Vivimos un momento único protagonizado por el desarrollo de nuevos productos y servicios tecnológicos donde la regulación juega un papel clave para potenciar la viabilidad en el mercado de los modelos de negocio emergentes.En los últimos meses se ha oído hablar mucho sobre el Sandbox regulatorio y el potencial que trae consigo. Pero ¿qué es exactamente el Sandbox?
La terminología “Sandbox” o “caja de arena” deriva de la jerga informática donde se crean en espacios controlados para que los programadores puedan experimentar con nuevos desarrollos tecnológicos, aún no comercializados, minimizando los riesgos asociados.
En este sentido, el Sandbox regulatorio se identifica como un espacio de pruebas en el que se permite probar proyectos innovadores de base tecnológica bajo el control y supervisión de la autoridad competente en cada caso.
El objetivo último de los entornos de prueba Sandbox es permitir testar productos o servicios que, por su innovación y tecnología aplicada, no pueden operar de forma normal en el mercado debido a las barreras regulatorias a las que se enfrentan. De no existir iniciativas de este tipo, se comprometería la viabilidad de numerosos proyectos que generan un enorme impacto positivo en la sociedad.
El enfoque de por qué se dota de un Sandbox regulatorio a determinadas industrias se debe a la imperiosa necesidad de permitir probar y desarrollar métodos, políticas y procesos de evaluación de tecnologías emergentes. Las iniciativas Sandbox abogan por la anticipación y adaptación regulatoria a modelos de negocio innovadores y tecnológicos.
Fue la Financial Conduct Authority (FCA) de Reino Unido en el año 2016 quien utilizó por primera vez este concepto de Sandbox regulatorio para explorar problemas regulatorios en torno al sector financiero y las nuevas tecnologías con el lanzamiento del primer Sandbox Financiero a nivel internacional.
Desde entonces ha comenzado a utilizarse en múltiples sectores como el de la energía, el transporte o la salud. Igualmente, se han implementado Sandboxes regulatorios en sectores transversales, tales como los Sandboxes enfocados en datos, los cuales tratan de abordar incertidumbres en torno al uso de datos personales, o Sandboxes orientados a tecnologías emergentes, como blockchain o Inteligencia Artificial.
De hecho, estos proyectos se impulsan en la normativa europea de Inteligencia Artificial en ciernes como medidas ideales para impulsar la innovación, animando a las autoridades competentes a crear estos espacios controlados de prueba, a fin de desarrollar, probar y validar tecnologías innovadoras, durante un tiempo limitado, y conforme a un plan acordado con tales autoridades (mecanismo de vigilancia regulatoria antes de su introducción en el mercado o puesta en servicio). Esta normativa, además, prevé un marco básico de gobernanza, supervisión y responsabilidad, sobre todo, en lo que concierne al tratamiento de datos personales afectados y su posible reutilización y/o tratamiento ulterior.
Cabe resaltar que la Unión Europea progresa en el lanzamiento de un Sandbox regulatorio Paneuropeo focalizado en blockchain con la intención de que sea aprobado este año 2022 donde se permitirá probar modelos de negocio basados en esta tecnología que inciden sobre numerosas industrias.
Actualmente en España, existen sectores emergentes que representan una gran oportunidad para innovar de forma segura y escalable en diferentes industrias.
A continuación, comentaremos el alcance de los entornos de pruebas Sandbox en tres sectores clave para el desarrollo económico: el sector energético, el sector de la movilidad/transporte y el sector de la salud.
Actualmente el sector de la energía atraviesa un momento de cambio a nivel global en el que el desarrollo de nuevos modelos de negocio que ayuden a transformar el sistema se considera esencial.
La urgencia de la transición del sistema energético requiere acelerar los procesos de innovación que, como resultado, darán forma a futuros componentes o elementos tecnológicos, económicos y regulatorios.
Es por este motivo por lo que la mayoría de los Sandboxes en el mundo enfocados al sector de la energía tienen como objetivo encontrar soluciones relacionadas con la reducción del impacto medioambiental, el almacenamiento de energía en el sector eléctrico y el desarrollo de servicios que den estabilidad a la red.
En España se va a llevar a cabo la implementación de un Sandbox regulatorio en el sector eléctrico. El 26 de julio de 2021, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) lanzó la consulta pública previa a la elaboración de un real decreto de innovación regulatoria en el ámbito del sector eléctrico.
Gracias al Real Decreto-ley 23/2020, se habilita al Gobierno a establecer bancos de pruebas regulatorios para introducir novedades, excepciones o salvaguardias regulatorias que contribuyan a facilitar la investigación e innovación en el ámbito del sector eléctrico.
