Después de un 2023 de gran incertidumbre motivada por la alta inflación, los elevados tipos de interés y la gran cantidad de problemas geopolíticos, parece que 2024 ha traído consigo un mayor optimismo. Así comenzaba Dealmakers Talk, el encuentro organizado por KPMG y El Confidencial, en el que se puso sobre la mesa una situación de mercado más optimista, aunque todavía por reactivar, además de algunas macrotendencias de inversión como el sector sanitario, que no solo es un mercado acíclico perfecto para los inversores, sino también para el bienestar de la sociedad.
Durante 2023, los inversores financieros estuvieron más enfocados en trabajar la cartera, mientras que las empresas buscaban preservar su valor. Juanjo Cano, Presidente de KPMG en España, daba comienzo a la jornada con un mensaje positivo: “los mercados financieros se han estabilizado, hay más liquidez, los tipos de interés parece que no van a subir y todo apunta a que habrá más actividad transaccional”. De hecho, ya en el segundo semestre de 2023 se empezaron a ver más operaciones y, en el informe de M&A elaborado por KPMG, el 27% de los empresarios encuestados de nuestro país auguraba que este ejercicio iba a protagonizar operaciones. Y es que, “en el conflicto de transformación, el ámbito del M&A está permitiendo el crecimiento, pero también la diversificación y la posibilidad de captar el talento o las capacidades más demandadas”, en palabras de Juanjo Cano.
A pesar de que el apetito está ahí, sigue habiendo una situación de parón porque el entorno de tipos limita las operaciones y el apalancamiento, lo que hace que los compradores sean más reacios a llegar a ciertos niveles de valoración. Por otro lado, “el fundraising durante los dos últimos años no ha sido bueno y ha estado muy polarizado hacia ciertos asset class, como las infraestructuras o la deuda, que tienen más atención por parte de los LPS. Esta situación también provoca que las gestoras sean más cautelosas porque no saben cuándo levantarán el siguiente fondo”. En definitiva, los compradores son más reservados y los vendedores quieren buenos precios, lo que nos mantiene aún en ese momento de impasse.
En la actualidad, nos encontramos con dos tipos de inversores: de ciclo y de macrotendencias, que bien pueden ser horizontales, como la digitalización; o verticales, como los sectores. En cualquier caso, España no es un país barato desde el punto de vista de la inversión. “Se trata de un mercado relativamente ilíquido, donde hay más fondos que compañías y todos tienen bien identificadas a las buenas. En definitiva, los fondos quieren invertir en España y se acaban pagando premiums con respecto a otros países”, comenta Gonzalo Fernández-Albiñana.
Un ejemplo de un claro caso de éxito fue Montbake, una empresa dentro del nicho de masas congeladas. Según Guillermo Padilla: “analizamos un sector con unas particularidades: una categoría de producto muy estable, porque el pan se suele mantener. Montbake hace masas congeladas y había una tendencia clara en la sustitución de masas normales por congeladas. Además, es una categoría que no tiene las dinámicas de marca de fabricante y distribuidor, lo que evita presiones en precio y margen. Los clientes no están buscando ahorrar el último euro, buscan innovación, calidad y estabilidad de producto. Una categoría tan estable y madura como el pan y la bollería suponía una oportunidad”. Y, efectivamente, a largo plazo, se verificó ese análisis, con “un mercado con muchas barreras de entrada, en consolidación y muy seguro, con un crecimiento modesto y una generación de caja muy fuerte”, explicó Gonzalo Fernández-Albiñana.
Montbake es un ejemplo más de lo interesantes que están resultando los mercados de nicho en la actualidad. En este sentido, dos de los sectores con más oportunidades de inversión, tanto por ser mercados muy fragmentados, como por tener un componente muy fuerte de necesidad social, son la sanidad y la energía.
Los paradigmas y los modelos del sector sanitario están cambiando, apoyándose, en gran parte, en la capacidad transformadora y dinamizadora del capital privado. Jose A. Zarzalejos, socio responsable de Corporate Finance en España y en EMA de KPMG, era el moderador de una mesa de debate que tenía como objetivo identificar esas tendencias macro que han atraído siempre a la industria del capital privado al mundo de la sanidad. Para María Cordón, fundadora y CEO de Blue Healthcare, “es fácil entender estas tendencias del mundo sanitario porque se viven en la necesidad y razón por la que las personas acuden a los hospitales. El mundo del seguro ha crecido de manera asombrosa, pero con una tendencia low cost, no hay una segmentación de mercado. Sus márgenes son muy estrechos, lo que conduce a buscar un volumen muy elevado para defenderlos. Esto desemboca en una oportunidad, la transición de un mercado de volumen a uno de nicho y especialidad”.
