Pregunta: Aunque todavía no han presentado los resultados de 2022. ¿cuáles son las líneas generales del ejercicio pasado para Ibercaja?

Respuesta: Ha sido francamente muy bueno porque hemos mantenido una positiva dinámica comercial tanto en la financiación a las empresas como en hipotecas. En cuanto a la gestión del ahorro, ha sido un año muy complejo, el peor que he visto en 30 años, con una volatilidad enorme en los mercados, pero estamos contentos con los resultados. Así, hemos conseguido tener aportaciones netas positivas tanto a fondos de inversión como a planes de pensiones, ganando cuota de mercado en ambos productos. Somos los quintos del mercado en gestión de activos, con una cuota que duplica nuestro tamaño como banca comercial.

P. ¿Cómo se ha comportado la morosidad?

R. La hemos contenido y reducido hasta cerrar el año en mínimos, con un ratio del 1,6% estimado, en el nivel de 2007. Y esto nos va a permitir cerrar con una rentabilidad del negocio minorista del entorno del 7,6% en ROTE (retorno sobre el capital tangible) recurrente, que es una buena cifra pero que todavía está por debajo de nuestro coste de capital. Los beneficios del ejercicio no son caídos del cielo, ni vienen por situaciones extraordinarias ni tampoco del euríbor, son fruto de un acierto estratégico, capacidad de ejecución y trabajo colectivo de los últimos ocho años.

P. Se habla de que puede resurgir la morosidad en hipotecas y créditos ICO del sector de la alimentación, del agroalimentario o la distribución. ¿Creéis que puede haber un repunte?

R. Creemos que habrá más problemas en las empresas que en las familias, pero no esperamos una avalancha de insolvencias. Las familias están menos endeudadas que en la crisis de 2008 y han acumulado ahorro con la pandemia. Las empresas también están en general más fuertes que antes. En cualquier caso, la morosidad dependerá de hasta dónde lleguen los tipos de interés, no es lo mismo que estén al 3% que al 5%, porque la capacidad de resistencia de los deudores se va doblegando.

P. ¿Hará más recortes de plantilla?
R. Desde que soy consejero delegado hemos hecho tres ERE, afectando a un 30% de la plantilla. Ahora estamos con una dimensión adecuada tras la relevante reestructuración de estos años.

P. ¿Cuáles serán los motores de la cuenta de resultados este año?

R. Una de nuestras prioridades de gestión es mantener un buen ritmo de concesión de nuevo crédito, pese al entorno más difícil, sobre todo en hipotecas y en empresas, hasta elevar la formalización de préstamos en torno a un 10%. Aunque este ritmo va a depender también de la llegada de los Fondos Europeos. En segundo lugar, esperamos hacer una gestión serena y experta del ahorro de los clientes. Y aunque acabaremos pagando en este ejercicio los depósitos a plazo, lo haremos en el momento adecuado y no antes, porque nos jugamos mucho en la pérdida de márgenes de la actividad y tampoco hay una gran demanda de crédito que nos vaya a disminuir nuestra liquidez.

P. ¿No le impresionan las colas en Banco de España de clientes para comprar Letras del Tesoro? ¿Es un toque de atención a los bancos?

R. Está habiendo demanda de deuda pública por parte de los clientes minoristas y tenemos ya productos de ahorro interesantes con bonos y letras del Estado, pero todavía la demanda directa no es tan fuerte en comparación con toda la inversión en ahorro de los hogares.

P. Nunca han querido hablar de fusiones, pese a los mensajes del supervisor que reclamaba más concentración en el sector. ¿Tienen este asunto zanjado con el BCE?

R. Hemos ido siempre con argumentos bien fundados y con una hoja de ruta corporativa sólida, que siempre pasa por la independencia. Somos y queremos seguir siendo un banco minorista nacional con sede en Aragón. Ahora estamos en nuestro mejor momento, porque hemos mejorado muchísimo nuestros indicadores de solidez financiera y en 2023 esperamos una rentabilidad del 9%, lo que nos sitúa ya muy cerca del coste de capital, que es la mayor garantía de independencia de un proyecto corporativo. Somos sin duda competitivos, solventes, sostenibles y rentables.

