A la tensa situación geopolítica y delicado estado de la economía, se suma la irrupción de una de las tecnologías que está llamada a protagonizar la quinta revolución industrial: la inteligencia artificial generativa. Sin embargo, a pesar de lo convulso del entorno, los líderes en transformación digital se mantienen firmes en su apuesta por generar valor a través de la innovación. Y recurren a la tecnología para hacer frente a la complejidad del mercado y para evitar que la competencia se adelante.
Y es que ya no es suficiente con mantener el statu quo, las organizaciones deben interiorizar que la adaptación constante debe formar parte de su identidad. Y, más allá de eso, deben evolucionar y encontrar nuevas formas de agregar valor a sus productos, servicios y procesos para conseguir ser competitivos.
Precisamente, en el Mobile World Congress, celebrado en Barcelona, se dieron a conocer algunas de las innovaciones que nos han hecho darle más importancia aun a adoptar un mindset de innovación constante. El coche autónomo, dispositivos que detectan problemas de salud antes incluso de que sucedan, pantallas invisibles u ordenadores que se pueden llevar en la solapa de la chaqueta y que proyectan la información en tu mano. Todos ellos hacen uso de la inteligencia artificial o de algunas de las mejores tecnologías existentes.
Ahora, la clave está en pensar cómo aprovechar toda esta innovación para mejorar y transformar mi empresa. Porque sin esta actitud innovadora, lo más probable es que sigamos respondiendo de la misma manera a los nuevos retos y no ampliemos el campo visual, entendiendo que alguna de estas innovaciones podría hacer que mi empresa sea más competitiva en los próximos años.
Pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de innovación corporativa? Se trata del proceso mediante el cual las empresas desarrollan e implementan nuevas ideas, productos y servicios para mejorar su rendimiento y mantener su relevancia en el mercado. Esta forma de innovación no se limita únicamente a la creación de nuevos productos, sino que también puede involucrar mejoras en la eficiencia operativa, la optimización de procesos internos, la expansión a nuevos mercados o la adopción de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial generativa, actualmente presente en la agenda de la mayoría de las organizaciones.
Si una cosa tenemos clara, como acabamos de mencionar, es que cualquier elemento de innovación corporativa va a implicar necesariamente un componente tecnológico, ya que es mediante la tecnología como conseguiremos automatizar, identificar ineficiencias o lanzar nuevos productos al mercado.
De esta forma, podemos decir que la Innovación Corporativa resulta de especial importancia en las empresas por los siguientes motivos:
La IA Generativa incluye los últimos avances en modelos de lenguaje, en comprensión de la información, así como del contexto de la misma. En otras palabras, la IA generativa se comporta de una forma similar a las personas y, por consiguiente, puede realizar tareas que requieran de cierta capacidad de razonamiento, cosa que hasta ahora no era posible o era extremadamente complejo. Por ejemplo:
Por lo tanto, si somos capaces de combinar nuestra capacidad de innovar en la empresa con una práctica tecnológica con visión de futuro, dispondremos de los ingredientes adecuados para ser diferenciales en un mercado competitivo como el actual.
Con un liderazgo comprometido: Como cualquier implantación de cambio cultural en las organizaciones, éste debe venir desde arriba. Los líderes empresariales deben demostrar un compromiso claro con la innovación y establecer un ejemplo a seguir para el resto de la organización.
Fomentando la colaboración: No existe innovación sin colaboración, así de simple. La innovación prospera en entornos donde se fomenta la colaboración y el intercambio de ideas entre equipos y departamentos diversos.
Promoviendo la tolerancia al fracaso: El miedo al fracaso puede inhibir la innovación. Las empresas deben promover una cultura donde el fracaso se vea como una oportunidad para aprender y mejorar. Como dijo A. Einstein: “Una persona que nunca cometió un error, nunca intentó nada nuevo.”
Escuchando al cliente: Entender las necesidades y deseos de los clientes es fundamental para desarrollar productos y servicios innovadores que realmente agreguen valor. Paradójicamente, las organizaciones con mejores culturas de innovación son aquellas que llamamos “Customer centric”.
Poner la tecnología en el centro de la organizativo: La tecnología debe promoverse y estar presente en el ADN de la compañía, haciéndola inclusiva a todas las áreas y usando la información corporativa de forma inteligente. La innovación del siglo XXI no consiste en generar muchos datos, consiste en saber usarlos para beneficio de la Compañía.
En definitiva, aplicar una actitud innovadora en nuestra organización es también una cuestión cultural. Debemos hacer a nuestros profesionales partícipes y principales embajadores de esta actitud, porque son ellos los que la convertirán en realidad y, por tanto, los que impulsarán la competitividad de la compañía, su sostenibilidad a largo plazo y su resiliencia ante los nuevos riesgos.
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