Los consumidores quieren productos de empresas que sean ambientalmente sostenibles, que adopten una postura clara sobre cuestiones de justicia social y demuestren que llevan a cabo prácticas de buen gobierno, incluso yendo más allá, están dispuestos a pagar más por ayudar a las empresas a abordar sus problemas de ESG.
Asimismo, los directores ejecutivos de las compañías se están dando cuenta de que serán evaluados según su compromiso con los aspectos relacionados con ESG. En una encuesta reciente de KPMG, el 65% de los principales líderes empresariales concluyeron que la gestión de los riesgos relacionados con el cambio climático desempeñará un papel importante entre sus objetivos para determinar si mantienen su nombramiento en los próximos años.
Aun así, las empresas todavía tienen dificultades para medir los resultados de ESG y reportar las métricas sobre las prioridades y el rendimiento de ESG. Muchas organizaciones aún no han definido una estrategia corporativa para ESG y otras han asumido compromisos amplios, pero no han establecido programas específicos para actuar en consecuencia o medir los resultados. Más importante aún, incluso entre las empresas que han comenzado, muchas no logran conectar el desempeño ESG con su estrategia comercial o no vinculan las métricas ESG con otras medidas cuantitativas de desempeño global.
Los problemas ambientales, sociales y de gobierno corporativo representan los factores no financieros que se utilizan para evaluar las prácticas de una empresa en torno a la conservación del mundo natural, la consideración de las personas y las relaciones, y los estándares de funcionamiento de una empresa.
Los consumidores y los inversores esperan que las empresas lleven a cabo acciones que impacten de manera positiva en ámbitos como el cambio climático, la justicia social, la diversidad, la inclusión y la explotación de los trabajadores. Por ejemplo, el 70% de los consumidores en EE. UU. y Canadá piensan que es importante que una marca sea sostenible o ecológica, y el 69% de los consumidores están dispuestos a pagar más dinero por productos reciclados.
A medida que los aspectos relacionados con ESG se vuelven más importantes, el papel del CFO y el Controller se volverá más importante. El reporting de ESG deben traducirse a un lenguaje financiero y trasladar su impacto a métricas financieras.
Para ello, los equipos de Finanzas están en una posición ideal en la organización para realizar un seguimiento de la información necesaria para monitorizar la estrategia ESG. La Función Financiera recoge, valida y presenta datos sobre ventas, cadena de suministro, clientes y otros tipos de información que ayudan a evaluar el desempeño que finalmente se traduce en ESG. Control de Gestión se relaciona con todas las funciones y unidades de negocio, y está en posición de liderar los programas de gestión de datos y elaboración de informes ESG de cualquier organización. El equipo de análisis y planificación financiera puede conectar la información ESG, generar conocimiento e informar sobre el progreso de la misma.
A medida que los equipos comiencen a abordar los aspectos relacionados con ESG, es posible que se pregunten: ¿Cómo me preparo para esto? ¿Qué necesito saber? ¿Para qué tengo que estar preparado?
En general podríamos decir que el impulso de la agenda ESG de una organización se debería focalizar en cuatro áreas específicas:
Las pautas sobre qué métricas de ESG deben reportarse aún están evolucionando. Sin embargo, el impulso hacia la estandarización de los informes ESG es cada vez más fuerte y crítico.
A medida que estos estándares continúan perfeccionándose, algunas empresas ya han comenzado a informar sobre sus actividades de ESG en sus informes de sostenibilidad, informes integrados, 10K y 10Q, por ejemplo.
Los equipos de Finanzas y Control de Gestión que apuesten por crear una estrategia ESG y un mecanismo de reporting para informar sobre ello, pueden comenzar haciéndose estas preguntas:
En general, las organizaciones pueden empezar evaluando sus operaciones con respecto a ESG eligiendo de tres a cinco áreas en las que enfocarse. En un principio es posible que los sistemas de reporting de la organización no puedan capturar con precisión los datos necesarios, por lo que avanzar con este compromiso puede requerir una inversión para adquirir las herramientas, la tecnología y los profesionales para comprender, capturar, analizar e informar sobre datos, métricas y KPIs relevantes de ESG.
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