El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofreció en un encuentro organizado por KPMG y la agencia EFE algunas claves sobre los requisitos que deberán cumplir los proyectos que aspiren a beneficiarse de los fondos europeos. Serán los proyectos que presenten una vocación interregional y multilateral los que tendrán más oportunidades, así como las propuestas que integren los cinco ejes transversales: transición ecológica, digitalización, igualdad social y de género y cohesión territorial.
La presencia de Pedro Sánchez sirvió para inaugurar el ciclo de encuentros ‘Fondos Europeos, las claves para la recuperación’ organizados por KPMG España y la Agencia EFE para dar a conocer cómo se gestionarán los 140.000 millones de euros que llegarán a España en los próximos seis años para impulsar la economía tras la COVID-19.
“Con estos encuentros analizaremos el impacto de las futuras inversiones en la perseguida transformación y modernización de la economía española. Los fondos europeos son una oportunidad sin precedentes”
(Hilario Albarracín, Presidente de KPMG España)
Hilario Albarracín, presidente de KPMG España, abogó por una transformación digital y verde hacia un modelo productivo basado en la tecnología, la innovación y la sostenibilidad. Un proceso donde la colaboración entre los sectores público y privado cobra “más relevancia que nunca” y es esencial para que culmine con éxito.
“Desde nuestra extensa experiencia asesorando en fondos europeos, vemos con claridad lo especial de esta oportunidad, no solo por la cantidad de financiación que se pone a disposición de nuestro país y del resto de nuestros socios europeos, sino, sobre todo, por los objetivos que deben perseguir los proyectos e iniciativas financiados por ellos”, sostuvo el presidente de KPMG.
Si los fondos estructurales de los años 90, que repartieron 8.000 millones de euros a lo largo de seis años supusieron un salto de competitividad y modernización, el nuevo paquete europeo apuntalará la necesaria transformación digital y ecológica de la economía, que marcará la próxima década, según coincidieron Hilario Albarracín y Pedro Sánchez.
¿Estamos bien pertrechados para gestionar estos fondos?, le preguntó a Sánchez la presidenta de EFE, Gabriela Cañas. “Rotundamente sí”, respondió el presidente. “España está capacitada, tanto por sus empresas como por servidores públicos altamente cualificados, para gestionarlos de una manera óptima”, subrayó Pedro Sánchez.
Durante el encuentro planearon dudas sobre la capacidad de absorción de los fondos, dada la experiencia con otro tipo de inyecciones europeas. Sánchez rompió una lanza a favor de los gobiernos autonómicos y municipales y los funcionarios públicos. “No hemos devuelto ni un euro que nos ha transferido Bruselas”, dijo el presidente. El reto, más bien, es acertar en la ejecución y definición de los proyectos que se van a financiar.
“Hay una capacidad de absorción real por parte de la arquitectura institucional española”, subrayó Sánchez, que se mostró partidario de una mayor agilidad en la gestión de los fondos, a lo que ayudará la estructura de cogobernanza aprobada por el Gobierno en diciembre, muy vinculada con la sociedad civil y el sector privado. Porque la voluntad compartida es “quitar los cuellos de botella que han entorpecido algunas veces los fondos”.
“El éxito en la gestión de estos fondos se va a explicar por nuestra colaboración público-privada” (Pedro Sánchez)
Dentro de esta estructura administrativa que canalizará los fondos se abrirá la puerta al sector privado, que entrará a formar parte de las comisiones técnicas. Sánchez apuntó un valor añadido de la gestión público-privada de estos fondos: para el sector público también será un aprendizaje.
En el caso español, el reparto de los fondos atenderá a criterios de cohesión social, territorial y de género.
La ejecución de los fondos pivotará sobre cinco ejes, o vectores horizontales, como los llamó el presidente, que se valorarán de forma integrada.
De los proyectos que ya suenan y que se han adelantado estas últimas semanas, Pedro Sánchez citó expresamente aquellos donde hay una infrainversión privada y que España necesita relanzar, como el hidrogeno verde, la tecnología 5G, las baterías de coches eléctricos, los microchips o la nube… Necesitamos abordarlo con un enfoque de colaboración público-privada.
