España necesita robustecer los planes de pensiones si quiere garantizar el futuro de las actuales generaciones. El sector asegurador está dispuesto a seguir liderando ese esfuerzo, pero hacen falta cambios legales, fiscales y culturales.
Así se puso de manifiesto en el XV Encuentro Financiero organizado por KPMG y Expansión, en el que las compañías reconocieron una mejora en los márgenes tras dos años complicados. Aunque también que afrontan el futuro con una preocupación -el cambio climático- y una esperanza: la mejora de la eficiencia gracias a la tecnología y, en particular, la inteligencia artificial.
El sistema de pensiones “es claramente insostenible”, según los participantes en el Encuentro Financiero, a pesar de las tres reformas acometidas en los últimos 10 años. La tasa de sustitución, del 77%, es la mayor de la UE y urge tomar medidas estructurales, según los CEO de las principales firmas aseguradoras.
Para Mirentxu del Valle, presidenta de UNESPA, tener unas pensiones complementarias fuertes nos puede ayudar, además, a financiar la transición hacia una economía más digital y sostenible. “Algo bueno de ser los últimos en hacer algo es que tenemos muchos ejemplos de éxito alrededor y muchas buenas ideas que podemos españolizar y aplicarlas en nuestro mercado”, explicó. Y demandó no solo un cambio en los límites fiscales de las aportaciones sino una mayor participación del Estado en las campañas de difusión.
Es necesario transmitir “cierta zozobra” a las generaciones futuras y a la generación actual “en el sentido de que no va a estar papá estado para darle el 77% dentro de 30 años”, observó por su parte Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña.
La respuesta a esa incertidumbre deberían ser los planes de pensiones privados, pero “su desarrollo es bajísimo en España”, según Ignacio Garralda: “en torno al 10% del PIB cuando en Europa es del 50%: Y eso no da para jubilarse y compensar la diferencia con el sueldo. Los estímulos fiscales siguen siendo muy bajos y las devoluciones y rescates son superiores a las aportaciones”.
Esa falta de herramientas de inversión a largo plazo como los planes de pensiones impide a España reducir el diferencial de ahorro con el resto de Europa y nos limita a la hora de exportar capital, señaló Ángel Martínez Aldama, presidente de INVERCO.
A su juicio, la solución pasa por aumentar los límites de aportación de los planes de pensiones, exigir más medidas fiscales y no fiscales para fomentar el ahorro financiero y estimular el desarrollo de las inversiones alternativas, institucionales y sostenibles.
“Las inversiones alternativas son una megatendencia”, señala Ángel Martínez Aldama, pero en España sigue vigente el impedimento legal para operar instrumentos de inversión a largo plazo como los FILPE: “Nos gustaría ver FILPE nacionales, no solo de matrícula comunitaria”. En cuanto a las sostenibles, la regulación, a su juicio, ha ido demasiado deprisa y desorienta a los mercados. “La mejor vacuna para el greenwashing es una regulación clara”, opinó.
En ese sentido, Pilar Galán, socia del área legal de Servicios Financieros de KPMG, auguró que tras las recientes elecciones europeas vamos a vivir un período de reflexión sobre las necesidades y el foco de la regulación. “Todos estamos de acuerdo en que hay ámbitos susceptibles de mejora. La regulación no puede suponer una traba que se convierta en un simple check de cumplimiento”, advirtió.
“Están muy claras las prioridades, lo que se necesita es que la regulación acompañe a estos objetivos y sirva realmente como un vehículo para lograr la confianza de los distintos actores económicos para así atraer las inversiones y fomentar los mercados de capitales”, subrayó la socia de KPMG.
España será en 2050 el país más viejo del mundo, como recordó Javier Valle, consejero delegado de VidaCaixa. “Todo lo que tiene que ver con la jubilación va mucho más allá del sector asegurador y financiero. Esto va de afrontar un reto mayúsculo que tenemos a nivel mundial. Como aseguradores podemos intentar poner nuestro granito de arena, pero requiere medidas globales para encontrar una solución”.
“Como sector podemos estar orgullosos de que, a parte de una vía de negocio, hacemos una contribución social fundamental para que esto funcione en los próximos años”, concluyó el CEO de VidaCaixa.
