Desde la perspectiva de un CISO (Chief Information Security Officer), la evaluación de riesgos es esencial para identificar amenazas que puedan afectar el negocio. Sin embargo, la cuantificación del riesgo de ciberseguridad es lo que realmente impulsa la toma de decisiones. ¿Por qué? Imagina enfrentarte a una serie de riesgos de ciberseguridad: desde malware y ransomware hasta ataques DDoS y exploits Zero-days. Clasificarlos como alto, medio o bajo es un enfoque tradicional, pero estas categorías pueden interpretarse de manera diferente por diferentes personas. ¿Qué significa realmente un riesgo “medio”? La ambigüedad dificulta la toma de decisiones.
Ahora, considera esto: ¿qué pasaría si te dijeran que un ataque de malware podría costarte 3 millones de euros en pérdidas? ¿Y que hay un 60% de posibilidades de evitar esa pérdida? Aquí es donde entra en juego la cuantificación, que permite transformar términos ambiguos en cifras concretas, aportando claridad tanto al equipo de ciberseguridad como al conjunto del negocio. Concretamente, lo idónea es adoptar un enfoque basado en escenarios, que permita evaluar con mayor precisión la probabilidad e impacto de los ciberataques.
Algunos de estos escenarios podrían ser:
Así, la cuantificación ofrece la posibilidad de expresar cuantitativamente el riesgo de ciberseguridad, presentar casos de inversión y determinar la inversión óptima. Además, se alinea con buenas prácticas de la industria y utiliza técnicas estadísticas para cuantificar los riesgos, lo que garantiza, además, una visión integral de las posibles pérdidas financieras en caso de un ciberataque, ayudando a priorizar los esfuerzos de mitigación.
A la hora de aterrizar la aplicación práctica de esta técnica de medición de riesgos, estos son algunos ejemplos de casos de uso:
En el vertiginoso mundo de la ciberseguridad, la cuantificación de riesgos llega para transformar los riesgos y amenazas en oportunidades. ¿Qué lo hace tan especial?
En definitiva, en un momento en el que el avance de la tecnología está permitiendo a los ciberdelincuentes sofisticar sus vectores de ataque: el 74% de los CEO afirma que la IA puede proporcionar nuevas estrategias para llevar a cabo ciberataques, es crucial contar con un compañero de viaje que nos ayude a tomar decisiones en base a la información veraz y medible de nuestra organización y nuestro entorno. Solo así podremos ser capaces de prevenir y minimizar su impacto en nuestra organización.
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