En este periodo del año en el que la gran mayoría de las entidades cotizadas están ultimando la elaboración y formulación de sus Estados de Información No Financiera (EINF), conviene poner foco en los principales aspectos que deben ser considerados en este reporting.
¿En qué poner el acento? Una referencia muy útil son los Informes que ha publicado la CNMV[1] sobre las revisiones realizadas sobre los EINF y sobre la información que da respuesta al Reglamento de la Taxonomía de la Unión Europea (el último ejercicio revisado fue el 2021). Este análisis puede servir como primera piedra para el cambio tan relevante al que esta población se enfrentará de cara al ejercicio, 2024, la Directiva de Reporting Corporativo en Sostenibilidad (la conocida como CSRD).
Por eso, las bases que las entidades deben asegurarse en sus informes sobre el EINF que realizarán o están empezando a realizar en estas fechas serían las siguientes:
En definitiva, es preciso que las compañías emisoras tengan claras las prioridades de revisión del regulador, y también las que no son cotizadas, que generalmente disponen de algo más de plazo para la formulación de sus EINF, a tener como base las mejores prácticas y los aspectos más relevantes. Se impone asegurar la calidad de la información reportada, lo que resulta cada vez más relevante dada la importancia que está adquiriendo esta información para la toma de decisiones de los grupos de interés.
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