Cómo la cadena de suministro digital puede mejorar el desempeño de la empresa

Las tecnologías avanzadas están cambiando rápidamente la forma en que las empresas desarrollan productos y soluciones, interactúan con los clientes y gestionan las operaciones. Las empresas abordan los retos de siempre en un contexto muy competitivo e incierto de cambio dinámico, hiperconectado y global.

En este contexto, resulta clave ganar en eficiencia, tanto en el ámbito industrial como en toda la cadena de suministro transformando sus procesos para mejorar el servicio al cliente, reducir los costes operativos y mejorar los márgenes.

Sin embargo, la cadena de suministro a día de hoy está compuesta por una serie de pasos, en gran medida aislados dados desde diferentes departamentos (marketing, desarrollo de productos, compras,  producción o distribución), con objeto de satisfacer las necesidades de los clientes.

La digitalización elimina barreras entre estos procesos en silos y permite que la cadena de suministro se convierta en un ecosistema integradotransparente para todos los interesados, desde los proveedores de materias primas hasta los fabricantes de productos terminados o los clientes.

Una cadena de suministro digital incluye planificación integrada, visibilidad logística inteligente, almacenamiento inteligente, compras digitales y análisis avanzado predictivo.

Todo esto permite a las empresas anticipar y abordar de manera proactiva las interrupciones en la cadena de suministro, modelándola de extremo a extremo y ajustándola en tiempo real a medida que cambian las condiciones.

De esta manera, se consigue un alto grado de flexibilidad y agilidad que permite a las empresas lograr una ventaja competitiva al proporcionar a los clientes servicios más eficientes y transparentes.

Cadena de suministro digital y desempeño

¿Cómo? A través de la implantación completa de varias tecnologías digitales: la nube (cloud), big data, Internet de las cosas (IoT), Machine Learning (ML), la gestión de redes sociales, la planificación de escenarios “qué pasaría si” o “trace-and-track”, entre otros.

No obstante, las cadenas de suministro son redes extremadamente complejas, y a día de hoy, ninguna compañía ha logrado construir una completamente digital.

Sin bien hay ciertos casos de éxito en la digitalización de una parte de la cadena, en la industria no hay todavía una referencia de un programa de transformación digital integral de la cadena de suministro.

También es cierto que muchas de las soluciones digitales que se requieren, aún no están ampliamente consolidadas (pensemos por ejemplo en el 5G). Pero esto cambiará radicalmente en los próximos cinco años, con diferentes industrias que irán implantando la cadena de suministro digital a diferentes velocidades.

Adicionalmente, si pensamos que el 70% de todas las iniciativas de transformación impulsadas por la tecnología fallan, el reto es aún mayor.

Estas iniciativas suelen fracasar en primer lugar, debido a la falta de preparación y conocimiento del ciclo de vida de una iniciativa de transformación. En segundo lugar, debido a la falta de una estrategia bien definida para la optimización de la cadena de suministro. Y, en tercer lugar, por una mala o inexistente gestión de personas en el proceso de transformación.

Por lo tanto, muchas iniciativas de mejora han tenido corta duración o han quedado incompletas y los beneficios esperados para el negocio no se han materializado.

Ante este reto, las empresas que vayan a implantar el ecosistema de la cadena de suministro digital no pueden simplemente reunir tecnologías y desarrollar capacidades técnicas. La tecnología por sí sola no es la solución.

La empresa debe contar con una adecuada estrategia digital, metodologías de implantación probadas, un sistema efectivo de medición del desempeño, personas con las capacidades necesarias y una adecuada gestión para cambiar la cultura de la organización. En otras palabras, deben transformar todo su negocio.

Características clave  de la estrategia digital de la cadena de suministro

  • Estrategia flexible que permita adaptarse a los cambios a medida que ocurren en el mercado, con acciones priorizadas y accionables.
  • Hoja de ruta a 3-5 años que guíe la transformación de la cadena de suministro, y que lleve el proceso de planificación al siguiente nivel.
  • Alineamiento claro con uno o varios objetivos corporativos, tales como crecimiento o niveles de servicio al cliente.
  • Combinación de objetivos a largo plazo con un ROI significativo en el tiempo y “quick wins” en mejoras operativas con un retorno rápido.
  • Eliminación de roles y responsabilidades obsoletos, actividades innecesarias y métricas de rendimiento que ya no reflejan las realidades actuales.

Una vez que se define la estrategia digital, las empresas deben impulsar los cambios y desarrollar nuevas capacidades en varias áreas, incluidas las siguientes:

  1. Procesos: establecer los nuevos procesos de cadena de suministro de extremo a extremo que conectan proveedores y clientes y eliminar actividades sin valor añadido en los puntos de contacto entre funciones y procesos.
  2. Tecnología: crear una hoja de ruta de implantación para las tecnologías que soportarán la cadena de suministro digital, incluida la capa de integración de información, capacidades de base de datos y analítica avanzada, ciberseguridad y la nube.
  3. Gobierno: establecer un nuevo modelo de gobierno para los nuevos procesos que facilite nuevos modelos de negocio con lo siguiente:
  4. Estructura y cultura de la organización: generar una comprensión integral de la mecánica de la cadena de suministro seguida de un realineamiento organizacional. Esto implica un cambio de mentalidad. Dejar de apagar fuegos a medida que aparecen para actuar con proactividad como un “orquestador” de la cadena de suministro (detección, predicción y toma de decisiones). También requiere un cambio hacia una cultura digital abierta y de rápido aprendizaje que promueva la comunicación a través de diferentes medios y personas interesadas.
  5. Talento y habilidades: desarrollar el talento y adquirir las habilidades necesarias para habilitar las nuevas tecnologías y llevar a cabo los nuevos modelos de negocio. Es raro encontrar una empresa con la capacidad digital interna requerida desde el principio. Para desarrollar esas capacidades dentro de una organización es necesario cultivar relaciones y ecosistemas de colaboración (alianzas?) que faciliten el acceso a las capacidades requeridas.
  6. Gestión del rendimiento: desarrollar indicadores clave de rendimiento (KPI) para mantener la participación y el compromiso de las personas y poder medir el progreso. Estos KPI deberían ser comprensibles (sencillos) e impulsar los comportamientos requeridos.
  7. Políticas de asociación: definir nuevas políticas que permitan establecer asociaciones con otras empresas. Una cadena de suministro totalmente integrada extremo no se puede construir sin colaborar con una amplia variedad de proveedores, distribuidores y proveedores de tecnología.

 

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