Las jornadas sirvieron para hacer balance de las distintas ramas del seguro: con un denominador común, el descenso de los márgenes. En el caso de Automóvil, la caída en las ventas de vehículos, la inflación que ha disparado los costes de reparación y el aumento de la siniestralidad están impactando en los márgenes del sector hasta el punto de que algunas compañías entraron en pérdidas en 2023.
Como señaló el presidente de Mutua Madrileña, “los jóvenes ya no quieren coches en propiedad y, si no hay propietarios, nadie asegura el coche”. De ahí la apuesta por la diversificación hacia todas las facetas de la movilidad: alquiler, mantenimiento, renting o coche compartido.
“Este año va siendo mejor que 2023. Las compañías del sector están reaccionando y subiendo los precios para recuperar márgenes. Están creciendo las primas un 9%. Pero todavía los gastos son superiores a los ingresos”, advirtió Ignacio Garralda.
Veit Stutz, CEO de Allianz en España, expresó su confianza en que el ramo de auto vuelva a dar beneficios y regrese a niveles prepandemia. “Vemos la luz al final del túnel”, señaló el directivo alemán.
La mejora es evidente en el último trimestre, por causas más financieras que operativas, como advirtió Margarita Gabarró, directora financiera, de Transformación y Tecnología de Zurich, aunque se ha mejorado la ratio de siniestralidad por auto debido en parte a una mayor disciplina en la suscripción. “La mejora es un poco un espejismo, tenemos que seguir trabajando en el sector para lograr unos márgenes sostenibles”.
Los seguros de Vida, Salud o Dependencia se dirigen a un escenario de mayor personalización ayudados por la tecnología. Con cambios disruptivos, por ejemplo, en ramos muy tradicionales como Decesos, al incluir nuevos servicios como el apoyo psicológico o el cuidado de las mascotas, impensables hace años, y la necesidad de que toda la familia esté informada de los trámites al mismo tiempo, como apuntó el consejero director general de Santa Lucía, Andrés Romero.
Y es que, a lo largo de la mesa de debate se destacaron las estrategias de las compañías para impulsar el crecimiento tanto de los ramos de vida riesgo como de vida ahorro, ambas con un factor común, la sensibilización de la población española sobre la necesidad de contar con un pilar complementario de previsión individual al margen de la pensión pública. Para Amalio Berbel, uno de los retos “es lograr que la gente vea el seguro de Vida Riesgo como un bien de primera necesidad, no un lujo, ni lo primero que te quitas antes de la cuenta de Netflix, sino algo que cuanto más ajustada es la situación financiera de la familia, más necesario es”.
El 58% de los españoles no tienen seguro de vida y, del 42% que sí lo ha contratado, la mayoría lo hace por haber contraído una deuda importante, como una hipoteca. Para Sonia Lucio, directora general de Abanca Seguros, la clave para avanzar en este terreno es empoderar al cliente.
“Al cliente en general le gusta tener información de todo para ser autónomo a la hora de tomar sus decisiones de contratación. En otros ramos como Auto, que es obligatorio, siente que tiene esa información y es capaz de decidir de forma más ágil y autónoma. Y eso no pasa en el Seguro de Vida”, explicó Sonia Lucio.
El cambio pasa por calcular junto al cliente la pensión de viudedad y orfandad que tendría él o sus allegados, los gastos de estudio de los hijos y otras variables personales. “Cuando le das información, la mayoría contrata la póliza. Y los capitales medios contratados son mayores. Saben la cifra idónea que les ayudaría”, según la directora general de Abanca Seguros.
En Salud los márgenes se han estrechado, como en Auto y Hogar. Tomás Alfaro, CEO de Aegón, pero el sector vive un momento histórico tras la pandemia. Crece la demanda, aumenta el valor de la póliza y los clientes demandan cada vez coberturas por situaciones más graves. Los datos que manejan apuntan a que las intervenciones de mayor gravedad han subido significativamente.
La demanda adicional ha llevado a una infracapacidad del sistema. “Vamos a un escenario de menores márgenes y más volumen”, según Tomás Alfaro, que considera crítico saber utilizar bien los datos, hacer una suscripción efectiva y dotarse de una excelencia operativa, en particular en la integración con los centros sanitarios.
