Los fondos de inversión han marcado cifras récord en 2023, un año extraordinariamente positivo para las gestoras de activos españolas. La industria vislumbra un período de consolidación del sector y certifica el buen momento de la inversión alternativa.
Los responsables de las grandes gestoras globales y españolas se dieron cita en el XIV Encuentro Financiero organizado por KPMG y Expansión. Hablaron de regulación, de digitalización y de una nueva revolución en la industria, que resumieron en siete tendencias sobre las que hubo un consenso casi total.
1. Vamos hacia la consolidación en el sector, en búsqueda de sinergias, así como a una política de alianzas entre gestoras de distinta naturaleza y tamaño y con operadores tecnológicos y comerciales ajenos al negocio. Pero la concentración ha llevado a que hoy el 50% de los activos mundiales lo gestionan los 20 Asset Managements más grandes del mundo.
En este sentido, Javier Dorado, director general de JP Morgan AM aseguró que se está consolidando la inversión alternativa este año. Creció al amparo de los tipos negativos, pero la industria ha hecho un esfuerzo importante por democratizarla. Y es que, “es posible que esta línea de negocio registre un crecimiento significativo en los próximos años porque en España la ratio entre la inversión en mercados privados y el total de la industria de gestión de activos todavía se mantiene alejada de la media europea”, sostiene Juanjo Cano, presidente de KPMG en España.
“La innovación es fundamental en este mundo”, indicó Javier Dorado, de JP Morgan AM, que ve una industria en permanente cambio, donde la innovación será constante y ya está requiriendo grandes inversiones. En su caso, 400 millones de dólares al año.
Además, tampoco los gestores ven nubarrones en el horizonte por la esperada remuneración de las cuentas en el sector bancario. “Estoy convencido de que, si se generaliza la retribución de los depósitos, probablemente no sea tan extratipada como en la crisis financiera. Los bancos tienen unos balances infinitamente saneados y no tienen una necesidad perentoria de acudir a la financiación minorista”, dijo en las jornadas Juan Aznar, presidente de Mutuactivos
El porcentaje de depósitos sobre la riqueza financiera de los españoles está en el 40%, según datos aportados por el presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, durante las jornadas. Aún más: el porcentaje de renta fija en las carteras de los fondos de inversión españoles es del 50%. Hablamos de un perfil de inversor minorista, en torno a los 35-50 años, que debería apostar por la renta variable -con la fecha de jubilación aún lejana- pero que paradójicamente rehúye el riesgo.
La renta fija, no obstante, ha revitalizado también las carteras de los clientes más conservadores, según Lily Corredor, directora General de Ibercaja Gestión, que se felicitó de haber recuperado un activo que durante una década registraba rentabilidades cero o negativas.
“Ha sido el activo estrella en 2023: los fondos de rentabilidad objetivo. Han aportado certeza y tranquilidad que todo inversor iba buscando”, fuera ahorro o inversión, señaló la responsable de Ibercaja Gestión, que reclamó “hacer mucha pedagogía” para convencer al inversor medio a apostar por la rentabilidad variable.
Un problema que amenaza esa incorporación paulatina del inversor minorista, según los responsables de las gestoras presentes en las jornadas, es la regulación que prepara la Unión Europea, esbozada en la Retail investment Strategy (RIS).
“Hay que tener cuidado con estos cambios tan drásticos. Me preocupa que con la normativa desparezcan (plataformas) si se eliminan las comisiones de distribución. El inversor se va a ver abocado a dos vías: la gestión discrecional de las carteras o el asesoramiento, que tienen sentido para los grandes clientes, pero no para los pequeños”, advirtió Miguel Artola, director de Bankinter Gestión de Activos.
“Aún quedan retales en la normativa, pero hay que estar muy pendientes porque tiene un impacto muy elevado. En los próximos años habrá que estar muy atentos porque será transformacional para el sector”, explicó Alfonso Figal, Socio de FS Consulting de KPMG en España.
