Al tiempo que la incertidumbre y la volatilidad revisten con mayor intensidad el actual entorno económico, aumentan a su vez los requerimientos y exigencias en materia de información contable. El impacto de los asuntos ESG, las nuevas tecnologías o los conflictos geopolíticos suponen nuevos desafíos e implicaciones para la presentación y supervisión de los informes corporativos, además de responder a las crecientes demandas los distintos grupos de interés. Ante esta realidad, las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), representan ese lenguaje común que permite a las empresas proyectar su desempeño y dotar de estabilidad y confianza al mercado y a la economía global en su conjunto.
La adecuada interpretación y aplicación de las IFRS (por sus siglas en inglés) resulta esencial para avanzar en el reporting de manera transparente, confiable y que prime la calidad de la información. Especialmente en momentos de incertidumbre como el actual, en el que los distintos grupos de interés (inversores, clientes, competidores, reguladores, etc.) requieren de información cada vez más detallada sobre el desempeño de las compañías y cómo estas están respondiendo a los retos emergentes.
Este desafío se destaca además en el reciente informe CEO Outlook 2023, donde el 63% de los primeros ejecutivos españoles reconoce que su empresa no está preparada para afrontar el mayor escrutinio por parte de los grupos de interés y accionistas. En este sentido, las organizaciones necesitan ofrecer a los stakeholders una narrativa consistente y coherente a lo largo del informe anual, tanto en los estados financieros como en el resto de información corporativa. Aunque esta no será tarea fácil.
La creciente complejidad que han adquirido las normas contables, el volumen de información a reportar y el elevado nivel de calidad que se exige pone de manifiesto la importancia de adoptar un enfoque transversal entre las distintas áreas de las compañías. Esta y otras cuestiones se analizan en detalle en la nueva edición de la guía ‘Insights into IFRS: 20 años de orientación útil’, que pretende ayudar a interpretar correctamente las IFRS. La publicación está basada en experiencias y situaciones específicas de la vida real, y además cuenta con la interpretación de expertos de KPMG sobre cómo utilizar estas normas desde una visión práctica y consciente de las múltiples dificultades que surgen en el entorno.
Entre los desafíos sobre los que las compañías necesitan poner el foco, cabe destacar el avance de la información en materia de sostenibilidad, que continuará evolucionando de manera progresiva con la aplicación de la Directiva sobre Información Corporativa en materia de Sostenibilidad (CSRD, por sus siglas en inglés). Dicha regulación constituye un marco común y comparable para el reporte de la información sostenible.
En otro orden, será indispensable que las empresas adapten sus sistemas de recopilación y análisis de la información y de control interno. Para ello, es esencial mejorar la comprensión interna del negocio y determinar el punto de partida en el que se encuentran las empresas, así como sus objetivos y métricas. En este punto, la digitalización y la apuesta por las nuevas tecnologías abrirá nuevas posibilidades a la hora de acelerar estos procesos internos y garantizar la adecuación de la información.
En definitiva, las organizaciones necesitan replantear sus procesos internos para adaptarse correctamente a las IFRS y avanzar hacia esta nueva era de informes más homogéneos, integrados y equiparables. Por este motivo, saber aplicar adecuadamente las Normas Internacionales de Contabilidad será clave no solamente para cumplir con los requerimientos en materia de contabilidad, sino para promover la confianza, transparencia y rigor entre los distintos grupos de interés.
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