Entre las seis grandes iniciativas contempladas en la Ley de Creación y Crecimiento de empresas 18/2022, también conocida como Ley Crea y Crece, cabe destacar la relacionada con la implementación de la factura electrónica especialmente por su transversalidad y universalidad, dado que esta iniciativa va a terminar afectando a todo el conjunto de los actores de la economía española con capacidad para emitir una factura.
El resto de las medidas tienen un carácter más específico y parecen diseñadas para dinamizar e impulsar las capas mas débiles o pequeñas del ámbito empresarial; a saber: nuevas actividades económicas exentas de licencia, creación de Sociedades limitadas con un capital de 1 euro, agilización de los trámites para la constitución de empresas, restricción de acceso a contratación pública y subvenciones en casos de morosidad y flexibilización de los mecanismos de financiación alternativa.
En relación con la factura electrónica, se detectan una serie de ámbitos de análisis desde los cuales debatir y prever escenarios de futuro.
Primeramente, se encuentra el bloque de mejoras consustanciales a la digitalización empresarial. Como puede ser la mejora en la eficiencia en los procesos o la eliminación del archivo físico, la trazabilidad y la seguridad de los datos.
Seguidamente, el segundo bloque deviene de las potenciales oportunidades en materia de lucha contra la morosidad que la norma pueda traer. Cierto es que la trazabilidad en los datos conlleva un mayor control de fechas, plazos y vencimientos, pero habrá que estar atentos si será suficiente para reducir los plazos de pago, habida cuenta de que el ‘retraso deliberado’ en el pago no es una consecuencia de ineficiencia administrativa, sino de mala praxis en algunas compañías.
Por su parte, en el plano de las oportunidades de negocio, cabe señalar al sector financiero. Un proceso de factura electrónica y la seguridad del dato que conlleva debe ser un estímulo inequívoco para el desarrollo tecnológico de plataformas donde enlazar una factura emitida directamente a entornos de confirming, factoring, etc. sea un proceso mucho más rápido, ágil y económico.
En línea con lo que antecede, dar respuesta al pequeño empresario puede transformarse en una oportunidad en los casos en los que la gestión digital de su negocio queda lejos de su core formativo y necesite aliados que le ayuden de forma activa en las obligaciones de su actividad empresarial. Tradicionalmente, se trata de un entorno donde la facturación de clientes queda en manos del empresario y se realiza a menudo con una diligencia deficiente. En este sentido, existe por tanto una oportunidad para ayudar de forma activa en esa parte critica del proceso.
Desde una perspectiva macro, nadie duda de que, al igual que ha ocurrido con la normativa del IVA en relación con el Suministro Inmediato de Información, la comunidad empresarial avanzará e integrará las nuevas obligaciones contando con los partners adecuados. Sin embargo, genera una mayor incertidumbre vislumbrar si la morosidad y la lucha contra el fraude van a verse reducidas. Para ello, es necesario que las autoridades competentes centren el análisis de la ingente cantidad de datos que van a disponer en este aspecto.
Toda norma necesita de un régimen sancionador para que surta efecto, pero la profusión de sanciones formales producidas en aplicación del régimen sancionador del SII hace temer una tendencia a penalizar la equivocación, el fallo, error u omisión de quien suele hacer las cosas bien.
En relación con la implementación, a falta del desarrollo reglamentario, la Agencia Tributaria homologa a una serie de plataformas tecnológicas que, cumpliendo ciertos criterios técnicos, darán validez a la transacción recibida del software de facturación o contabilidad. Por tanto, será suficiente con que el ERP tenga la capacidad de generar un fichero en un formato xml o similar para ser enviado a la plataforma homologada, donde una vez validada podrá ser enviada al cliente.
El reto por tanto será diseñar un proceso completo que cubra todas las validaciones pertinentes en todos los pasos. Este será un desafío aún mayor para las compañías con sistemas de facturación multi punto o aquellos cuyas facturas incluyen documentación asociada como parte integrante de la misma.
En resumen, no hay duda de que tenemos importantes cambios a la vista. Y, en este sentido, es necesario que las empresas analicen las bondades y oportunidades como motor que les ayude a superar las dificultades y retos que sin duda traerá consigo la anunciada factura electrónica.
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