El regulador europeo del mercado de capitales, ESMA1 en sus siglas en inglés, ha establecido las áreas en las que los distintos reguladores europeos harán especial hincapié a la hora de revisar los informes anuales de 2021 de las sociedades cotizadas. El objetivo de esta declaración es fomentar la aplicación uniforme de las normas NIIF y requisitos de información específicos de la UE.
Ante la demanda creciente de inversores y de otros grupos de interés, la ESMA subraya la importancia de la información financiera y no financiera sobre cuestiones relativas a los efectos climáticos.
No obstante, y como era de esperar, ante la persistencia de la pandemia, se mantiene como prioridad importante la transparencia en el desglose de información sobre sus efectos en los resultados financieros, la posición y los flujos de efectivo de las empresas sobre la base de una minuciosa evaluación de sus impactos a más largo plazo. La ESMA reclama asimismo una mayor transparencia en lo que respecta en la cuantificación de las pérdidas crediticias esperadas para las entidades de crédito.
Aunque los temas incluidos en la declaración son los considerados más relevantes por la ESMA a nivel europeo, es probable que otros organismos reguladores fuera del continente también les presten atención. Esta lista de temas no es exhaustiva, sin embargo, y es habitual que los reguladores nacionales -en España la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)- pueden incluir áreas de atención adicionales.
Como principal novedad, la ESMA espera de los responsables de la preparación de los informes anuales que comuniquen información material sobre cuestiones relativas al clima. Hace hincapié en la necesidad de coherencia entre la información facilitada en los apartados iniciales de sus informes financieros (por ejemplo, en el comentario o en el examen y análisis de la dirección) y sus estados financieros.
La ESMA recuerda a los responsables de la preparación de los informes financieros la necesidad de facilitar información útil a los inversores y grupos de interés, particularmente en relación con cuestiones relativas al clima y, en su opinión, las buenas prácticas de desglose de información en los apartados iniciales incluirían:
Por otro lado, la ESMA también espera de las compañías que revelen información sobre riesgos relativos al clima en los estados financieros en la medida en que los efectos de dichos riesgos sean materiales. A la hora de valorar la necesidad de revelar información sobre riesgos relativos al clima, los responsables de su preparación deben tener presentes las directrices sobre materialidad en la NIC 1 Presentación de estados financieros2 y la Declaración de prácticas nº 2 de las NIIF Realización de juicios sobre materialidad. Y, a la hora de evaluar la materialidad, los responsables de preparación de información financiera también deben considerar si los usuarios van a profundizar en las transacciones, hechos o condiciones.
A la hora de evaluar los impactos y los riesgos del cambio climático, el regulador europeo sugiere que se tenga en cuenta el material de información que publica el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad3 (Para ampliar información sobre esta materia, puede consultar nuestro Centro de recursos de información financiera sobre cambio climático).
ESMA vuelve a hacer hincapié4 en la necesidad de informar con transparencia sobre cómo afecta la COVID-19 a las actividades económicas de las empresas, su modelo de negocio (por ejemplo, la cadena de suministro) y sus KPI no financieros (por ejemplo, metas relacionadas con la sostenibilidad).
Las recomendaciones del regulador europeo en su Declaración de 2020 sobre los impactos de la pandemia de la COVID-19 siguen siendo válidas, incluidas las relativas a la hipótesis de empresa en funcionamiento, juicios significativos, incertidumbre de las estimaciones, presentación de estados financieros y deterioro del valor de los activos. Asimismo, subraya la necesidad de que las empresas faciliten información relevante sobre cómo se están recuperando de la COVID-19. Destaca las siguientes áreas para su consideración por los responsables de preparación de la información:
Las recomendaciones de la CNMV europea para entidades de crédito en 2021 tienen en cuenta los resultados preliminares de su revisión vigente sobre información revelada sobre pérdidas crediticias esperadas (ECL en sus siglas en inglés) en los estados financieros de 2020 de una muestra de entidades de crédito europeas. Su informe definitivo está previsto que se publique a finales de 2021. Las principales expectativas de la ESMA en relación con información a desglosar para el cálculo de ECL son las siguientes:
Asimismo, el regulador destaca las siguientes áreas para incluir en la información corporativa del ejercicio 2021:
Recuerda a los responsables de preparación de la información los requisitos en sus directrices sobre medidas alternativas de rendimiento (APM), y las pertinentes preguntas y respuestas con vistas a impulsar la utilidad y la transparencia de dichas medidas. La ESMA vuelve a incidir en la necesidad de:
La ESMA recuerda que los nuevos requisitos son efectivos para cierres de ejercicio en el año natural 2021 y que todos los informes financieros anuales han de prepararse en cumplimiento del formato electrónico único europeo (ESEF).
Asimismo, la ESMA enfatiza que los nuevos requisitos entrarán en vigor a partir de los informes que se presenten en el año 2022. Es decir: aquellos cuyo cierre sea el 31 de diciembre de 2021. Además, también recuerda que las empresas deben realizar los preparativos necesarios para cumplir los requisitos de desglose de información que se aplicarán; por ejemplo, puede ser necesario realizar actualizaciones en los sistemas internos de presentación de información.
Además de las directrices ya mencionadas , las ediciones de 2021 de nuestras guías a los estados financieros anuales: incluyen un suplemento sobre la COVID-19, desgloses ilustrativos y una lista de desgloses complementaria. Junto con Insights into IFRS, nuestra herramienta en la web sobre normas que acaban de entrar en vigor y nuestros centros de recursos sobre los impactos en la información financiera de la COVID-19 y el cambio climático, forman parte de las herramientas para presentación de información al cierre del ejercicio.
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