Además de los estándares ISO que he ido analizando en las entradas anteriores, existen otras instituciones internacionales que impulsan iniciativas para difundir la importancia de los comportamientos éticos y el respeto a las normas. Muchas organizaciones internacionales que operan en diferentes localizaciones tienen también en cuenta estos marcos de referencia a la hora de diseñar su Modelo de Compliance. Entre otras, el Banco Mundial o la Cámara de Comercio Internacional son algunos ejemplos de entidades internacionales que han emitido directrices, que se ha convertido en un marco de referencia internacional por su importancia, en estos casos en materia anticorrupción.
Una de las obligaciones del Banco Mundial es asegurarse que el importe de sus préstamos y ayudas se utilicen realmente para la finalidad para la que fueron concedidos, por lo que las prácticas corruptas y el fraude interno interfieren de manera clara en este propósito.
Para evitar este tipo de conductas, el Banco Mundial puede imponer sanciones de inhabilitación para participar en los proyectos que financia si se demuestra que alguna organización o persona física ha cometido una irregularidad en este ámbito.
No obstante, desde el año 2010, a las organizaciones sancionadas se les puede levantar esta sanción si adoptan un Modelo de Compliance alineado con los principios contenidos en el documento Directrices sobre cumplimiento de las normas de integridad. Aunque estas directrices están dirigidas principalmente a entidades sancionadas, desde el Banco Mundial se anima a otras organizaciones a tenerlas en cuenta.
Así, a pesar de que el Banco Mundial no tiene cedidas capacidades legislativas y, por lo tanto, no puede emitir normas vinculantes, sus recomendaciones y estándares gozan de un indiscutible reconocimiento a nivel de los Estados asociados. Su legitimidad no es jurídica, sino técnica.
En el siguiente video analizo el contenido y características de este estándar internacional.
Deja un comentario