El Consejo y la creación de valor: un debate sobre su rol estratégico

El rol del Consejo de Administración, desde diferentes perspectivas

Desde una perspectiva estratégica, el Consejo de Administración debe ser el encargado de establecer la visión, misión y los objetivos a largo plazo de la organización. En este rol, es fundamental que el Consejo cuente con un entendimiento profundo del mercado, las tendencias emergentes y las capacidades internas de la empresa. La creación de valor, en este caso, se produce cuando el Consejo toma decisiones estratégicas que apunten a la sostenibilidad y la diferenciación en el mercado.

Desde este aspecto, el Consejo puede crear valor desde diferentes maneras:

• Definiendo una estrategia clara y coherente: El Consejo debe asegurarse de que la organización tiene una estrategia clara que genere valor no solo en términos financieros, sino también en términos de impacto social, ambiental y de marca.
• Fomentando la innovación y el cambio: Un Consejo proactivo fomenta la innovación y se asegura de que la empresa se adapte rápidamente a los cambios en el mercado.
• Involucrándose en la implementación de la estrategia: La creación de valor también depende de cómo se implementen las estrategias. El Consejo debe supervisar de cerca las operaciones y la ejecución de las iniciativas estratégicas.

Desde una perspectiva tradicional y más financiera, el consejo tiene la responsabilidad de maximizar el valor para los accionistas, lo cual implica un enfoque en la rentabilidad y el retorno de inversión. Esta perspectiva sostiene que el principal objetivo de la creación de valor es mejorar los resultados financieros de la empresa, lo que se traduce en un aumento en el precio de las acciones, dividendos o en la maximización de beneficios a corto y largo plazo.

Desde una perspectiva de sostenibilidad, el Consejo de administración tiene un papel clave en la orientación de la empresa hacia una visión más integral de la creación de valor. Esto lo pueden realizar adoptando prácticas que no solo favorezcan el rendimiento económico, sino también el respeto por el medio ambiente y la mejora del bienestar social, integrando la RSE en la estrategia corporativa, lo cual no solo mejora la imagen de la empresa, sino que puede generar ventajas competitivas y lealtad del cliente a largo plazo o velando por la creación de valor a través de un liderazgo inclusivo y responsable que impulse el desarrollo y bienestar de los empleados.

El debate sobre el rol del Consejo en la creación de valor refleja las tensiones inherentes a la gobernanza moderna: la necesidad de equilibrar la rentabilidad económica con la responsabilidad social y ambiental. Si bien el Consejo tiene la responsabilidad última de guiar la organización hacia el éxito financiero, también debe ser consciente de su impacto en los diversos stakeholders y en la sostenibilidad de sus operaciones. Un Consejo bien orientado y con una visión amplia puede ser clave para crear valor en todas sus dimensionesTop of Form.

¿Por qué la creación de valor?

La creación de valor es cualquier actividad que aumenta el beneficio neto de una organización o mejora la calidad de vida de sus clientes, empleados, accionistas o la sociedad en general. En el mundo de los negocios, se considera un elemento esencial para el éxito y la sostenibilidad a largo plazo.

Puede involucrar diversas dimensiones, tales como:

• Mejorar la propuesta de valor: Desarrollar productos o servicios que satisfagan mejor las necesidades de los clientes, a través de la innovación, calidad, personalización o eficiencia y donde la segmentación de clientes se vuelve clave para alinear propuesta de valor con necesidades específicas de cada segmento. Y donde se priorice a los clientes que ayudan en mayor medida a la compañía a alcanzar su ambición
• Generar beneficios financieros: Incrementar los ingresos, reducir costos o mejorar los márgenes de ganancia, lo que, a su vez, puede generar más valor para los accionistas o inversionistas
• Aumentar la satisfacción del cliente: Crear una experiencia de cliente que sea superior a la de los competidores, de manera que se fidelicen y generen más valor a largo plazo. Esto bajará los niveles de rotación de clientes y permitirá que los esfuerzos comerciales son solo sirvan para compensar las pérdidas de volumen sino para crecer
• Mejorar la sostenibilidad: Introducir prácticas empresariales que no solo busquen rentabilidad económica, sino también tener un impacto positivo en la sociedad o el medio ambiente, creando valor de manera responsable

Para crear valor en una compañía es necesario llevar a cabo una serie de acciones que la transformen, y esa transformación tiene que ser holística, de forma que permita a la compañía crear valor haciéndolo tangible en una serie de elementos:

1. Garantizar el impacto tangible en el EBITDA.
2. Reforzar la posición comercial y mantener los porfolios cambiantes.
3. Aumentar la resiliencia del suministro y la operación.
4. Conseguir mayor flexibilidad de operaciones.
5. Conseguir el cumplimiento regulatorio y el servicio excelente a cliente en cualquier momento.
6. Aprovechar la tecnología digital, el análisis y la automatización para lograr un impacto a gran escala.

¿Cuál es el momento para iniciar una transformación de la empresa?

El momento es cuanto antes, de hecho, el fallo en algunas compañías es pensar en la transformación cuando es demasiado tarde, como por ejemplo cuando han identificado un elevado nivel de costes o quieren poner en marcha una serie de operaciones, pero el crecimiento del mercado va más adelantado y rápido.

Así, para que exista una generación de valor debe haber una torre de control que haga de guía y permita en todo momento dar transparencia y capacidad de decisión al consejo. Además, es necesario implementar en cada una de las áreas que se quieran potenciar una metodología de transformación que dé el rigor necesario para alcanzar el éxito.

¿Cómo aterrizar la creación de valor en una organización?

Para el desarrollo de la metodología hay que comenzar con un diagnóstico de la compañía que permita entender cómo está y cuál es el tamaño de la oportunidad, ayudando a detectar cuales son las prioridades, asimismo una fase importante es la fase de diseño y planificación del modelo futuro que ayudará a entender dónde están los puntos críticos, y todo ello nos llevará a una hoja de ruta que se pueda implementar y que se pueda monitorear a través de la torre de control, es decir, a través del Consejo.

Así, las fases para hacer realidad la creación de valor en una organización sería:

• Diagnóstico y definición de prioridades
• Mapeo de la cadena de valor y puntos críticos
• Diseño y planificación del modelo futuro
• Desarrollo e implementación de las iniciativas que llevan al modelo futuro

Desarrollando en cada una de estas fases la excelencia comercial, la excelencia, y la excelencia tecnológica se permitirá el crecimiento y maximizar los resultados, Además, la excelencia en sostenibilidad alineando las aspiraciones en ESG con las palancas de rentabilidad empresarial, y la excelencia financiera diseñando una función financiera capaz de medir los motores de creación de valor sentarán los pilares necesarios para que toda la empresa avance en su conjunto en generar valor.

En definitiva, la generación de valor de una compañía se puede impulsar desde el Consejo de Administración aprovechando que se trata de un órgano más estratégico, con visión a largo plazo y reflexivo, en comparación parte ejecutiva que tiene una función más inmediata y cortoplacista. Es fundamental realizar un diagnóstico de la empresa siguiendo una metodología que funcione y que tenga como objetivo lograr el éxito de la compañía.

Autores: Miguel Ángel Moran, socio de Operaciones en Strategy & Value Creation de KPMG en España; Miguel Marco, socio de Tecnología en Strategy & Value Creation de KPMG en España; Almudena Aranguren, directora de revenue management and comercial excellence en Strategy & Value Creation de KPMG en España; Macarena Romero, Macarena Romero, senior manager del Board Leadership Center y Empresa Familiar de KPMG en España