Artículo publicado el 26/01/2023
En el ámbito de la fiscalidad internacional, la noticia más relevante de las últimas semanas es el cambio de la regulación brasileña en la materia de precios de transferencia para adecuarla, por fin, al principio de plena competencia establecido en las Directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El 29 de diciembre de 2022, el gobierno brasileño emitió un decreto presidencial para alinear las reglas de precios de transferencia de Brasil, muy particulares y específicas, con el estándar del principio de plena competencia aplicado por la OCDE.
Dicho decreto presidencial tiene efecto legal desde su emisión. Sin embargo, se trata de una medida temporal con validez por 60 días renovable por otro periodo de 60 días y que solo será definitiva si es aprobada por el Congreso brasileño antes de que transcurran 120 días desde su emisión. A pesar de esto y de que se trata de una regulación propuesta por el anterior gobierno brasileño, se espera que la medida se convierta en definitiva mediante la consiguiente aprobación por el Congreso, dado que el gobierno actual, a día de hoy, no se ha manifestado en contra de la nueva regulación.
En caso de ser aprobada, la nueva regulación será opcional para el ejercicio fiscal que ha comenzado el 1 de enero de 2023 y obligatoria para los ejercicios fiscales que comienzan a partir del 1 de enero de 2024.
Las reglas brasileñas en materia de precios de transferencia previas al decreto presidencial de 2022 no afectan a todas las transacciones vinculadas y consideran márgenes o retornos fijos para determinadas operaciones, con independencia de las funciones realizadas, riesgos asumidos y activos utilizados por las partes involucradas en ellas. Asimismo, dichas reglas requieren un análisis del precio por producto que no considera el impacto que los resultados individuales tengan en el beneficio total de la compañía. Por lo anterior, hasta ahora, la existencia de pérdidas a nivel de resultado de explotación no ha sido uno de los detonantes de las inspecciones.
Este decreto presidencial representa el fin del sistema brasileño de precios de transferencia, único y exclusivo en el ámbito tributario, que se caracterizaba por ser fácilmente aplicable, proporcionar alta certeza legal, no requerir análisis económico comparativo de cada una de las operaciones, no aplicar a todas las transacciones vinculadas y crear problemas, casi automáticos, de doble imposición.
Como características más relevantes de la nueva regulación brasileña en materia de precios de transferencia destacan las siguientes:
Sin perjuicio de lo anterior, como elementos diferenciadores de la regulación brasileña en materia de precios de transferencia en relación con lo establecidos por la OCDE destacan:
Esta nueva regulación de precios de transferencia representa una oportunidad y una obligación de los grupos multinacionales con transacciones vinculadas en Brasil para alinearlas políticas de precios de transferencia brasileñas con las mundiales. Asimismo, a partir de ahora, los grupos multinacionales deberán atacar tres objetivos:
Parece que Brasil aplicará el principio de plena competencia, lo cual representa un cambio significativo (no menor) y los grupos multinacionales deberán analizar las implicaciones antes de su aplicación práctica.
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