P. Han retrasado varias veces su fecha de salida a Bolsa…

R. El supervisor ha entendido que si llegaban diferentes crisis exógenas que afectaban claramente a nuestra valoración, no era bueno tener la presión de una fecha límite para salir a Bolsa. Al final, con el dividendo que generamos, estamos permitiendo a la Fundación Bancaria Ibercaja que dote un fondo de reserva y, así, ya no tenemos fecha límite para cotizar. Lo haremos cuando convenga al proyecto Ibercaja y se reconozca el valor real de la entidad, sin la presión del plazo.

P. Acaban de realizar una emisión de capital de 350 millones. ¿Ha sido sugerencia del supervisor?

R. Siempre hay sugerencias para reforzar la solvencia, pero en este caso se trata de una emisión para cubrir los ratios obligatorios de pasivos elegibles denominados MREL, que son los liquidables en caso de que hubiera problemas de solvencia. Creemos que la emisión ha sido un rotundo éxito porque la demanda fue diez veces superior a la emisión, el 90% fueron inversores extranjeros, con un perfil de inversor de medio y largo plazo. Esto demuestra que tenemos acceso al mercado de capitales, y que nuestro proyecto de banca minorista genera credibilidad en la comunidad inversora internacional.

P. Pagaron un cupón del 9,125%. ¿Ha sido un precio alto?

R. Hay que tener en cuenta que es capital y de carácter perpetuo. En el hipotético caso, que no va a ocurrir, de que no ganemos dinero en algún ejercicio o hubiera pérdidas, podemos no pagar ese cupón. Y en una hipotética situación de quedar por debajo del capital mínimo, se cubriría precisamente con ese capital. Por eso, la emisión tiene un coste próximo a nuestro propio coste de capital.

P. Por su vocación territorial, estando en una zona afectada por el despoblamiento, ¿pueden decir que no abandonan una localidad si son el último banco?

R. Quizá no llegamos a eso, pero nunca dejaríamos sin servicio financiero satisfactorio a los habitantes de un pueblo, aunque no tengan oficina. Contamos con cajeros, oficinas móviles, trabajamos desde locales municipales y nuestros empleados se desplazan con una tableta o un PC portátil con toda la información bancaria para realizar cualquier transacción o consulta. Para el efectivo, garantizamos siempre que exista un punto de distribución a menos de 15 kilómetros de cada pueblo, a unos 10 minutos en coche.

P. ¿Qué opina de la tasa del Gobierno a los ingresos bancarios?

R. Es injusta, arbitraria y contraproducente para la economía; además, contraviene principios tributarios, jurídicos y de competencia. Así nos lo dicen una gran mayoría de catedráticos especialistas en la materia. En febrero pagaremos y, a continuación, tenemos la intención de recurrir ante los Tribunales de Justicia porque creemos que nos asiste la razón.

P. El Gobierno dice que los bancos están ganando mucho dinero y tienen que ayudar en esta crisis…

R. Creo que sí que arrimamos el hombro, porque la banca tiene un tipo marginal del impuesto de sociedades mayor que el resto de empresas, de un 30%, no nos deducimos los gastos soportados de IVA y nuestra tasa fiscal efectiva está por encima del 50%.

P. Pero tienen muchas deducciones fiscales…

R. Claro, pero son deducciones legítimas por pérdidas del pasado. Nuestra tasa efectiva de 2022 será del 28%, después de esas compensaciones fiscales. Además, estamos siempre dispuestos a ayudar a los colectivos y clientes más vulnerables: moratorias hipotecarias, código de buenas prácticas, créditos ICO, etc. Y en nuestro caso particular, al ser Fundaciones nuestros accionistas, devolvemos a la sociedad gran parte del dividendo. Somos un banco con sensibilidad social y territorial.