La necesidad de crear un Sandbox regulatorio en el sector también viene recogida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), en concreto, su reforma C8.R4, dedicada a “Sandboxes o bancos de pruebas regulatorios”.
Según el MITECO, podrán probarse iniciativas relativas a la flexibilidad, la gestión de la demanda, la digitalización, el almacenamiento, los mercados y las comunidades energéticas, o cualesquiera otras que surjan en el proceso de transición. Cabe mencionar que todavía está pendiente de aprobación definitiva.
Actualmente, ya han implementado iniciativas de este calado países como Alemania, Países Bajos, Reino Unido, Singapur, Italia y Corea del sur. Además, más de 10 países se encuentran en la fase de diseño y propuesta de un programa de Sandbox para su ejecución.
El sector de la movilidad es quizás el más diferente en este contexto debido a diferentes factores. En primer lugar, por la naturaleza de los proyectos con necesidad de testeos “en vivo”, orientados a soluciones de movilidad bajo demanda y vehículos conectados y autónomos, que representan un desafío único para el área local en el que se desarrollan las pruebas.
En segundo lugar, estos entornos de prueba tienen como fin último cumplir objetivos políticos más amplios, como es el movimiento hacia una estructura de movilidad diferente. Por último, involucran un mayor número de partes interesadas, siendo normales las alianzas público-privadas.
En España, ya se aprobó el primer Sandbox de movilidad en 2021 y, en estos momentos, son diversas las iniciativas que se impulsan a nivel nacional. Por ejemplo, Madrid Futuro y el Área Delegada de Innovación y Emprendimiento del Ayuntamiento de Madrid han diseñado un Sandbox de innovación basado en tres ejes: movilidad, sostenibilidad y urbantech. Se realizó la fase previa en 2021 y será a partir de enero de 2022 cuando se lleve a cabo la implementación oficial.
Algunos de los países donde se han implementado este tipo de Sandboxes regulatorios con éxito son Alemania, Singapur, California y Japón.
Tras el éxito de los Sandboxes realizados a nivel internacional en el sector Fintech, ha surgido un área de interés para utilizar estos entornos de pruebas en entornos de atención sanitaria y social.
Atendiendo al fin último que se quiere conseguir con el Sandbox, existen dos tipos de entornos de prueba en el sector salud. En primer lugar, aquellos Sandboxes centrados en datos, cuyo fin es facilitar el acceso a registros de salud electrónicos para la investigación biomédica y clínica. Gracias a ello se facilita el acceso y procesamiento de datos sanitarios y se participa en el diseño de herramientas tecnológicas eficaces.
En segundo lugar, los Sandboxes centrados en resultados, creados para optimizar los resultados del paciente a partir de la implementación de nuevas intervenciones o nuevos servicios aplicando tecnología, muchas de ellas relacionadas con el uso de Inteligencia Artificial en el diagnóstico, intervenciones relacionadas con telemedicina y salud móvil, así como el uso de la tecnología blockchain para registros distribuidos.
En este sentido, destaca el reciente proyecto del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT), organismo de la UE, que ha impulsado con éxito un programa específico en este sector denominado “EIT Health Digital Sandbox” del que se han beneficiado ya múltiples empresas de sectores como el Biotech, el Medtech y el Digital Health.
Entre los países que han implementado esta destacan aquellos desarrollados en Reino Unido, Europa, Massachusetts, San francisco, Singapur y Japón.
Por último, cabe resaltar que el Proyecto de Ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, señala que los poderes públicos promoverán la creación de entornos de pruebas controlados (Sandbox) con el objeto de evaluar la viabilidad y el impacto de innovaciones tecnológicas para su supervisión y control por parte de las autoridades competentes del sector en el que se desarrolle.
Sin lugar a duda, se abre un abanico de posibilidades para que numerosas industrias puedan invertir en innovación tecnológica de forma segura y sostenible, ampliando exponencialmente las posibilidades más allá del sector Fintech.
Innovar implica probar y, sin duda, este es el mejor cauce y momento para atreverse a ello, siendo crucial explorar todas estas tendencias lo que, al final, permitirá distinguir en el mercado a las empresas más capaces y disruptivas. Y es que usar la ley como aliada competitiva es posible y necesario, más hoy en día.
Junto con otras áreas de KPMG España que abordan, desde diversas perspectivas y ámbitos estas materias, desde el área de “Legal Operations & Transformation Services (LOTS)” de KPMG Abogados ayudamos a enfocar, diseñar y, en definitiva, acompañar procesos y convocatorias Sandbox en estos sectores emergentes, dado su alto componente de diseño e innovación legal, aportando un elevado nivel de expertise, así como experiencia acreditada por parte de nuestro equipo en estas materias.
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