La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en uno de los temas favoritos de toda compañía y aparece de forma recurrente en conversaciones de equipos, con clientes y proveedores. Pero ¿están las empresas realmente avanzando en la adopción de esta tecnología?
Con la irrupción de la IA y el impulso que ha sufrido en los últimos años, fomentado por una mayor capacidad computacional y la llegada de la IA Generativa, hemos vivido una auténtica revolución en el mercado tecnológico. Así lo confirman las compañías que participaron en el último panel de ‘Pulso empresarial’, impulsado por KPMG y La Vanguardia, donde se observa cómo la IA ha pasado a ser uno de los puntos principales en sus agendas y planes estratégicos.
Si comparamos el grado actual de madurez de las compañías respecto hace apenas 1 año, donde veíamos una postura principalmente exploratoria e incluso escéptica, la tendencia es claramente de consolidación de la tecnología. Así lo confirma la encuesta de ‘Pulso empresarial’, donde un 57% de las empresas asegura disponer de casos de uso ya operativos y otro 36% está en fase de desarrollo de los mismos.
Como se suele decir, el riesgo de no hacer nada puede ser mayor que el riesgo al cambio. Si añadimos a ello que la IA aparece a diario en los medios, esto puede influenciarnos a avanzar en este camino, incluso si no disponemos de un rumbo claro.
Sin embargo, tanto nuestros clientes como el sondeo realizado por ‘Pulso empresarial’ demuestran que se ha superado esta fase de escepticismo. Las empresas están dando un enfoque altamente pragmático a la IA, identificando casos de uso claros y con un valor diferencial.
Actualmente, las necesidades que identificamos giran alrededor de las siguientes cuestiones:
Lo cual denota un grado de madurez relevante en la adopción de la IA y una clara tendencia al alza de estas tecnologías.
Sí. Especialmente con la entrada de nuevas regulaciones, como la EU AI Act, y la exposición de la IA a nuestros procesos y servicios de front office, los riesgos asociados a la fiabilidad y cumplimiento normativo son clave a la hora de abordar este tipo de proyectos.
Además, la necesidad de disponer del talento necesario para abordar este tipo de proyectos, como refleja el sondeo de ‘Pulso empresarial’, es también un factor fundamental que puede limitar la capacidad de adoptar la IA de una forma ágil. Con la alta demanda del mercado en este tipo de perfiles, disponer de un equipo experto adecuado se puede convertir en una tarea compleja.
En el ámbito tecnológico, cabe destacar que la IA usa grandes volúmenes de información para realizar cualquier actividad. Esto implica que nuestros sistemas informacionales deben ser robustos y con datos de alta calidad. Establecer una arquitectura informacional adecuada y un buen gobierno del dato determinarán el éxito del proyecto.
Y, finalmente, en el ámbito organizativo, será clave establecer unas políticas corporativas, roles y responsabilidades claras, así como disponer de un marco de control de riesgos bien definido, lo que garantizará que la compañía disponga de los mecanismos adecuados para el buen gobierno y el cumplimiento normativo de la IA.
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