La petición de los inversores de avanzar hacia una información más relevante, comparable y transparente ha motivado la propuesta del International Standard Accounting Board (IASB) para emitir la norma contable IFRS 18 Presentación e información a desglosar en los estados financieros1. Esta norma está llamada a sustituir a la IAS 1 Presentación de Estados Financieros, con el objetivo de permitir a las empresas que expliquen mejor su desempeño a través de sus estados financieros.
No solo los inversores sino otras partes interesadas también se beneficiarán de una mayor coherencia en la presentación de las cuentas de resultados y de los estados de flujos de efectivo, así como de una información más desglosada.
¿Qué implican estos cambios para la información financiera de las empresas? A modo de resumen, la IFRS 18 incluye tres categorías de ingresos y gastos, dos subtotales del estado de resultados y una sola nota sobre medidas alternativas de rendimiento. Pero no se alarmen, el beneficio neto de las empresas no se modificará. Lo que sí cambiará es la forma de presentar sus resultados en la cuenta de pérdidas y ganancias y de desglosar la información en las notas a los estados financieros. Esto incluye el desglose de ciertos indicadores no regulados en los PCGA —medidas alternativas de rendimiento (APM, por sus siglas en inglés)— que ahora formarán parte de los estados financieros auditados.
Según las Normas de contabilidad NIIF vigentes, las empresas emplean diferentes formatos para presentar sus resultados, lo que dificulta que los inversores realicen comparaciones entre distintas sociedades. De hecho, en una muestra del grupo de trabajo del emisor internacional sobre esta norma se concluyó que el 63% de las empresas informaba del subtotal ‘resultado operativo’ en sus estados financieros, utilizando nueve maneras diferentes de calcularlo.
De ahí la necesidad de avanzar en una norma que ofrezca una información más coherente, comparable y transparente. En este sentido, la NIIF 18 promueve una cuenta de resultados más estructurada, como se expone a continuación. En concreto, introduce una nueva definición del subtotal «resultado de explotación» y la obligación de distribuir todos los ingresos y gastos entre tres nuevas categorías distintas en función de las principales actividades de la empresa.
Se requiere a todas las empresas que informen sobre el subtotal «resultado de explotación» recién definido (una variable importante para que los inversores comprendan los resultados de explotación de una empresa), excluyendo específicamente las actividades de inversión y financiación. Esto significa que los resultados de las empresas participadas puestas en equivalencia dejan de formar parte del resultado de explotación y se presentan en la categoría de «inversión».
La propuesta de NIIF 18 también exige a las empresas que presenten sus gastos de explotación directamente en la cuenta de resultados, ya sea por naturaleza, por función o utilizando una presentación mixta. Según la nueva norma, esta presentación ofrece un «resumen estructurado útil» de esos gastos. Si alguna partida se presenta por función en la cuenta de resultados (por ejemplo, el coste de las ventas), la empresa facilitará información más detallada sobre su naturaleza.
Cada vez con más frecuencia las empresas utilizan indicadores no contemplados en los marcos contables para explicar sus resultados financieros, ya que les permite ofrecer su propia explicación del desempeño logrado y aporta a los inversores datos útiles sobre el rendimiento de la sociedad.
La NIIF 18 también aborda esta situación y requiere ahora que algunos de estos indicadores se incluyan en los estados financieros. Para ello, introduce una definición precisa de estas medidas MAR o APM (por sus siglas en inglés), estableciendo que:
Para cada APM presentada, las empresas deberán explicar en una única nota a los estados financieros por qué la medida proporciona información útil, cómo se calcula y conciliarla con un importe determinado con arreglo a las normas contables NIIF.
Para ofrecer a los inversores una mejor comprensión de los resultados, la nueva norma incluye una guía sobre la forma en que las empresas agrupan la información en los estados financieros. Esto facilita una orientación sobre si la información se incluye en los estados financieros primarios o se desglosa más detalladamente en las notas.
Finalmente, el emisor pretende disuadir a las empresas a la hora de incluir los ingresos o gastos dentro del capítulo de «otros» y por ello establece que desglose más información si siguen utilizando este concepto.
Esta norma entrará en vigor el 1 de enero de 2027 y se aplicará de forma retroactiva, pudiendo adoptarse de forma anticipada. En cualquier caso, ha llegado el momento de prepararse para informar con arreglo a la nueva estructura. Por ello, desde la dirección financiera es recomendable:
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