¿Por qué el crecimiento de la productividad se ha estancado en España? En solo veinte años, la productividad nacional ha aumentado su brecha con la Unión Europea desde el 6% al 12%. Darle la vuelta es posible si se pone el foco en el capital humano y la consolidación de una nueva cultura corporativa.
“¿Los empleados más motivados son más productivos? Sin duda: la cultura, los valores y el propósito son fundamentales para esa motivación y para una visión a largo plazo”, sostuvo Juanjo Cano, presidente de KPMG en España en conversación con el consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, y Pau Relat, presidente del Consejo de Administración de Fira de Barcelona.
Los tres directivos participaron en la reunión del Cercle d’Economía de Cataluña, que patrocina KPMG, entre otras muchas compañías, y que este año tenía como eje ‘Las estrategias para impulsar la productividad y el bienestar en tiempos de cambio’. Por el Palau de Congressos desfilaron figuras como Marc Puig, Carolina Martinoli y Ermenegildo Zegna, desde el mundo de la empresa, Özlem Türeci y Uğur Şahin, cofundadores de BioNtech, desde la ciencia, y Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo, Carlos Cuerpo, Pere Aragonés, Pablo Hernández de Cos y Cristina Herrero desde el ámbito institucional.
Las cifras apuntadas durante las jornadas, en las que se presentó un informe del Cercle sobre la productividad en España y en Europa, apuntan a una ralentización del crecimiento de la productividad de España en relación con nuestro entorno. Los países del centro y norte de Europa siguen acelerando en contraste con la mayor parte de las regiones españolas, salvo País Vasco.
“El PIB per cápita en Estados Unidos se incrementó en un 60% entre 1993 y 2022, mientras que en Europa fue de menos del 30%. Así que las grandes empresas nos enfrentamos al reto de incrementar la productividad acelerando la innovación, mejorando las tecnologías y las prácticas de gestión y creando un entorno productivo más favorable al crecimiento”, sostuvo la moderadora del debate, Núria Cabutí, vicepresidenta del Cercle d’Economia.
El talento es un elemento diferencial en una empresa, como sostuvo Pau Relat. En su caso, para Fira de Barcelona, todo puede ser replicable -desde el formato de los eventos al recinto ferial-, pero no el talento. “Lo retenemos no solo con una remuneración atractiva sino por el propósito de la institución -transcender, dejar legado, ayudar a la economía del país-, y por la promoción interna, con un largo recorrido donde crecer profesionalmente”, señaló.
“Cualquier empresa ya ha aprendido que la persona está en el centro”, dijo Juanjo Cano, presidente de KPMG, que apuntó una de las carencias que más incide en la falta de productividad en España: la brecha entre las capacidades disponibles y las necesidades que tienen las empresas.
En el caso de Inditex, sus cuatro pilares del modelo de negocio se pueden resumir en moda, experiencia de cliente, sostenibilidad y personas, en palabras de Óscar García Maceiras. “Aspiramos a ser empleador de referencia en todos los mercados en los que estamos”, subrayó el CEO de Inditex, a través de remuneración atractiva y generando un entorno que fomente la autonomía, el desarrollo profesional, formación y una cultura corporativa que sea coherente con todo ello.
“Siendo (el talento) uno de los pilares de nuestro modelo de negocio, si no funcionara adecuadamente el resto de los motores se tambalearía también”, aseguró Óscar García Maceiras.
La cultura corporativa, como sugirió Juanjo Cano, es clave también a la hora de hablar de talento y productividad. “En el fondo se traduce en poner alma a las empresas. No es una visión tan mercantilista como en la que nos hemos criado, sino qué aportamos a través de lo que hacemos”, dijo el presidente de KPMG.
Para entender ese sentido de la cultura corporativa, Juanjo Cano citó su caso personal, con 28 años de compromiso en la firma. “KPMG es un ejemplo de diversidad generacional, de género, de nacionalidades… Tiene 150 años de historia y en España 55 aproximadamente. El pegamento en esa diversidad está en la cultura, los valores y el propósito”.
Óscar García Maceiras tiró también de experiencia personal: “Inditex es mi sexta empresa. Nunca me he encontrado una empresa con este sentido de pertenencia de nuestros equipos, con esa ansia de permanente mejora, ese inconformismo”.
“El resultado de una empresa, si tuviéramos que sintetizarlo en una fórmula matemática, sería (fruto) de un elemento multiplicador sobre el modelo de negocio que es la cultura. Puede ser un elemento divisor del modelo de negocio si no es verdaderamente sólida o es una cultura tóxica”, dijo el consejero delegado de Inditex.
¿Cómo podemos relacionar esa diversidad generacional, de género, de nacionalidad, con la productividad? “No es un hecho, es una necesidad: nuestro modelo de negocio se dirige a la clase media de todo el mundo, de todos los países y a través de distintas formas. Para dar respuesta a los anhelos vinculados a la moda de todas esas clases medias, tienes que ser una empresa diversa, si no, no vas a comprender las aspiraciones de esos clientes y darles respuesta”, dijo Oscar García Maceiras.