El interés por los negocios de nicho dentro del sector sanitario parece que va en aumento. Según Alberto Bermejo, socio de Magnum Industrial Partners, “hemos identificado tendencias como el envejecimiento de la población o el enriquecimiento de la sociedad, la gente está dispuesta a pagar por la sanidad. Esta mayor propensión al gasto y esta preocupación por el cuidado personal ha abierto nuevos nichos de mercado, con gran fragmentación, como es el caso de la oftalmología o la cirugía plástica. Entendemos que el papel de aunar y construir una plataforma de cierto tamaño, profesionalizarla y convertirla en una compañía menos dependiente del individualismo del médico, la termina convirtiendo en una empresa vendible”. De hecho, precisamente, Eduardo Junco, socio de Strategy & Value Creation de KPMG en España, considera que “se generan polos de capacidad alrededor de profesionales de la medicina que son innovadores y generan conocimiento, lo que puede exportarse a otras regiones y al resto del mundo. Por ejemplo, en fertilidad hemos sido pioneros, exportando nuestro modelo”.
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De esta manera, el equity story acaba resultando en grupos que, por tamaño, son interesantes para inversores internacionales. No obstante, en palabras de Jose A. Zarzalejos, “estamos ante un mercado difícil de internacionalizar, por las dinámicas internas de los propios países desde el tipo de pagador, de la seguridad social, incluso por la propia regulación”. Jaime Fernández-Rubies, socio de Fremman Capital, exponía su forma de proceder para buscar la internacionalización en un sector como éste: “en general, lo que necesitas es personas que entiendan el país y su ámbito regulatorio, así que nos apalancamos en nuestra red de contactos y buscamos a las personas idóneas”. No obstante, en España todavía tenemos que convergir con Europa en algunos temas, como los seguros privados. En este sentido, “tenemos bastante recorrido, lo que va a generar faltas de equilibrio entre oferta y demanda. La demanda crece, pero la oferta no lo hace a la misma velocidad”.
Pero entonces, ¿cuál es la situación actual? ¿Nos encontramos ante un mercado de oportunidades pase lo que pase en el entorno macro? María Cordón lo tiene claro: “mi experiencia es favorable porque siempre hay gente dispuesta a pagar por la sanidad, es algo a lo que nunca renuncias. Tenemos claro que es necesario segmentar el mercado y que es el comienzo de una medicina a dos niveles”. Alberto Bermejo también tiene claro que el sector es acíclico: “en 2010, un año que fue malísimo desde el punto de vista de la inversión, tan solo realizamos la compra de la Clínica Teknon de Barcelona”. Claramente, nos encontramos ante un sector particularmente atractivo para la inversión y necesitado de elementos dinamizadores, como bien lo ha demostrado el capital privado. “El sector cuenta con las dinámicas adecuadas, áreas de actividad tremendamente fragmentadas y con un viento de cola que debería asegurar el crecimiento durante los próximos años”, en palabras de Jose A. Zarzalejos.
En ocasiones, las finanzas también ayudan a solventar los problemas de la sociedad, al mismo tiempo que generan retorno para sus inversores. Noelle Cajigas, socia responsable de Deal Advisory en España y en EMA de KPMG, comenzaba así sus conclusiones de la jornada, en las que destacó “la resegmentación del sector sanitario, el interés por nichos como la cirugía plástica, la psiquiatría o la oftalmología, en general, mercados con la posibilidad de crear plataformas que suponen, tanto una ayuda para la sociedad, como para consolidar negocios”. Además, la internacionalización del sector es también una oportunidad de solventar soluciones de los pacientes, importando ideas de unos países a otros. “Estamos ante un sector acíclico, que siempre es favorable, sin importar el momento. De hecho, se han continuado haciendo inversiones incluso cuando los demás mercados estaban parados”. En definitiva, nos encontramos ante un sector en el que hay mucho por hacer y en el que el inversor financiero puede ayudar a catalizar esas oportunidades.
El mercado transaccional se está reactivando, pero, en realidad, “hay más ganas que actividad real”. De hecho, el negocio de due diligence de KPMG, que depende más de esas ganas que de los cierres, está creciendo un 16%. Según Noelle Cajigas: “Los cierres de M&A van llegando poco a poco, se miran muchas cosas, pero no se cierra todo. La resiliencia y cómo nos adaptamos a las circunstancias del mercado son algunas de las claves de esta industria, que es catalizador de sectores como la sanidad, cuya inversión no solo es buena para los fondos, sino también para el bien de la sociedad”.
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