Vivimos tiempos de enorme transformación en los modelos de negocio de todos los sectores a nivel global, y la industria aeroespacial y de defensa (A&D) no es ajena a este contexto.
De hecho, el año 2021 podría marcar un punto de inflexión para esta industria. La creciente interrelación entre la geopolítica, las consecuencias de la pandemia y la transformación digital se perfilan como elementos clave en el proceso de restructuración de esta industria en los próximos años.
- Un entorno geopolítico cambiante
Desde el punto de vista geopolítico, la política internacional siempre ha jugado un papel fundamental en su desarrollo, especialmente en el sector defensa. Al liderazgo estadounidense surgido tras el colapso de la Unión Soviética ha dado paso un mercado diversificado y competitivo donde por primera vez, dos de los cinco países con el mayor gasto en defensa como China e India, están en el continente asiático. En este contexto, la Unión Europea está obligada a revisar su estrategia y su posicionamiento en esta industria en un momento especialmente complicado ante la incertidumbre provocada por la salida del Reino Unido tras el Brexit, el papel que Francia quiera asumir liderando la opción europea, sin olvidarnos del posicionamiento del nuevo gobierno alemán que surja tras las elecciones del mes septiembre.
- Una disrupción que ha cambiado las normas
Por lo que respecta al impacto provocado por el COVID-19 sobre esta industria, una de las principales consecuencias fueron sin duda las roturas temporales en las cadenas de suministro globales, lo que llevó a algunos gobiernos a fortalecer las políticas de protección y autosuficiencia en sectores estratégicos, incluido A&D, con las consecuencias aparejadas a este tipo de decisiones, entre ellas, el aumento de la incertidumbre, la disminución de la eficiencia y desaceleración de la inversión, sin olvidarnos del riesgo de repatriación de parte de la producción siempre bien visto y apoyado por los distintos gobiernos
- Impulso de la tecnología
Por lo que respecta al componente tecnológico, es previsible que la presión de los distintos agentes (competencia, clientes y gobiernos), para que las empresas digitalicen su operativa conlleve un aumento de las transacciones.
Evolución de las transacciones
Pero como señalábamos estos factores, geopolítica, pandemia y digitalización, están cada vez más interrelacionados, con consecuencias muy relevantes desde la óptica transaccional. Como ejemplo, el fuerte impacto provocado por el COVID-19 sobre la industria de aviación civil, con un descenso de actividad del 66% en 2020 según IATA, no estaría encontrando suficiente respaldo gubernamental, en un momento en el que las arcas públicas se encuentran mermadas precisamente como consecuencia de la pandemia, no pudiendo dar respuesta a un sector tradicionalmente considerado como estratégico como es el de la aviación civil. Y esta situación afectará, sin duda, a las decisiones de los inversores.
Por otra parte, la pandemia ha dejado a un gran número de proveedores Tier I, II y II en una situación crítica desde el punto de vista financiero, situación que podría acelerar la integración vertical del sector, en un intento de crear economías de escala y aumentar su acceso al capital.
Las siete tendencias que guían el sector
- El impacto en los resultados de las aerolíneas y la industria aeroespacial tendrá como resultado una mayor consolidación y un fuerte recorte de costes en todos los niveles
- La falta de liquidez entre los proveedores puede acelerar la integración vertical del sector, requiriendo actuaciones por parte de los OEM.
- La consolidación acelerada de proveedores, mejorando las economías de escala y el acceso al capital.
- Las relocalizaciones a nivel global por parte de los champions nacionales hacia sus mercados locales.
- La reubicación de tecnologías críticas hacia mercados locales (ej: IA, microelectrónica, etc).
- El cierre del gap espacial, con un aumento de pequeños programas, en detrimento de los grandes programas.
- La aceleración de la digitalización, incluyendo cadenas de valor seguras, trabajo remoto y colaboración entre empresas.
A pesar de la incertidumbre que aún se mantiene en el mercado, se aprecian ya indicios de movimientos en el mercado de fusiones y adquisiciones proyectando la recuperación que se espera a lo largo de este año. Ya en los dos últimos meses de 2020, hubo un aumento de la actividad en el sector A&D a nivel internacional, como por ejemplo la compra de Lockheed Martin de Aerojet Rocketdyne por US$4.4billones, anunciada en diciembre de 2020.
Como recoge el informe “Future of M&A in Aerospace & Defence” elaborado por KPMG, es probable que los próximos 3 años sean un punto de inflexión en el desarrollo del mercado de M&A en A&D, ya que los efectos a largo plazo de los cambios geopolíticos, la pandemia mundial y la transformación digital crean oportunidades y desafíos para las empresas del sector, siendo conscientes que este sector seguirá regido por las políticas de los gobiernos para proteger la producción en sus territorios y la defensa de los fabricantes nacionales. Pero sin olvidarnos que la geopolítica y la rivalidad tecnológica están cambiando las reglas de juego y los gobiernos se están volviendo más abiertos a la colaboración industrial transfronteriza.
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