Para Juan Aznar, de Mutuactivos, 2023 está siendo un año excepcional para la industria, con un 10% de crecimiento. Y para 2024 es optimista, independientemente de lo que pase en los mercados. Por dos razones: “La inversión colectiva demuestra una agilidad importante para implementar soluciones de ahorro e inversión en cualquier momento del ciclo económico, y el esfuerzo de los participantes del sector por mejorar la educación financiera. Es lluvia fina, no cambia de la noche a la mañana”
Una pedagogía financiera que debe extenderse a la inversión sostenible, por la que parecen apostar todos los actores, menos el inversor real promedio. Como dice Ángel Martínez-Aldama, presidente de INVERCO, “si no trasladamos a los minoristas las ventajas de los productos sostenibles podemos llegar a una disociación entre reguladores, supervisores e industria de aquellos que tienen que financiar con su dinero esa transición hacia una economía sostenible”.
Los representantes de la industria se mostraron especialmente disconformes con la falta de claridad y la lentitud en la armonización de la regulación en materia de inversión sostenible. La lucha contra el greenwashing que lidera la Unión Europea y las nuevas métricas centraron buena parte de las críticas de los gestores de fondos, en particular el llamado data-gap: la falta de datos confiables de las empresas en las que invertir y la concentración de la gestión de esos datos por determinadas firmas.
En el caso español destaca en especial la revolución sostenible que vive el sector primario, donde la conexión entre inversores y el tejido productivo pasa por la existencia de entidades, como las cajas rurales, que conocen de cerca la realidad del campo, como destacó el presidente de la Asociación Española de Cajas Rurales, Ernesto Moronta.
“En las cajas rurales el trato con las Pymes es muy particular. Es importante estar a su lado, acompañarlas, como venimos haciendo toda la vida, así como la educación financiera”, dijo Ernesto Moronta, que defendió concienciar al productor sobre la compatibilidad entre sostenibilidad y rentabilidad.
En el mismo sentido se pronunció Antonio Romero, director Corporativo de Servicios Asociativos de CECA, para quien se debe abordar “no solo la inversión en activos verdes y en industrias sostenibles, sino facilitar la transición para que la sostenibilidad no afecte al estado de bienestar, a la calidad de vida y al modelo económico, y que no deje a nadie detrás”.
Una de las fuentes de financiación de las Pymes en este proceso de transición está en vía de materializarse con la aprobación por Bruselas de la adenda al Plan de Recuperación. “Es crucial la implicación del sector financiero”, dijo al cerrar las jornadas el Secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, a través de las líneas de mediación del ICO y la línea específica ECO-VERDE, “que queremos que se convierta en un gran instrumento de financiación sostenible y de recursos a las Pymes para acometer sus procesos de descarbonización”.
“Estamos convencidos de que rentabilidad y sostenibilidad van de la mano”, sostuvo por su parte Samantha Ricciardi, CEO Global de Santander AM, que subrayó que Europa es un modelo a seguir, frente a una regulación menos demandante en América Latina o Estados Unidos. En su caso, la gestora ha incorporado los conceptos ESG a todo el proceso de toma de decisiones.
Lo mismo que la gestora global de BBVA. “Hemos integrado completamente el proceso ESG en lo que hacemos. Desde el diseño de producto hasta la inversión, el control de riesgos, el monitoreo, el reporting”, enumeró Jaime Lázaro, Head of Asset Management & Global Wealth de BBVA, que pronosticó que los productos sostenibles van a seguir creciendo, lo que no significa que todos los clientes los vayan a demandar.
“Si hay un denominador común en las conversaciones con los clientes, con las empresas en las que invertimos y con los reguladores es el foco en la sostenibilidad”, subrayó Javier García Díaz, responsable de Gestoras de Fondos de BlackRock en Iberia. “Estimamos que en los próximos 20 años el PIB global subirá un 25%, con una oportunidad de inversión de 100 billones de dólares en sostenibilidad y transición energética”, auguró el directivo.
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