado impacto en la marcha de la economía europea, por lo que nosotros vamos a seguir manteniendo estímulos significativos en la economía para mantener el nivel de inflación”.
En relación a España el vicepresidente del BCE no quiso entrar en muchos detalles, tal y como es habitual entre los máximos representantes de instituciones europeas cuando se trata de sus propios países, pero pese a ello explicó que una de las claves de que la economía española tenga un diferencial positivo respecto a la media de la europea radica en que “es una economía competitiva que lleva cinco años con superávit por cuenta corriente en la balanza de pagos, cosa que no ocurría desde 1960, a lo que se une el saneamiento que ha habido del sector financiero español, lo que hace posible que los estímulos monetarios se trasladen rápidamente a la economía real”.
El encuentro fue moderado por Francisco Uría, socio responsable del sector financiero de KPMG en EMA, y también contó con la participación de Luc Theis, director general de Deusto Business School.
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