Tomás Fuertes cuenta con una larga carrera construida sobre la búsqueda constante del crecimiento y la diferenciación, aunque siempre manteniendo los principios y valores propios de la empresa familiar. El directivo afronta de este modo con tranquilidad el actual periodo de transformación, con la mirada puesta en adaptarse a la realidad de una economía digitalizada y descarbonizada. Aunque no entiende el futuro sin una decidida apuesta por el talento y por conseguir que ningún empleado se quede fuera de este nuevo entorno.
RESPUESTA. Todo el sector está trabajando con intensidad para que nuestra actividad empresarial sea compatible con el respeto medioambiental. No solo se trata de una exigencia por parte de los consumidores, también forma parte de los principios intrínsecos de la conciencia de los empresarios y de sus organizaciones, que son conscientes de que, para garantizar el futuro, la sostenibilidad es una pieza fundamental.
En Grupo Fuertes nos lo hemos tomado muy en serio y estamos aplicando todas las medidas e iniciativas a nuestro alcance para mejorar todas nuestras ratios: en eficiencia energética, en reducción de consumo de agua, de huella de carbono, en promover la economía circular y en un largo etcétera de acciones concretas.
Se trata de un reto mayúsculo: reinventar el modelo de negocio de Grupo Fuertes y adaptarlo a la economía digital. Para ello hemos implantado una herramienta de vanguardia con la que hemos automatizado todos los procesos de nuestra organización. De esta forma, los más de 8.000 empleados que forman parte del grupo pueden centrarse en tareas que aportan más valor a la organización. Además, este sistema es un software inteligente capaz de detectar patrones, predecir resultados y sugerir acciones. Se trata de una apuesta decidida por acelerar nuestra conversión en una ‘empresa inteligente’.
No hay persona no válida, sino mal ubicada. Creo firmemente en que todos los seres humanos tenemos talento para aplicar tanto en la vida en general como en el trabajo. Por tanto, la misión de las empresas debe ser ayudar a sus trabajadores a encontrar el camino a los que todavía no han conseguido aflorar sus principales habilidades, y potenciar las de aquellos que las tienen muy bien identificadas para que sumen al objetivo común de mejorar los resultados de sus empresas. El equipo humano es la pieza que marca la diferencia en cualquier empresa, y que se sientan felices en sus puestos de trabajo es fundamental para garantizar un rendimiento adecuado.
Las empresas no son organismos autónomos e independientes del resto de la sociedad, sino que forman parte de ella. Las compañías, integradas por personas, tienen sus valores y principios exactamente igual que cualquier ser humano, por tanto, son sus acciones, cómo se comporta la empresa, qué hace, lo que define su filosofía.
En nuestro caso, somos un grupo empresarial con más de 67 años de historia, de origen familiar, cuyos principios se basan en la reinversión, la mejora continua y la creación de riqueza en todas las iniciativas empresariales que desarrollamos y para todos nuestros grupos de interés. Nuestra comunicación sobre a qué nos dedicamos y lo que hacemos sigue también esta línea de actuación.
Debemos autoexigirnos objetivos más ambiciosos en todas aquellas iniciativas en las que estamos trabajando, tales como la reducción de la huella de carbono, el ahorro de agua, la eficiencia energética y la economía circular, siendo muy conscientes de que solo tenemos un planeta y debemos cuidarlo entre todos. La prioridad, por tanto, debería ser acelerar los plazos que nos hemos propuesto y contribuir a alcanzar los retos globales que establecen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
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