La revolución de los macrodatos, acompañado por la proliferación de soluciones digitales enfocadas en analizar los mismos, han dejado una huella permanente sobre la función tributaria, facilitando a sus profesionales el acceso a información más precisa y comprensible y proporcionando beneficios tangibles vinculados con la definición de estrategias o la optimización del cumplimiento fiscal.
Aquellos departamentos que hayan alcanzado una madurez digital más avanzada ya cuentan con modelos analíticos evolucionados que brindan a sus equipos recomendaciones específicas y líneas de actuación concretas para evitar las situaciones de riesgo y, en paralelo, maximizar las oportunidades que se presentan a lo largo del tiempo.
Exploremos los cinco tipos (o niveles) de análisis de datos para entender los beneficios concretos que aportan a cualquier departamento fiscal: Descriptivo, Diagnóstico, Predictivo, Prescriptivo y Cognitivo.
El análisis descriptivo tiene como objeto agrupar y resumir datos históricos a través de cuadros de mando, facilitando al departamento fiscal una visión global y fácilmente comprensible del estado de aquellas actividades y asuntos bajo su alcance de control y gestión.
Partiendo de la minería de los datos brutos y estáticos, se utiliza asiduamente esta técnica para producir resúmenes ejecutivos e inteligibles que ponen de relieve aquellos indicadores relevantes para la función fiscal, entre ellos, la cantidad de impuestos pagados por tipología, la tasa impositiva efectiva por jurisdicción, el porcentaje de declaraciones presentadas en tiempo y forma, el estado de las inspecciones fiscales en curso o el número de errores descubiertos durante el ciclo de vida de cada obligación tributaria.
Mediante la implementación de este método como punto de partida en la adopción de la analítica de datos, el departamento fiscal aprovecha los datos a su disposición para comprender e interpretar su rendimiento general y enfocarse en aquellas áreas en las que debe dedicar un mayor esfuerzo.
Este tipo de análisis proporciona información sobre las causas fundamentales por las cuales se inducen situaciones clasificadas por el departamento fiscal como problemáticas o beneficiosas.
Suele emplearse para detectar el origen y las razones por las cuales se generan ineficiencias temporales e imprecisiones formales en el proceso de preparación y presentación de declaraciones fiscales y otros entregables bajo la responsabilidad del departamento fiscal como, por ejemplo, informes, cálculos soporte o asientos contables. Dichas vulnerabilidades se subsanan frecuentemente mediante la reingeniería y posterior automatización de distintos procesos como la extracción, comprobación y tratamiento de datos de los sistemas contable-financieros.
A través de este segundo tipo de análisis focalizado en investigar el fondo de las métricas descriptivas, el departamento fiscal obtiene un entendimiento más profundo sobre aquellos factores, tanto patentes como latentes, que hayan tenido una repercusión sobre los resultados provistos por el análisis descriptivo.
El análisis predictivo consiste en detectar tendencias y patrones sobre datos históricos para determinar las probabilidades de materialización de situaciones futuras, incluyendo tanto áreas de oportunidad como áreas de riesgo para el departamento fiscal.
Se aplica, entre otros casos, para la previsión de la contribución fiscal en ejercicios siguientes, el descubrimiento de hechos desencadenantes de auditorías o inspecciones, y la predeterminación de áreas de incumplimiento tributario. En el caso concreto del proceso de cumplimiento, mediante el análisis de pagos realizados o tareas ejecutadas por las partes intervinientes del mismo, se podrán poner de manifiesto irregularidades o anomalías indicativas de contingencias como sanciones y multas. Otra aplicación práctica, intrínsecamente ligada con la función jurídica, está orientada a la predicción del impacto de cambios y novedades normativas fundada en, inter alia, la materia tratada, el órgano emisor o los plazos de entrada en vigor.
Al disponer de información sobre potenciales situaciones ulteriores, el departamento fiscal podrá adelantarse en la planificación requerida para poder abordar o, como mínimo, mitigar los efectos negativos que pudieran conllevar las mismas.
Este tipo de análisis incorpora técnicas más avanzadas para recomendar las líneas de actuación más favorables ante posibles escenarios, optimizando de manera directa la toma de decisiones del departamento fiscal.
El análisis prescriptivo va más allá, tomando en cuenta tanto las experiencias previas (análisis descriptivo y diagnóstico) como los escenarios eventuales (análisis predictivo), para sugerir planes de acción alternativos a ser considerados por el departamento fiscal. Se emplea habitualmente para proponer y simular distintos cursos de acción relativos a la gestión de inspecciones, controversias, disputas y otras interacciones, así como el aprovechamiento de créditos, deducciones e incentivos fiscales, calibrando los posibles desenlaces de cada simulación.
Este modelo analítico dota a la función fiscal de la capacidad para simular, valorar y determinar el impacto potencial de sus acciones para afrontar escenarios futuros, apoyando a sus responsables en la selección de la hoja de ruta que estimen más adecuada y con las mayores probabilidades de éxito.
Es el método de análisis está altamente apalancado en el uso de algoritmos de inteligencia artificial y técnicas de autoaprendizaje como machine learning o deep learning, entre otras tecnologías emergentes, para ofrecer una mayor autonomía para hallar tendencias y relaciones que no son fácilmente detectables por los propios profesionales o examinar conjuntos masivos de datos en plazos sobrehumanos, con el fin de incrementar la precisión y la eficiencia de los procesos tributarios.
En tanto en cuanto se sofistican y depuran las bases de conocimiento del modelo de autoaprendizaje para emular los instintos, inferencias y decisiones propias de un profesional especialista en materia tributaria (teniendo en cuenta las peculiaridades propias de cada persona, equipo y organización), el departamento fiscal podrá delegar gradualmente tareas más complejas como procesar inmanejables volúmenes de datos, así como identificar, e incluso, abordar las áreas de riesgo o de oportunidad a medida que surjan.
El análisis cognitivo permitirá al departamento fiscal tomar las medidas pertinentes en plazos reducidos, ser eficientes en la asignación de recursos y ocuparse de los asuntos que requieran una mayor intervención técnica y personal por parte de los profesionales que forman parte de esta.
Muchas compañías ya consideran las soluciones de visualización y análisis de datos como parte de los accesorios estándar que integran el paquete ofimático que ponen a disposición de sus trabajadores. Las progresivas exigencias de transparencia, inmediatez, eficiencia y de ahorro sobre la función fiscal, aparejadas por el creciente acceso, conocimiento e interés de los profesionales sobre dichas tecnologías, ya han ubicado al dato – cada vez con una mayor trascendencia – en el núcleo de los modelos operativos de cada departamento fiscal.
A la postre, la exploración e implementación de un marco estratégico de tax analytics es indispensable para que la función fiscal pueda atender, y si fuere posible, adelantarse a los requerimientos y retos dinámicos que acarrea esta interminable revolución de los datos. Por lo que, definitivamente, la respuesta a la pregunta planteada en el titular es analizar, sin duda.
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