“Reduciremos uno de nuestros talones de Aquiles: la baja productividad”
(Pedro Sánchez)
Las 170 reformas que cambiarán España
El presidente del Gobierno desgranó alguna de las 170 reformas estructurales que ha planteado su gobierno a Bruselas para acompasar la llegada de los fondos. Afectarán a todos los ámbitos: laboral, pensiones, formación, educación, inteligencia artificial, administración pública y, por encima de todo, transición ecológica. “Tenemos una agenda de reformas muy compacta y elaborada”, que ya se avanzó en su investidura y que ahora se desarrolla plenamente en estos 170 puntos.
Sánchez hizo suyos los principios defendidos por Bruselas para que las reformas no sean impuestas, sino que tengan el mayor consenso y perduren más allá de un cambio de gobierno. Situó en ese ámbito de consenso la polémica reforma de las pensiones.
Con vistas al futuro, anunció que si hay alguna tarea pendiente es la reforma fiscal, no solo a nivel nacional sino también una armonización fiscal en términos europeos.
Y predijo que se abrirá un debate sobre el aporte de las plataformas digitales al estado de bienestar. Hemos asistido, aseguró Sánchez, al incremento de su capitalización bursátil, animado por su actividad durante la pandemia, que no es coherente con su actual contribución a las arcas de los países donde operan, opinó Sanchez.
El turismo representa un 12% de nuestro PIB. Era la gran fortaleza de la economía española y, paradójicamente, se convirtió con la pandemia en nuestra mayor fuente de vulnerabilidad, según Pedro Sánchez. El virus se cebó con países, como España, que “somos nodos internacionales de tránsito de viajeros”.
¿Estamos abocados a una reconversión del turismo? Gracias a los fondos europeos, el turismo tiene la gran oportunidad de transformarse sobre los dos ejes transversales que cimentan la recuperación: la transición ecológica y la transformación digital. Debemos adaptar nuestro turismo al cambio climático, sostuvo el presidente.
Y lo ejemplificó con posibles escenarios, como que los paseos marítimos se retranqueen ante el previsible crecimiento del nivel del mar, o se renueve la infraestructura obsoleta de los años del desarrollismo. Además de un factor nada desdeñable: el cambio de mentalidad del turista, que situará cada vez más el respeto al medio ambiente en el centro de su decisión.
Es una de las grandes lecciones aprendidas de 2020. Los ERTE, que acaban de prolongarse hasta mayo en la mesa de diálogo social, ya funcionaban con éxito en Alemania o Dinamarca, pero ha sido gracias al trabajo de Nadia Calviño en el Eurogrupo, según subrayó reiteradamente el presidente del Gobierno, que hayamos podido financiarlos con un nuevo fondo europeo de reaseguro del desempleo.
Al presidente le preguntaron específicamente sobre la supresión de la reforma laboral del anterior Gobierno y, en concreto, sobre la retroactividad de los convenios y el refuerzo de la negociación colectiva. Se mostró partidario de institucionalizarla y reforzarla. “Siempre es bueno: para la paz social, la estabilidad laboral y la certidumbre de las empresas. Este es un gobierno que apuesta por la negociación colectiva, por un equilibrio entre trabajadores y empresarios”. Y subrayó que en, esta materia, “las diferencias no son tan amplias”.
La intervención de Sánchez estuvo acompañada de tres intervenciones grabadas de los agentes sociales, a los que el presidente repetidamente alabó durante toda su exposición por “su responsabilidad y su sentido de país”.
Unai Sordo, Secretario General de CCOO, cree que los fondos permitirán a España “hacer políticas expansivas de gasto en los próximos seis años” y rechazó que se puedan utilizar “de forma sesgada y torticera” para forzar una condicionalidad que justifique una vuelta a la austeridad.
Para Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, lo importante serán las reformas paralelas a la llegada de los fondos, esas 170 reformas planteadas a Bruselas, y reclamó que los empresarios estén presentes en todo el proceso.
Para el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, los fondos son “un instrumento fundamental para cambiar el sistema productivo del país”, que resumió en calidad del empleo, digitalización y potenciación de los servicios públicos. “Exigimos al Gobierno transparencia, claridad y participación”, reclamó.
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