La irrupción de la intelligence artificial generativa ChatGPT (OpenAI) en el mercado nos tiene asombrados, tanto al público general como a los profesionales del ámbito Data Analytics e Inteligencia Artificial (AI).
Asombrados por el gran salto de evolución en las capacidades cognitivas de su modelo de lenguaje natural. Esta evolución se esperaba para dentro de unos años, pero ya es una realidad entre nosotros. Su capacidad de entendimiento del contexto y de generación de contenidos es sencillamente admirable, gracias a su entrenamiento realizado con todas las fuentes de información publicadas en internet hasta 2021 (más de 175 billones de parámetros). Se considera así como la primera inteligencia general de uso masivo.
Asombrados también por la rapidez de adopción (más de 1 millón de usuarios en 5 días) y por la rápida adaptación del mercado empresarial, escasas semanas después se está utilizando por multitud de particulares y empresas para la generación automática de contenidos originales (webs, anuncios, artículos, publicaciones, libros, etc.). Además de suponer nuevas ideas de negocio, creación de planes de marketing, modelos de inversión financiera, limpieza de datos, generación de informes, minutas de reuniones, planificaciones de trabajo, formación de empleados y estudiantes, generación de código informático, creación de apps y un largo etcétera que se irá incorporando día a día a sus usos, gracias a que se mantiene su apertura pública.
Esta irrupción en el mercado también nos ha sorprendido por el rápido cambio de las reglas del juego, desde la pronta reacción de Google para dar respuesta a una posible amenaza a sus servicios, como buscador de información, hasta la ágil inversión por parte de Microsoft para contar con sus capacidades.
Todo este asombro y reacciones por un modelo en pruebas que presenta errores de desinformación involuntaria y limitaciones de respuestas (algunas autoimpuestas para evitar uso malicioso o de riesgo). No obstante, en palabras de Sam Altman, CEO de OpenAI, “llegarán en breve nuevos avances en el desarrollo de modelos de Inteligencia Artificial General (AGI) que harán que ChatGPT parezca un “juguete aburrido” y que generarán disrupciones aún más significativas”.
La respuesta es evolucionar cuanto antes hacia una Inteligencia Adaptativa, tanto a nivel personal como a nivel estructural en las empresas.
En la antigüedad, durante más de 10.000 años hemos sido una sociedad basada en la tradición, confiando en seguir las reglas de trabajo probadas y heredadas de nuestros antecesores, trabajando largas jornadas en el campo y el mar al ritmo de las estaciones, basadas fundamentalmente en esfuerzo físico.
Hace unos 200 años, con la Revolución Industrial y la llegada de las primeras máquinas de vapor, las reglas tradicionales empezaron a cambiar hacia formas de trabajo basadas en sistemas y procesos de economía productiva de escala. De este modo, el esfuerzo físico empezó a ser menos relevante y tuvimos que desarrollar rápidamente nuevas capacidades profesionales basadas en el pensamiento analítico y de conocimientos adquiridos.
Hoy en día, con la llegada de la Inteligencia Artificial (IA) las reglas han cambiado de nuevo, ya que la IA va a reemplazar ineludiblemente nuestra inteligencia y conocimientos igual que la máquina de vapor reemplazó nuestra capacidad física. Este nuevo cambio nos va a llevar a evolucionar hacia nuevas capacidades de adaptación y creatividad basadas en nuestra singularidad como personas y empresas.
De esta forma las reglas de la sociedad y empresas han cambiado en todo este camino desde el seguimiento de las reglas establecidas por nuestros antecesores, al seguimiento de procesos y sistemas, hasta llegar finalmente al seguimiento de nuestra propia singularidad y visión.
Desde el pensamiento heredado, al pensamiento basado en el conocimiento, hasta el pensamiento creativo y dinámico. Desde las capacidades física, a las capacidades analíticas hasta las capacidades adaptativas. Desde la economía de mercado, a la economía de producción en escala, hasta la economía de la singularidad.
No tengamos reparos en experimentar e innovar buscando nuestra identidad única, creatividad y valores que nos distinguen del resto, porque la IA en breve estará cubriendo todos aquellos procesos que actualmente están definidos y funcionando.
Por ello, tanto a nivel personal como empresarial debemos invertir en nuestra Inteligencia Adaptativa, en ser todo lo singulares posible en la manera en la que percibimos nuestra visión y aportamos valor al mundo que nos rodea.
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