La tecnología ya era importante, pero ahora es imprescindible. Fuencisla Clemares recalca que, para alcanzar una economía más resiliente, sostenible y competitiva, hay que aprovechar el impulso que brinda la digitalización. Y trabajar de forma conjunta para garantizar una sociedad más inclusiva, que garantice que todas las empresas y profesionales se suman a este periodo transformador. Para ello, la directiva apuesta por la formación y por garantizar el acceso a las nuevas tecnologías de toda la población.
RESPUESTA. Lo primero que debemos comprender es que nos quedan diez años para evitar los peores impactos del cambio climático, por lo que necesitamos descarbonizar nuestras economías ahora. Eliminar las emisiones de carbono no solo es lo correcto sino también lo mejor para los negocios y para la sociedad. Transicionar hacia energías renovables, libres de carbono, no es fácil, en muchas ocasiones supone repensar modelos de negocio e implementar tecnología que nos facilite llevar a cabo este compromiso.
Los gobiernos deben tenerlo como prioridad en sus proyectos de país. España acaba de aprobar la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y las grandes compañías debemos desempeñar también un papel clave. Google, por ejemplo, tiene como objetivo para el 2030 ser libre de carbono, eliminando las emisiones antes de que ocurran. En ese proceso ayudaremos a la economía verde de Europa, invirtiendo, solo como ejemplo, 2 mil millones de euros en infraestructura de energía limpia; creando más de 2.000 empleos verdes y apoyando el desarrollo de habilidades relacionadas con la materia.
La transformación digital de una empresa puede ser tan sencilla o compleja como queramos (en ocasiones para un negocio significa que le localicen en un mapa digital desde donde poder hacer la reserva de una mesa, mientras que para otro implica desarrollar un sistema logístico más eficaz a través de la inteligencia artificial), sin embargo, en ambos casos siempre será un proceso evolutivo y que deberemos adaptar a las necesidades y demandas de nuestros clientes, cada vez más exigentes y digitales.
Por otro lado, debe ser la dirección general de la empresa quien lidere dicha transformación, y quien (junto con el resto de departamentos) elabore ese plan que deberá aplicarse de manera transversal a toda la compañía. Además, deberá implementar formación, a múltiples niveles, para que sus trabajadores se sientan preparados para afrontar los retos. En estos momentos existen muchos tipos de formación gratuita y accesible: la cuestión clave es que todos (empresas, gobiernos e instituciones) debemos tomar conciencia de la importancia de la digitalización si queremos una economía robusta y puntera.
Una de las maneras más fáciles de aportar transparencia es publicar datos de cómo estamos evolucionando en aquellos temas que consideramos clave: sostenibilidad, diversidad, resultados económicos, etc. Acciones que no van dirigidas únicamente a los ciudadanos sino también a los empleados de la propia empresa, quienes a su vez son embajadores de la corporación en la sociedad.
Esta comunicación de lo que la compañía realiza debe ser constante, transparente, directa y cercana, con un lenguaje claro y conciso y además realizarlo a través de múltiples canales: redes sociales, páginas corporativas etc.
Hay dos ejemplos muy interesantes que lleva a cabo Google: uno de ellos fue la publicación por primera vez, en 2014, del estudio sobre las cifras de diversidad de la compañía, convirtiéndonos en una de las primeras en todo el mundo e indicando qué políticas queremos implementar para paliarlo. El segundo es la publicación de los informes de transparencia, donde anunciamos las peticiones que recibimos de los gobiernos, autoridades e individuos para la retirada de contenido de nuestras plataformas. De esta manera, damos a conocer qué tipo de datos se nos requieren, qué solicitudes se procesan y cuáles se desestiman.
La concienciación de valor que el talento más senior aporta a la compañía debe venir de dentro de la propia corporación y de sus líderes. En Google, donde trabajamos activamente por la Diversidad, Equidad e Inclusión, tenemos, entre otras iniciativas, los Employee Resource Groups (ERGs), grupos de colaboración y trabajo liderados por empleados para apoyar a grupos minoritarios o infrarrepresentados a tener una mayor visibilidad dentro de la compañía. Entre ellos, existe el de los “Greyglers”, que lo conforman trabajadores seniors que lideran tres áreas de acción: abogar por el cambio de políticas dentro de la compañía cuando sea necesario; promover la conciencia sobre la diversidad de edad y los problemas derivados de la misma; y apoyar las transiciones a lo largo de las carreras de un empleado dentro de la organización.
Uno de los grandes retos que tenemos como sociedad es cómo preparamos a nuestra fuerza laboral para los retos tecnológicos del presente y futuro, sin dejar a nadie atrás. Y, además, cómo hacemos que esto se expanda por todo el territorio y no solo en aquellos núcleos urbanos (normalmente las capitales) donde la oferta educativa es mucho más amplia.
España cuenta con una amplia red de conectividad, por lo que el gran reto es desarrollar programas (a través de la colaboración público-privada), que alcancen todos los rincones y que se enfoquen en distintos niveles de complejidad. Google lanzó en 2018 “Digitalizadas”, un programa en colaboración con La Fundación Mujeres y Cibervoluntarios, a través del cual conseguimos formar a más de 5.000 mujeres del ámbito rural. Hablar de repoblar la España vaciada o despoblada es hablar de qué oportunidades vamos a brindar a las personas para que puedan desarrollarse vital y profesionalmente, independientemente del lugar en el que se encuentren.
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