“Una buena cultura corporativa potencia el talento. Una mala cultura corporativa mata el talento. La cultura va más allá de lo que pongamos en la página web -una misión, unos valores, un claim-, es día a día, no se crea de la noche a la mañana. Va más allá de las palabras, va de los hechos. Hay que ejercer el liderazgo desde el ejemplo. Ser coherente y consistente. Porque, sin talento y sin esa cultura que lo potencie no es posible aspirar a un modelo de éxito y de productividad para seguir desarrollando el negocio”, concluyó el CEO de Inditex.
Para Pau Relat, la productividad “debe pivotar sobre tres palabras: talento (captar, retener y motivar), eficiencia (es decir, buenos resultados, visión a largo plazo y atención a un entorno muy cambiante) y, sobre todo, propósito: es muy importante que las empresas se muevan en torno a unos valores”.
No podía faltar una referencia a la Inteligencia Artificial al hablar de uno de los pilares de la productividad empresarial: la tecnología. “Está demostrado que ayuda en eficiencia, en nuevos modelos de negocio, productos y servicios”, dijo el presidente de KPMG, pero ahora que se extiende por el mundo la IA Generativa, debemos introducir un elemento de responsabilidad.
A juicio de Juanjo Cano, “no podemos estar hablando todo el día de las personas en el centro y (decir al mismo tiempo) que esto va a llevar a la destrucción de empleo o a cambiar las dinámicas laborales. Debe ser una herramienta para las personas. Acompañada de mucha formación. Es fundamental la seguridad y el cumplimiento regulatorio. Un mal uso de la IA y del tratamiento de los datos, como los sesgos de los algoritmos, puede dar un resultado muy peligroso”.
En el caso de Fira de Barcelona, como relató Pau Relat,. “Ser más productivos es hacer más rentables nuestros espacios, que son limitados. Un ejemplo de cómo la tecnología mejora, en nuestro caso, la productividad es la implantación de gemelos digitales de nuestros recintos feriales”, al disponer de estructuras virtuales se pueden adelantar los montajes y tener los espacios menos tiempo ocupados, dijo el máximo ejecutivo del recinto ferial.
En Inditext, la IA es un instrumento clave en la relación con el cliente. Su desarrollo es fruto de un modelo de plataforma abierta en donde intervienen startups, instituciones académicas y tecnológicas. “La aproximación a la IA es entendiendo que debe ser un potenciador, un dinamizador del trabajo de nuestros equipos. Esa idea de copiloto, de alguien que se sienta a tu lado y te ayuda en el proceso de toma de decisiones”, sostuvo Óscar García Maceiras.
¿La sostenibilidad como motor de productividad o como rémora? Parece hoy un debate superado, según los ponentes de las jornadas. “Creo sinceramente que la sostenibilidad también es un driver para la productividad. Estamos desarrollando muchos proyectos que nos permiten ser más eficientes: ahorros muy importantes de agua y de energía en nuestro nuevo modelo de tienda. No necesariamente la sostenibilidad tiene que ser más cara o ser un coste”, apuntó el CEO de Inditex.
Se trata de producir más con menos, como defendió en la sesión Pau Relat. La humanidad necesita dar respuesta al reto demográfico y eso no supone gastar más agua u ocupar más tierras para producir alimentos. “Hacer que sean compatibles la productividad y la sostenibilidad”, dijo el presidente de Fira de Barcelona.
Pero la verdadera transformación sostenible es aún un anhelo, no una realidad. Las empresas se han puesto en marcha, pero queda un largo camino por recorrer, según el presidente de KPMG: “Hay todavía muchas empresas que están más enfocadas en la parte de cumplimiento, de dar respuesta a la regulación, y la parte de transformación está por llegar, aunque la conciencia existe”
El debate sobre la productividad parte de una realidad incuestionable, según se puso de manifiesto en las jornadas: España es un país de pymes. Y su menor capacidad inversora lastra la productividad nacional. De ahí la relevancia de incrementar la colaboración entre empresas y sectores, y entre empresas y administraciones, como se ha visto en el diseño de los proyectos financiados con fondos europeos.
“Si hablamos de la productividad en España, los datos macro no son muy buenos, estamos por detrás de muchos países, pero en gran medida responde a cómo es nuestro tejido empresarial. Las empresas grandes y medianas tienen más recursos, saben lo que tienen que hacer para ser más productivas, y lo hacen. El problema es que en España el 90% del tejido empresarial son pymes y autónomos: con menos capacidad de invertir, profesionalizar, diversificar y obtener financiación”, observó Juanjo Cano.
Ahí es donde entra la colaboración público-privada como factor de arrastre, así como la colaboración privada-privada. “Me arriesgo al decir que es una asignatura pendiente. Porque entre una baja productividad y el tejido empresarial la correlación es directa”, subrayó el presidente de KPMG.
Colaboración, sí, pero también simplificación de los procesos administrativos, como demandó Pau Relat.
El consejero delegado de Inditex concluyó, no obstante, con un mensaje esperanzador: “Debemos ser optimistas sobre la productividad en España y en Europa. El mundo de la moda es un ejemplo: las empresas europeas son líderes mundiales de la moda. Facturamos por encima de los 550.000 millones cada año, damos empleo directo a 7 millones de personas y representamos el 3% del PIB europeo. Debemos tener la ambición de seguir ampliando sectores y ámbitos donde nuestras empresas puedan ser líderes”.
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