El seguro de Hogar es un indicador que mide la temperatura del cambio climático. El sector ha vivido una situación complicada en 2022 y 2023 por el aumento de los eventos climáticos extremos. No solo llegan con mayor frecuencia sino que el coste de los siniestros es mayor.
El efecto climático se une otros factores como la inflación, la crisis de suministros y los problemas geopolíticos que conducen a un encarecimiento absoluto del coste medio de estos seguros. Además, el seguro de Hogar está muy vinculado al éxito de las operaciones hipotecarias. La tormenta perfecta.
Este fenómeno obliga a replantear el sistema de compensación de seguros en España, según Veit Stutz, CEO de Allianz: “Cada vez es más obvio que en el clima las cosas están cambiando y con repercusiones más graves. Nuestra responsabilidad como sector asegurador es tener en cuenta estos cambios. Tenemos que llegar a un acuerdo”.
También Andrés Romero reclama no dejar sola a la industria ante el cambio climático. “Si queremos garantizar que no haya brechas de desprotección es necesaria una alianza del sector privado y público. La aportación a esos eventos climáticos adversos está en el 75%, casi el 80%, por parte del sector asegurador. Debe haber cada vez mayor aportación desde el Consorcio”, se pronunció el CEO de Santa Lucía.
Para Amalio Berbel, el Consorcio de Compensación de Seguros juega un rol social fundamental en España al eliminar las brechas que se podrían dejar fuera de cobertura a sectores económicos menos favorecidos. Un sistema, además, que es un ejemplo en nuestro entorno.
Esa colaboración público-privada, entre el Consorcio y el sector asegurador, ha permitido una mejor protección del patrimonio y del campo, según la presidenta de UNESPA, Mirentxu del Valle, al repartir la cobertura de los eventos climáticos y apoyarse también en la financiación de la prima por parte de las administraciones públicas. “Una fórmula -subrayó- que pone de manifiesto lo bueno que el sector privado y el sector público se den la mano”.
La automatización de procesos, el machine learning y la IA están entrando de lleno en el sector asegurador. En la jornada se habló mucho de IA y, aunque se subrayaron los problemas regulatorios y de protección de datos que plantea, el balance está siendo positivo. ¿En qué está impactando, según los CEO de las principales compañías?
Fuerza comercial: la IA apoya a los operadores ofreciendo información en tiempo real mientras se habla con el cliente y permitiendo una mejor valoración del perfil del potencial asegurado. Hay incluso proyectos piloto de modelos predictivos que trabajan sobre datos no estructurados como pueden ser las transcripciones de las llamadas. Es una mejora cualitativa pero también cuantitativa: acorta los tiempos de espera para el cliente y para la compañía.
Detección preventiva del fraude: los modelos automatizados facilitan la detección de perfiles potenciales de riesgo a partir de la información y los datos disponibles. Y detectar mejor el fraude en los partes de siniestro. También la computación cuántica permite ya multiplicar los escenarios y tomar mejores decisiones.
La tramitación de siniestros y las prestaciones: en el caso de Vida, por ejemplo, simplifica los procesos y permite una mayor personalización de la póliza. Está también ayudando a un cambio de paradigma en el sector como es el pago por uso. En Salud, las incapacidades temporales que antes tardaban 45 días ahora se está dando respuesta en 2 días o incluso en tiempo real.
Hace unos años parecía que las insurtech amenazaban la estabilidad del sector, a base de digitalización y precios más competitivos, pero las aguas se han calmado y se ha pasado de un escenario de competencia a otro de colaboración. En España operan unas 250 compañías, como recordó Margarita Gabarró, Directora Financiera, de Transformación y Tecnología de Zurich, de las cuales un 60% se dedican a modelos de distribución digitales y el resto a procesos, ciberseguridad o microseguros.
“Estamos trabajando juntos. ¿Competencia? Está por ver que sean capaces de escalar y devolver el retorno a sus inversores. Sus costes de adquisición son tremendamente altos, no aseguran retención. Pero sí que creo que hay colaboración y va a ser un win win”, sostuvo la directiva de Zurich.
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