El sector salud se ha erigido como uno de los sectores clave no solo desde el punto de vista social sino también económico tras los dos últimos años, en los que ha demostrado su capacidad de esfuerzo y superación con la gestión de la pandemia. Dos años en los que no se ha reparado en gastos ni en recursos: el gasto sanitario público en el año 2019 en España supuso 75.025 millones de euros, lo que representa el 6% del PIB. Pero, sin duda, dos años en los que el sobreesfuerzo ha hecho mella y, por ello el PERTE para la Salud de Vanguardia era uno de los más esperados. En este sentido, “el PERTE supone una gran oportunidad para impulsar la competitividad y la innovación de la industria, si bien desde el sector se percibe que se podrían haber destinado fondos a la mejora de la gestión sanitaria”, según señala Cándido Pérez, socio responsable de Infraestructuras, Transporte, Gobierno y Sanidad.
Y es precisamente este Proyecto Estratégico, el segundo aprobado por el Gobierno, el que tiene como objetivo la transformación del sector sanitario a través de la ciencia y la innovación y, para ello, prevé una inversión total de más de 1.469 millones de euros hasta 2023, una contribución del sector público de más de 982 millones de euros y una inversión privada que se estima en los 487 millones de euros. A ello se une, tal y como subraya Cándido Pérez, que se han otorgado cerca de 2.436 millones de euros en 2021 a la sanidad para reforzar y sufragar el sobreesfuerzo realizado en estos años a través del REACT-EU.
En línea con lo que destaca Cándido Pérez, el PERTE Salud se estructura en base a cuatro objetivos estratégicos y cinco líneas transversales:
1. El primero de estos objetivos es impulsar la Medicina Personalizada de Precisión en el Sistema Nacional de Salud para hacer frente a los nuevos retos sanitarios y, concretamente, se enfoca tanto en el desarrollo como en la creación de empresas competitivas basadas en la generación de conocimiento.
2. El segundo de los objetivos troncales es promover el desarrollo de terapias avanzadas y otros fármacos emergentes, para lo que se espera que se abran las primeras convocatorias durante este primer semestre del año, según indica Olga Fidalgo, socia responsable de Life Science de KPMG en España, quien añade que “nos encontramos con un componente público muy importante porque el requisito es que se beneficien los institutos de investigación. Y, teniendo en cuenta que la dotación económica es de 36 millones de euros para la parte de proyectos de investigación, habrá que ver cuál es el encaje con los proyectos que las compañías tienen previsto acometer”.
Dentro de este objetivo, se engloban todas las actuaciones en torno a lo que se ha denominado ‘transferencia de conocimiento en forma de proyectos I+D+i para atender necesidades de organismos de investigación y empresas biotecnológicas’. “Hay una fuerte relación entre lo que son los organismos de investigación pública, sobre todo en el ámbito de las terapias avanzadas, que va a estar muy gestionado y centralizado en el instituto de salud Carlos iii, por lo que va a haber espacio para que aparezcan nuevas biotech y nuevas stratups que puedan verse impulsadas por la colaboración público- privada en este sentido”, subraya Olga Fidalgo. “El PERTE también recoge un componente de innovación a nivel industrial, con el objetivo de desarrollar capacidades industriales alineadas con la producción de terapias avanzadas, lo que abre la puerta a la integración de la cadena de valor con participación de otros actores del sector industrial”, insiste la socia responsable de Life Science de KPMG en España.
3. Con respecto al tercero de los objetivos, este se propone desarrollar un sistema inteligente de agregación, gestión y explotación de datos en salud. Esto es lo que se conoce como data lake sanitario, al que se destinarán 100 millones de euros y cuyas convocatorias también están previstas para el primer semestre del año. Aquí, “están involucradas las administraciones públicas y, desde el punto de vista de las compañías que puedan participar, serán sobre todo las tecnológicas las que puedan entrar”, tal y como apunta Olga Fidalgo. El propósito de este data lake, que a su vez forma parte de un proceso más amplio de impulso de la digitalización de los servicios de salud recogido en la componente 18 del Plan de Recuperación, es generar un repositorio de datos sanitarios para poder analizarlos de manera masiva y así identificar y mejorar el diagnóstico y los tratamientos.
4. Muy ligado a esto último está el cuarto de los objetivos de este Proyecto Estratégico, que persigue impulsar la transformación digital de la asistencia sanitaria mediante la aplicación de tecnología a todas las actividades que impliquen relación con el ciudadano.
Para alcanzar todo ello y haciendo honor al espíritu con el que nacieron estos Proyectos Estratégicos, aparece una figura muy relevante, la Alianza del PERTE de Salud, que juega un papel especial ya que es crucial crear una unión sólida y coordinada entre todos los agentes involucrados.
Así, la Alianza del PERTE de Salud es un modelo de colaboración para la transformación en el que participarán todos los actores involucrados: administraciones públicas; centros y departamentos de investigación biomédica, hospitales y centros asistenciales; y, empresas, desde las emergentes más pequeñas hasta las compañías más grandes, para impulsar modelos colaborativos que permitan alcanzar soluciones innovadoras. En palabras de Cándido Pérez, “la Alianza del PERTE de Salud de Vanguardia es un elemento clave, ya que con él se crea un consorcio de hospitales públicos, asociaciones dentro del sector y junto al Ministerio de Sanidad para hablar sobre cómo se debe impulsar esa salud de vanguardia”.
Pero nada de esto será posible sin financiación y, por ello, el Proyecto Estratégico establece dos agendas de inversión, como apunta Cándido Pérez, una dirigida al tejido científico y otra más enfocada al tejido empresarial, donde se fomentan de manera más específica las alianzas científico-empresariales.
Así, el siguiente paso es armar la estructura para poder optar a las diferentes líneas del PERTE de salud. “En el pasado, son asociaciones de interés económicos o consorcios, aunque esto no lo sabemos aún con exactitud. Lo que está claro es que exigirán un porcentaje de asignación de las ayudas a los organismos públicos”, señala Olga Fidalgo.
Y es que a falta de que aún queden por especificar y arrojar algo más de luz en aspectos concretos del Proyecto Estratégico, lo cierto es que “es muy relevante hacer un seguimiento exhaustivo de lo que se va a ir publicando y ser activos, dejándose acompañar para explorar estratégicamente si hay algún ámbito de tu actividad en la que podrías beneficiarte”, afirma Olga Fidalgo.
Además, “cabe destacar la reciente noticia de que España se suma a un PERTE Sanitario a nivel Europeo, un PERTE que está alineado con las tres áreas de actividad descritas en el PERTE de Salud español, y que recoge también el desarrollo de tecnologías y procedimientos de producción innovadores y más ecológicos para la fabricación de medicamentos, el desarrollo de medicamentos frente a desafíos como son la resistencia a antibióticos o para hacer frente a futuras pandemias, enfermedades raras y terapias genéticas o celulares”, comenta Olga Fidalgo, quien añade que las iniciativas en estos ámbitos deberían publicarse entre junio y octubre de este año, y más tarde una segunda ola de proyectos en los ámbitos de tecnología y digital, pero sobre todo que estas iniciativas ampliarán la disposición de financiación y deberían favorecer el desarrollo de proyectos multinacionales.
Deja un comentario