Alinear la actividad con la consecución del objetivo 1,5º del Acuerdo de Paris es una obligación a la que se ven sometidas compañías de todos los tamaños y sectores de actividad. Una presión que viene dada, principalmente, por tres drivers: la normativa, los inversores y los analistas. Porque, por un lado, los reguladores han aprobado nuevas medidas en materia de sostenibilidad para alcanzar el objetivo de neutralidad climática fijado en los marcos internacionales. Por otro lado, los inversores reconocen el riesgo climático al que están expuestas las compañías como un riesgo de inversión, y están trabajando en la descarbonización de sus portfolios de inversión. Finalmente, las agencias de rating y analistas ESG cada vez le dan más peso a la gestión responsable del cambio climático en las compañías y evalúan planes de transición, objetivos alineados con ciencia, gestión de riesgos climáticos, gobernanza del cambio climático, entre otros.
En este sentido, es importante asegurar que la estrategia de las compañías es resiliente a los impactos del cambio climático, por lo que es necesario evaluar de qué manera los distintos escenarios climáticos van a afectar a la actividad de las compañías, entendiéndolos desde un punto de vista estratégico y holístico hacia todo el modelo de negocio.
Los escenarios relacionados con el cambio climático ayudan a las compañías, y a sus inversores, a comprender cómo los eventos relacionados con el clima, y sus riesgos y oportunidades asociados, pueden afectar el modelo comercial y operativo, la cadena de valor, la estrategia y el desempeño financiero de las compañías a corto, medio y largo plazo.
Para el auditor interno, los principales retos a los que se enfrenta de cara a una auditoría del plan de transición de la compañía, son la falta de:
De cara a poder auditar la estrategia de descarbonización, es imprescindible que se realice en base al marco regulatorio, tendencias y estándares en vigor (GHG Protocol, UNE-EN ISO 14064-1, SBT, TCFD, CSRD, etc) específicos de descarbonización/cambio climático, sin perder de vista la metodología del auditor interno y el marco COSO que ayudará a establecer un programa de trabajo ordenado e íntegro.
Para ello, es crucial incorporar los siguientes aspectos a los programas de trabajo de descarbonización:
Auditando el plan estratégico de transición net zero, el auditor interno podrá aportar valor, obteniendo beneficios para la organización:
En definitiva, las organizaciones deben incorporar las auditorías de los planes de transición net zero a su plan de auditoría para el año que viene.
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